Editorial
Diversos estudios, entre los más recientes los estudios GEM han planteado la existencia de una relación bastante directa entre estos dos elementos. Al fin y al cabo la velocidad del desarrollo socio económico está asociada a la velocidad de creación de valor (económico, social, cultural, etc.) que una persona, organización, ciudad, departamento, región o país produce, y uno de los actores fundamentales de esa creación de valor es el conjunto de organizaciones e instituciones empresariales, estatales y privada, con o sin ánimo de lucro que existan en el entorno en análisis.
El Desarrollo Empresarial y el Desarrollo Socioeconómico
Entre más alta sea la velocidad de creación de valor, y entre más largo sea el período sobre el cual se realiza se permite esta alta velocidad y mayores serán los mejoramientos en los indicadores socioeconómicos.
El caso de China que ya por un poco más de 30 años ha podido mantener tasas de crecimiento económico altas le ha permitido multiplicar, aun con el tamaño de su población, su PIB per capita por 22 con todos los efectos sociales derivados.
Pero la velocidad de creación de valor exige que las fuerzas positivas del sector empresarial (Innovaciones, Expansiones, Mejoras de Competitividad y Nuevas actividades empresariales dentro de las empresas creadas y la creación de nuevas empresas con probabilidades de sobrevivencia y crecimiento) sea superior a las fuerzas negativas (obsolencia, contracciones, pérdidas de competitividad, cierre de líneas de actividad y cierre de actividad en las empresas existentes).
Esta ecuación de diferencia, indica que es necesario que todos los procesos de desarrollo empresarial los orientemos a fortalecer en empresarios, ejecutivos, funcionarios, empleados, estudiantes, las competencias necesarias para que las fuerzas positivas se refuercen y las negativas se eviten. Para ello la educación empresarial orientada al desarrollo de competencias empresariales y basada en la cultura empresarial, debe intensificarse con el propósito de que todos podamos estar mejor capacitados para hacer nuestra contribución positiva al desarrollo.
Los procesos de “Entrepreneurship” y de “Intrapreneurship” deben por lo tanto incluirse no sólo en todos los procesos formativos, sino que ellos deben ser parte explícita de las políticas de desarrollo que se formulan y de las actividades específicas que se propicien para lograr las metas del desarrollo.
Pero además es necesario, identificar y fortalecer todas las entidades que puedan con sus acciones apoyar el desarrollo de esos procesos de creación de valor.
Recordemos que la idea básica es lograr tener más y mejores empresas y que ello requiere más y mejores líderes empresariales y más y mejores circunstancias para que la acción de los líderes empresariales sea más fructífera.
El año 2012, según los expertos, será un año difícil para todas las economías y sólo aquellas que logren ser muy fuertes en la generación de valor podrán mostrar crecimiento y desarrollo. La responsabilidad está en lograr proveer las competencias y las circunstancias que ello exige y el sector gobierno, el sector educativo y el sector empresarial deben asumir con intensidad esta responsabilidad.
Feliz Navidad para todos y éxitos en el 2012, que será el año 27 de labores del CDEE.
Rodrigo Varela V., Ph. D.
Director del CDEE