Máquinas
La industria de las artes gráficas es parte sustancial de la vida de San Nicolás y las máquinas son, a su vez, el motor de éste sector. Con las máquinas se corta, perfila, troquela y anilla; pero sobre todo, se imprime. Las máquinas se importan de diferentes países y luego se revenden mientras que otras son adaptadas, con ingenio local, para resolver necesidades propias. Las hay de diferentes tamaños y colores, todas con sonidos particulares. Las máquinas no se venden como chatarra, sus dueños se rehúsan a verlas morir y las alteran para alargarles la vida o las dejan en los negocios como repisas, o a la espera de que otro vea en ellas posibles usos. En la relación entre el objeto, la máquina y el operario que la ejecuta, se representa el día a día de una de las tantas imprentas que se ubican en el barrio.
Las primeras imprentas usaban tipos de plomo que marcaban huellas de tinta y que el operario orientaba de manera artesanal. Con el desarrollo de la industria las máquinas fueron cambiando y tecnificándose; de los tipos se pasó a mecanismos más sofisticados de impresión, cambiando así las dinámicas laborales al interior de las imprentas. En la actualidad la impresión digital se vislumbra como el futuro por su eficiencia y calidad, sin embargo, la vieja máquina tipográfica se resiste a ser reemplazada, algunas fungen de troqueladoras mientras que otras sirven de objetos decorativos y nostálgicos para dar la bienvenida al los clientes del negocio.
A continuación un inventario una breve clasificación de las máquinas según la técnica y/o función: