Noticia publicada por el periódico El País de Cali
Columnista: Diego Martínez Lloreda, director de Información del periódico El País
Esa frase la repitió Francisco -Pacho- Piedrahita en varias ocasiones, durante su intervención en el justo homenaje que le tributaron el Consejo y la Junta Directiva de la Universidad Icesi, con motivo de su retiro de la rectoría, tras 25 años al frente de ese cargo.
A muchos extrañará que alguien que ha vivido una de las peores tragedias que puede padecer un ser humano, perder a un hijo, se precie de la buena suerte que ha tenido en la vida.
En efecto, Gabriel uno de los hijos de Pacho perdió la vida en el accidente del avión de American Airlines que se estrelló, en diciembre de 1994, cuando estaba a punto de aterrizar en el aeropuerto Bonilla Aragón. Tenía 22 años.
Las tragedias muchas veces no se pueden evitar. Lo que diferencia a unos seres humanos de otros es cómo las asimilan. Pues bien, ese drama le cambió la vida a Pacho para bien. Hasta entonces era uno de los más altos ejecutivos de una de las empresas más importantes de la región y del país. Pero la muerte de Gabriel convenció a Pacho de que debía dedicarse a trabajar por la gente.
Y poco después un golpe de suerte le mostró a Pacho el camino a seguir. Ocurre que el por entonces rector de Icesi, Alfonso Ocampo Londoño, se jubiló y las directivas del centro académico se vieron en la necesidad de conseguir un nuevo capitán para ese barco, que en ese momento era apenas una goleta.
Pacho se postuló para el cargo y para sorpresa de muchos, porque el hombre no tenía mayor trayectoria académica, resulto elegido. De eso hace un cuarto de siglo.
En ese entonces Icesi no era una universidad, era un instituto de estudios de administración que apenas tenía dos programas académicos.
La transformación que, de la mano de Pacho, experimentó la hoy Icesi, es en verdad extraordinaria: hoy en día la universidad cuenta con 30 programas de pregrado, 2 doctorados, 35 maestrías, 23 especializaciones médico-quirúrgicas y 17 especializaciones. Impresionante.
Sin duda uno de los logros más importantes de la gestión de Pacho fue la alianza que concretó con la Fundación Valle del Lili, que permitió la creación del programa de medicina de la Universidad que, como ya dije, cuenta con 23 especializaciones médicas.
Unirse con la tercera clínica más importante de Latinoamérica para crear un programa de medicina sin duda fue un hit de Pacho, de Vicente Borrero y de todos quienes participaron en ese proceso
Esa alianza fue un gana-gana. Ganó la ciudad, ganó la Icesi y ganó la fundación que se convirtió en un hospital universitario, que forma a los médicos del futuro, que es el mayor honor que puede alcanzar cualquier centro de salud.
Como destacó Henry Eder, presidente del Consejo Directivo de la Universidad durante el homenaje a Pacho , la sinergia surgida entre la Valle del Lili y la Icesi es la mejor prueba de que los vallecaucanos, CUANDO NOS UNIMOS, somos capaces de cumplir las más ambiciosas metas.
Pueda ser que esas palabras de Henry Eder no queden en el vacío.
Ojalá, también, surjan muchas más alianzas entre hombres y empresas de la comarca que permitan el surgimiento de más Icesis y de más Valle de Lilis.