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Rodrigo Varela V., Ph. D.
Director del CDEE

Educación empresarial: Tema Actual

Desde que Makigushi en los años 20 - 30 del siglo pasado planteó la necesidad de una educación conectada a la creación de valor y a estimular la creatividad y la aplicabilidad de los conceptos, ha pasado casi un siglo, en el cual algunos educadores han acometido la identificación de procesos educativos que favorezcan el desarrollo de las competencias empresariales. Drucker en los 80´s indicó que la cultura empresarial es una disciplina y como tal se puede aprender y desarrollar.

Al revitalizarse la temática empresarial en los 80, con Shapiro, Ronstadt, Timmons, Hornaday y muchos otros, se dio inicio a un proceso de introducción de la educación empresarial. Estados Unidos y muchos otros países formularon políticas educativas y políticas de apoyo al desarrollo empresarial.

A comienzos del presente siglo el gobierno del Reino Unido envió un mensaje claro y contundente a las universidades indicando la importancia de “crear un circulo virtuoso de innovación que vaya desde lo mejor en ciencia, Ingeniería y tecnología en los laboratorios universitarios y científico, hasta la exploración exitosa de nuevas ideas, nueva ciencia y nueva tecnología para los negocios” y asoció el éxito nacional a “movilizar más efectivamente la imaginación, la creatividad, las habilidades… que permitan usar el conocimiento para construir la fortaleza económica y la armonía social” y les solicitó “ser fuente directa de nuevas empresas, nuevas tecnologías, nuevos productos, nuevos empresarios, nuevas formas de generación de valor agregado”

En el 2013 la Comisión Europea lanza “El plan de acción sobre el emprendimiento 2020”, e indica “que la inversión en la educación empresarial es una de las más rentables que puede hacer Europa; que el espíritu empresarial  es una competencia clave del marco Europeo, que dicho espíritu es el factor clave de la innovación en la Unión Europea; que ayuda a transformar las ideas en actos; que es útil  para la generación de empleos y mejora la opción de empleabilidad”.

Diamantis en el 2016, en Singularity University, planteó que uno de los tres vectores para la economía de la abundancia es “Tener Mentalidad Empresarial”; y el Banco Mundial por la misma época planteó  que “la Innovación y el espíritu empresarial son bloques básicos de la construcción de economías competitivas y dinámicas; que son muy importantes para enfrentar los grandes retos que toda sociedad tiene: inclusión, sostenibilidad, prosperidad compartida; que derraman productividad y dinamismo económico; que generan crecimientos económicos más altos; que crean empleos en forma más robusta y con mejores salarios y que facilitan caminos para que los pobres puedan buscar su superación.

Los objetivos del desarrollo sostenible de las Naciones Unidas (ODS), tienen en sus bases y en sus metas múltiples acciones asociadas a los proceso de creación de valor.

El gobierno de los Estados Unidos, en diciembre del 2018 lanzó el documento “Charting a Course for Success: America´s Strategy for STEM Education” y uno de los 9 objetivos es “Advance Innovation and Entrepreneurship Education”.

Todos estos planteamientos; que ya han originado grandes cambios educativos en muchas regiones y países del mundo, los deberíamos analizar hoy detalladamente en Latino América y en especial en Colombia, pues nuestras cifras de auto empleo son muy altas (en el caso colombiano 51%), nuestras cifras de desempleo, especialmente el juvenil, también lo son y por ello requerimos una educación más orientada hacia la sociedad  de empresarios que se nos viene, promovida por el concepto genérico de industria 4.0, en la cual las competencias empresariales serán tan o más importantes que las competencias empresariales. Por ello el gran objetivo que ha guiado siempre el accionar del Centro de Desarrollo del Espíritu Empresarial de la Universidad Icesi “más y mejores empresarios, para más y mejores empresas” se vuelve más urgente y debe cubrir muchas facetas de la educación en general, para sobre todo la educación universitaria.

El concepto rector de este nuevo proceso educativo, se puede estructurar alrededor de la modificación de un viejo enunciado, que para esta siglo dice “No se trata solo de darle pescado a la gente, ni de solo enseñarle a pescar, se trata de apoyarlas para que convierta  al pescado en su empresa y lo ponga en el mercado, o sea en volver a la gente empresaria del pescado”.

La formación de líderes empresariales (empresarios o intraempresarios) debe ser un eje transversal de todo proceso educativo, para que los profesionales que se entregan a la sociedad tengan las competencias requeridas, para impulsar el desarrollo socio económico sostenible que todos buscamos. Por ello es necesario desarrollar los valores, las creencias y los conceptos propios a una cultura basada en el espíritu empresarial y la innovación, que les permitan pensar y actuar como líderes empresariales o sea líderes capaces de identificar, implementar y distribuir valor a la sociedad.

Las competencias empresariales han sido un tema tratado por diversos autores. Para el CDEE-Icesi son 13; visión de carrera empresarial, autoconfianza, flexibilidad, amplitud perceptual, toma de decisiones, gestión empresarial, orientación al logro, orientación a la acción, sensibilidad social, pensamiento conceptual, empatía, redes empresariales y orientación al mercado. Para la comisión Europea son 15: identificación de oportunidad, creatividad, visión, validación de idea, pensamiento ético y sostenible, autoconfianza y autoeficacia, motivación y perseverancia, movilización de recursos, conocimiento económico y financiero, movilización de otros, planeación y gerencia, manejo de la incertidumbre, la ambigüedad y riesgo, trabajos con otros, aprendiendo de las experiencias.

¿Qué tenemos que hacer? Darles a los estudiantes las competencias que les permitan navegar por las disciplinas del espíritu empresarial (Entrepreneurship) y para ello les propongo las siguientes acciones:

  • Ajustar los currículos de pregrado y de postgrado de todas las profesiones para incluir estas competencias. Ello implica, tanto la inclusión de cursos obligatorios específicos en el área, como la aproximación transversal de estas competencias en otras materias y experiencias de aprendizaje.
  • Crear laboratorios de creación de empresas que permitan a los estudiantes la experimentación de sus iniciativas empresariales (ejemplo el Start-Upcafé del CDEE- Icesi).
  • Ajustar los currículos de pregrado y de postgrado de todas las profesiones para incluir estas competencias. Ello implica, tanto la inclusión de cursos obligatorios específicos en el área, como la aproximación transversal de estas competencias en otras materias y experiencias de aprendizaje.
  • Crear laboratorios de creación de empresas que permitan a los estudiantes la experimentación de sus iniciativas empresariales (ejemplo el Start-Upcafé del CDEE- Icesi).
  • Crear organismos de apoyo y acompañamiento a los alumnos interesados en crear empresa (ejemplo el Centro Alaya del CDEE - Icesi).
  • Formar profesores, para todos los niveles educativos, en el área de Entrepreneurship.
  • Destacar a los alumnos y egresados que crean empresa
  • Facilitar las prácticas y los proyectos de grado en creación de empresa.
  • Estimular la investigación en Entrepreneurship
  • Crear fondos de capital semilla para apoyar iniciativas estudiantiles, para financiar concurso de generación de oportunidades empresariales, o de planes de empresa.
  • Apoyar los Spin-Off universitarios.
     

Estoy seguro que a todos ustedes se les ocurrirán otras iniciativas y que con su creatividad encontraran formas de ponerlas en práctica.

Tenemos una responsabilidad grande para el 2019: lograr que la educación empresarial en Latinoamérica alcance el nivel de relevancia que ya tiene en muchas otras regiones del mundo.  Pongamos todo nuestro esfuerzo en ello.

Les deseo a todos un 2019 lleno de éxitos y logros en todas las facetas de sus vidas.

Rodrigo Varela Villegas Ph.D.

Director CDEE