Descripción
Deslumbrado por el colorido, la estética y la expresión de las múltiples vertientes del arte pop
-Warhol, Lichtenstein, Rivers, Oldemburg-, así como de su postura desacralizadora con respecto
al arte culto, Álvaro Barrios ha sido uno de los artistas colombianos que a lo largo de los años ha
explorado con gran acierto sus más variados caminos, con un punto de vista muy personal, donde
lo lúdico y lo fantástico se mezclan. En este litograbado, Barrios sintetiza de manera ejemplar
su manera de concebir el arte, al emplear imágenes extraídas de otras partes, la mayoría de
ilustraciones de libros o periódicos, para insertarlas en un nuevo contexto. Tal como lo describiría
el propio artista al hablar sobre su obra: En 1965 yo estaba interesado especialmente en el sentido de
nostalgia que me transmitían las tiras cómicas y fue entonces cuando realicé mis primeros collages
con imágenes del mundo de Dick Tracy, pasión que algunos atribuyeron al “espíritu de la época” que
en aquellos días se llamaba pop art. Realmente se trataba de la prolongación de una infancia durante
la cual seleccioné unas doscientas aventuras recortadas de los diarios, reunidas en forma de rollos,
numeradas, fechadas y coloreadas a mano. Yo me dedicaba a trasladar un tipo de arte a otro, pues
evidentemente las tiras cómicas, “el gran arte del futuro”, como las llamó Alejandro Jodorowsky, daban
a mis dibujos una atmósfera que me llenaba plenamente, de manera que no era importante para mí
dar explicación demasiado profunda de esos trabajos.
Barrios, con estudios en Colombia e Italia, es uno de los reconocidos conceptualistas colombianos, con
obras en importantes colecciones como: MoMA Museum of Modern Art, New York; Brooklyn Museum
of Art, New York; Museo del Barrio, New York; New York Public Library, New York; J. P. Morgan Chase Art
Collection, New York; Daros Latin American Collection, Zurich-Rio de Janeiro; Museum of Modern Art of
Latin American, Washington; y Museo de Arte del Banco de la República, Bogotá.