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Rodrigo Varela V., Ph. D.
Director del CDEE

ESPIRITU EMPRESARIAL EN LA ERA DEL COVID 19

Hemos vivido, prácticamente en todo el mundo, un entorno económico que nunca habíamos imaginado, debido al riesgo sanitario que el Corona Virus 2019 (COVID 19) nos ha traído. Los países han usado diversas estrategias en lo que respecta a la mejor forma de equilibrar los riesgos sanitarios, los riesgos económicos y los riesgos sociales, y diversos analistas han indicado las ventajas y desventajas de las distintas estrategias.

Pero lo que es incontrovertible, es que ha existido un deterioro significativo en variables importantes en lo económico y en lo social: disminución del PIBPC, disminución de ventas, disminución de procesos de creación de empleos, incremento de la población en condición de pobreza, aumento de limitaciones económicas de muchísimas familias, aumento del desempleo, crecimiento del número de empresas cerradas, crecimiento de la intervención  del gobierno, reducción de los impuestos, crecimiento de las tasas de desocupación de locales comerciales, limitaciones en la movilidad, aumento del estrés y muchas más que acompañan y/o  se derivan de las aquí mencionadas.

Los analistas no se han puesto de acuerdo sobre el horizonte de tiempo en el cual esta afectación será vigente, pues algunos suponen que para finales del 2020 estaremos iniciando recuperación, pero otros ven el hueco profundizándose hasta el 2021 y claro en todo este periodo las condiciones socioeconómicas continuarían afectándose.

Es tiempo de seguir a aquellos empresarios que están asumiendo positivamente este cambio de entorno empresarial y ya han implementado nuevos modelos de negocio, han desarrollado nuevos productos/servicios, han reorganizado su estructura empresarial, han ajustado canales de contacto con sus clientes y proveedores, y en definitiva han puesto en marcha el concepto de Innovación Empresarial. Hoy más que nunca necesitamos que todos los empresarios orienten sus empresas a una dinámica regida por las tres grandes palabras que el CDEE ha venido planteando desde su fundación:  cambio, acción y mejoramiento.  Solo así lograremos pasar este temporal con los menores daños posibles.

Pero como empresarios necesitamos también empezar a prepararnos no solo para la recuperación, sino también para eventos futuros tan negativos al entorno, como el que estamos viviendo, y por ello es necesario tener en mente y poner en practica varios conceptos fundamentales:

  • La crisis ha demostrado el papel trascendental de las empresas en los resultados sociales y económicos de una comunidad. Ellas marcan la dinámica, ellas son las creadoras de valor, en todas sus formas, de empleos, de bienestar, de prosperidad, de desarrollo social y económico sostenible, y por ello es necesario que todos aprendamos a reconocer el gran papel positivo que los EMPRESARIOS y las EMPRESAS tienen, y dejemos de hacer imágenes negativas a ellos y a ellas. Nuestro futuro está amarrado fuertemente al futuro de nuestras empresas, y por ello hoy es más valida que nunca la urgencia de crear cultura y espíritu empresarial. Solo a través de ellos podremos tener más y mejores empresarios, que lideren más y mejores empresas y nos den más y mejores opciones de desarrollo.
  • Necesitamos ajustar rápidamente los procesos de formación y desarrollo de más líderes empresariales en todos los segmentos de la sociedad. El sector educativo, en todos los niveles y en todos los frentes académicos, debe entender que una de sus responsabilidades es formar las nuevas generaciones de líderes empresariales que nos logren sacar de este “hueco” y nos lleven a escenarios más favorables por el ejercicio positivo de sus competencias empresariales.
  • Necesitamos poner a flote, tan rápido como sea posible, a nuestras empresas existentes, y aquí el gobierno tiene que hacer su contribución, a través de mecanismos financieros y no financieros, que faciliten la sobrevivencia de las empresas durante este 2020. Medidas de capital semilla, de nuevas líneas de créditos, de reducción de impuestos, de capacitación, de asesoría y mentoría, de apoyo a nuevos modelos de empresa, de mejoramiento del ecosistema de apoyo empresarial, entre otros, son estrictamente necesarias y si para ello el estado tiene que endeudarse o usar sus reservas internacionales, debe hacerlo, pues no podemos seguir perdiendo empresas.
  • Muchos empresarios han iniciado proceso de innovación empresarial bien sea en producto, proceso, modelo de empresa, organización etc. Estos procesos requieren por un lado acompañamiento de personas expertas en innovación empresarial y por otro lado el trabajo cooperativo en innovación (co-innovación). INNpulsa, el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Ministerio de Industria Comercio y Turismo y todos los centros de: Innovación, Productividad, Desarrollo Empresarial, I+D+I, Investigación, etc., deben orientar un esfuerzo muy significativo a apoyar a los empresarios y a las empresas en este proceso de mejoramiento y renovación.

El informe GEM 2019, titulado “Actividad Empresarial Colombiana” (www.gemcolombia.org/publicaciones), plantea una serie grande de acciones que debemos acometer en Colombia rápidamente y entre ellas están:

  • Mejorar los programas y los procesos de financiación, para incluir apoyo a las empresas establecidas en adición de los apoyos a las empresas nacientes.
  • Crear una línea específica de “Salvamento Empresarial” que dé liquidez a las empresas al menos hasta diciembre del 2020.
  • Reducir cargas impositivas y hacer diferenciación en normas, trámites, costos según tamaño, situación sectorial y etapa de desarrollo de la empresa.
  • Estimular una mayor oferta de educación empresarial en todos los niveles y áreas educativas.
  • Fomentar la creatividad, la innovación y el espíritu empresarial en todos los niveles educativos.
  • Fortalecer la investigación en el área de creación de empresas.
  • Fortalecer los procesos de transferencia tecnológica para poder acercarnos a empresas de la llamada “industria 4.0”
  • Apoyar los programas de desarrollo empresarial, tanto los orientados a apoyar las empresas establecidas, como los orientados a apoyar las empresas nacientes.
  • Impulsar el reconocimiento social a los empresarios y a las empresas.
  • Apoyar procesos orientados a la internacionalización de las empresas colombianas.
  • Usar los métodos masivos de comunicación para crear cultura empresarial.
  • Fortalecer el potencial y el talento empresarial de las mujeres y de la población mayor a 55 años, pues en ambos frentes las tasas de desempleo son más altas y más difíciles de resolver.
  • Apoyar los procesos de desarrollo de los Intraempresarios para que esa fuerza innovadora impulse a las empresas en su desarrollo.

Estamos seguros que juntos podemos lograr salir de esta crisis y así en el Innovando # 63, que publicaremos en diciembre 2020 esperamos estar hablando  de un panorama empresarial mejorado.

Éxitos en este proceso de salvación y recuperación


Rodrigo Varela V, Ph.D.
Director
Centro de Desarrollo del Espíritu Empresarial
Universidad Icesi