La informalidad en el mototaxismo de Cartagena: un reto para la economía local
Robinson Manuel Olea Morales es un mototaxista de 64 años. Trabaja en la informalidad desde que tenía trece y viajaba a Maicao, en La Guajira, para traer mercancía y venderla en Cartagena. Con los años montó varios negocios: hoteles, restaurantes, billares, pero todos los tuvo que cerrar.
“Viendo que la situación estaba bastante apretada, me incliné por el mototaxismo porque vi mejor proyecto, menos papelería y menos problemas”, dijo Robinson, quien ya lleva más de veinte años transportando personas por las calles de Cartagena.
Es líder de la Fundación Recorrer por Cartagena, una comunidad de unos 70 mototaxistas que se parquean en el Centro Comercial La Plazuela, en el barrio Santa Mónica, al cual le paga arriendo para poder establecer allí su acopio. Mantienen un orden entre ellos mismos con reglas que establecieron entre todos y que Robinson vigila que se cumplan.
Las 70 personas de la fundación trabajan en la informalidad sin una estabilidad diferente a la de poder llegar al centro comercial y esperar que haya personas que requieran sus servicios de transporte. El número de mototaxistas ha venido creciendo con el paso del tiempo. Antes de ser una fundación, era una cooperativa que solo alcanzó los 20 miembros hace más de doce años.
“La única preocupación mía, además de Dios, es que La Plazuela me quite el contrato”, aseguró Robinson, quien tiene la responsabilidad de llevar el dinero para sostener a su familia. Vive a unos quince minutos del centro comercial con su esposa, su suegra, dos nietos de 17 y 18 años y una hija que adoptó. Sus hijas, ya mayores, se independizaron y viven con sus parejas.
Robinson tiene acceso a los servicios de salud, pero su futuro para pensionarse está nublado. “No sabía que podía cotizar por aparte. Me llegó la edad y no pude”, mencionó. En muchas ocasiones buscó ingresar al mercado laboral formal, pero no pudo hacerlo, según él, por falta de oportunidades.
La radiografía de la informalidad en Cartagena
Robinson es una de las más de 190.000 personas ocupadas en Cartagena que se mueven en la informalidad, según información suministrada por la Alcaldía con base en los reportes del DANE. Estas viven preocupándose por el día a día, sin ninguna estabilidad y con la incertidumbre de tener un día bueno y otro no tanto.
La mayoría de las personas labora en el sector de comercio y reparación de vehículos que concentran el mayor porcentaje de trabajadores con un 18,7%. El sector de administración pública, defensa, educación y atención a salud humana, se ubicó en la segunda posición, con un 14,4% de los ocupados.
El sector de transporte, el de Robinson, se ubicó como la tercera con el 13,9% del total. La cuarta rama fue la de actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios con un 10,4% de los ocupados, seguido de alojamiento y servicios de comida con un 10,3%, y construcción, con un 9,1%.
Dewin Pérez, docente de Economía en la Universidad de Cartagena y exsecretario de Hacienda de la misma ciudad, explicó que la informalidad está relacionada a varios factores. Lo primero que destaca es que gran parte de las empresas son microempresas, principalmente de subsistencia, donde el dueño es el mismo trabajador.
“Esto no quiere decir que no haya buenas empresas, lo que pasa es que cuando miro el universo, de cada 100 registradas en Cámara de Comercio, 92 son así. Nos queda el 8% donde están más grandes, medianas y pequeñas empresas que es donde se genera principalmente el empleo”, indicó Pérez.
Además, el profesor destacó que el sector económico líder en la ciudad es el de la petroquímica que genera poca demanda de empleo y tampoco se genera interrelación con los otros sectores.
“La gente tiene que sobrevivir, para ello tiene que generar ingresos y lo más rápido que tiene está relacionado con las actividades económicas de rebusque, la actividad informal”, dijo Pérez. A esto se le suma que la mano de obra disponible tiene bajos niveles de educación lo que afecta la posibilidad de insertarse en dinámicas más formales de la economía.
“La informalidad de la ciudad está explicada tanto por las características de la estructura productiva de la economía local como por las características de las de las personas”, manifestó el exsecretario de Hacienda de Cartagena.
Según Cartagena Cómo Vamos, en el 2022 la capital del departamento de Bolívar tuvo el nivel de informalidad más alto con un 58% entre las cinco ciudades capitales principales. Bogotá tuvo un 36%, Medellín un 39%, Cali 46 % y Barranquilla un 58,9%.
Aunque la informalidad ha tenido una tendencia a la baja, pues según cifras del DANE, para el segundo trimestre del 2024, su nivel se registró en 48,7%, 5,4% menos que en 2023, sigue siendo una gran proporción de los ocupados. Para la medición de la primera mitad de este año, 194 mil personas en Cartagena estaban ocupadas, pero en la informalidad.
Pero ahora Cartagena ocupa el décimo puesto entre las 23 ciudades y áreas metropolitanas con menor tasa de informalidad. Por otro lado, la tasa de desocupación llegó a 13,1%, lo que representó un incremento del 2,1% en relación con el segundo trimestre de 2023. Una cifra considerablemente superior a la del promedio nacional que es de 10,4%.
¿Qué estrategias plantea la Alcaldía de Cartagena?
La actual Administración Municipal de Cartagena adelanta acciones con las que pretende mejorar la empleabilidad y las condiciones de los trabajadores mediante la implementación de la ruta del empleo y alianzas que permitan una preparación de las personas para acceder a un empleo formal, además de ferias de empleabilidad y alianzas con otras entidades del sector público y empresas para abrir más oportunidades a los aspirantes a un empleo formal.
“Recientemente firmamos el pacto por la empleabilidad con todos los actores, la idea es poder tener unos compromisos de formación para el trabajo y rutas de la empleabilidad para tener mayor acceso a oportunidades de empleo”, dijo María Camila Salas, secretaria de Hacienda de Cartagena. Estas alianzas se harán entre el distrito, el sector privado y la academia, para así mejorar los indicadores de informalidad y mejorar la calidad de vida de las personas.
“Una de las principales apuestas es trabajar por la informalidad y tenemos una hoja de ruta muy clara”, explicó Salas. Además del desempleo, esta es una situación complicada para la ciudad pues en el segundo trimestre del 2024, el número de desempleados pasó a ser de 60 mil, que si se compara con el mismo trimestre del año anterior equivale a la pérdida de unos 7 mil empleos.
“En la ruta para la empleabilidad lo que hacemos es acercar esas brechas entre la oferta y la demanda. Primero con la formación para el trabajo con mano de obra que está siendo requerida por las empresas y diferentes actores en esas nuevas tendencias que tienen alta demanda como el desarrollo de software y el bilingüismo”, contó la funcionaria.
En cuanto a los mototaxistas, ahora hay plan encaminado a la formalización. 25 líderes de mototaxistas serán contratados para hacer una caracterización de los moto-trabajadores en la ciudad en un proyecto dirigido por el Ministerio de Transporte y el Departamento de Tránsito de Cartagena.
Esto ha sido fruto de las mesas de trabajo que ha habido por parte de la institucionalidad con el gremio. "Ya se prepararon las 25 personas. Ya estamos esperando solamente los contratos", explicó José Ahumedo, uno de los líderes que participará en este proceso.
Aunque no hay una fórmula mágica para enfrentar la informalidad en Cartagena, el profesor Dewin Pérez afirmó que hay que impulsar un mayor crecimiento económico y estimular la demanda de empleo en la ciudad. En pocas palabras: “No hay empleo sin crecimiento económico”, concluyó.
Un aporte desde la academia
Este artículo hace parte una investigación realizada por la Universidad EAFIT, la Universidad el Norte y el Observatorio de Políticas Públicas (POLIS) de la Universidad Icesi en el marco de la Alianza 4U, que busca ser de utilidad para la generación de programas, proyectos y/o políticas públicas enfocadas a mejorar las condiciones de los trabajadores informales.
En Cartagena específicamente fueron encuestados 207 moto-trabajadores que hacen parte del fenómeno generalizado de la economía informal de la ciudad. Esta investigación tiene una perspectiva interseccional, así que tiene en cuenta variables como el género y los atributos regionales de las personas al de medir el impacto en el contexto de la creación y el desarrollo de empresas en los trabajadores informales.
Además, también fueron tenidos en cuenta las características del negocio del mototaxismo, del hogar de las personas y otros aspectos demográficos necesarios para tener una visión amplia de la situación de estos trabajadores informales en la capital del departamento de Bolívar.