Por: Carlos Valderrama A., Jefe del Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Icesi. Nevado_del_Ruiz_26125471_-_Colprensa  
Foto Colpresa
Los volcanes han jugado un papel fundamental como motores de la vida en la tierra, aportaron los gases necesarios para la atmósfera original del planeta, además  de los nutrientes  y elementos que promovieron la formación de las células primitivas y de allí, las formas de vida básicas, que fueron nuestro origen.
Los volcanes están distribuidos en el planeta, de acuerdo a la conformación del rompecabezas  de la corteza terrestre, formado por las placas tectónicas. Los volcanes se ubican en donde se juntan las placas. La región andina colombiana se encuentra sobre una de estas uniones, que en el pasado formaron nuestras cordilleras. Esta unión, es también la razón, de que tengamos una cadena de volcanes en el territorio colombiano.
Las emisiones de ceniza han contribuido y siguen contribuyendo, con nutrientes que fertilizan la tierra.  A ello debemos buena parte de la fertilidad de nuestros suelos en las regiones montañosas y la riqueza de nuestro café. Que exista el carbón en forma de diamantes y no sólo como grafito; la presencia de vetas de minerales como el oro y el azufre, son otro recordatorio de los beneficios obtenidos de los volcanes. Sin embargo, olvidamos también que los volcanes han generado grandes tragedias para la humanidad. Volcanes como el Vesubio, Mont Pelée, o Krakatoa vienen a nuestra triste memoria junto con el Nevado del Ruíz. Nuestros volcanes, por su origen, son de tipo violento y explosivo y no se pueden comparar con los volcanes de Hawaii, que son ejemplo de un espectáculo natural con muy bajo riesgo. Por ello pueden presentar una mayor amenaza. En tiempos en que la tecnología nos provee con las alertas tempranas no se deberían presentar las tragedias del pasado, si son evitables. Debemos un respeto y distante admiración a estos gigantes que se despiertan y nos ponen a temblar. Esperemos que el Galeras nunca se una a esta lamentable lista y siga siendo un elemento del paisaje natural para los nariñenses. Más informes: Carlos Valderrama, Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Necesita activar JavaScript para visualizarla.