Discurso del Dr. José Darío Uribe, Gerente del Banco de la República

Cali, febrero de 2005


Señores Miembros del Consejo Superior;
Señores Miembros de la Junta Directiva;
Señor Rector;
Señores Miembros del Consejo Académico y Administrativo;
Señores Profesores;
Estimados graduandos;
Padres de familia y amigos:


Para mí es un placer y un honor estar hoy con ustedes para celebrar la graduación de la primera promoción de estudiantes de 2005.

El título universitario que reciben es un premio a la perseverancia y al esfuerzo, una muestra inequívoca de su visión y buen uso de las oportunidades. Con la ayuda de sus padres y la universidad han entrado ustedes al exclusivo club de profesionales universitarios; club que tiene como socios únicamente a uno de cada once colombianos.

Las ceremonias de graduación son siempre un buen momento en la vida. A los estudiantes y profesores les genera la sensación del deber cumplido. A los padres y demás familiares los llena de orgullo. Y para evitar que este momento tan especial se convierta en un concierto de bostezos y desesperación, mi mayor contribución al ritual será hablar breve. No les daré consejo alguno; simplemente, en menos de 10 minutos presentaré algunas reflexiones sobre el papel de la educación en el desarrollo de las personas y los países, seguro de que todo lo que diga será pronto olvidado.

Para comenzar: ¿Qué significa invertir en educación? Ustedes, con la ayuda de sus padres y familias, tanto cuando estudiaron en el colegio como en la universidad, invirtieron en educación. Con ello hicieron la mejor inversión posible. En mayor o menor intensidad, según su esfuerzo y dotación natural, adquirieron o desarrollaron atributos como los siguientes:

1. Conocimientos prácticos y teóricos, al igual que habilidades que difícilmente pueden desarrollarse por medios propios.

2. Exposición de la mente a nuevas ideas, no sólo a las leídas en los libros o manuales sino también, a las discutidas con profesores y compañeros de clase.

3. Nivel mínimo de disciplina de estudio y de trabajo, y tolerancia o predisposición al trabajo en equipo.

4. Puestas a prueba de las habilidades mentales, incluyendo las de pensar y evaluar de manera crítica.

5. Definición de metas ambiciosas y de largo plazo y, más importante aún, capacidad para lograrlas.

Estos atributos, en ustedes y sus contemporáneos, son muy importantes. Me temo, sin embargo, que no son suficientes para que la generación de ustedes alcance un nivel de vida significativamente superior al de sus padres y la mía. Para ello se necesitan cambios radicales de actitud, ideas y valores.

Me refiero, en especial, a que cada vez más, una mayor fracción del crecimiento económico de los países proviene del conocimiento o la aplicación de nuevas ideas a la satisfacción de las necesidades humanas. Algunos ejemplos son los siguientes:

1. Los avances en la informática y las telecomunicaciones han permitido que los datos y las ideas viajen alrededor del mundo en pocos segundos. Las transacciones financieras son transmitidas casi instantáneamente en diversos países. El internet ha logrado que información que antes tardaba días, semanas o meses en llegar a su destinatario final, ahora lo haga en fracciones de segundo o en minutos. Por internet viaja continuamente información valiosa sobre las características y precios de un gran número de bienes y servicios, y algunos clientes compran sin necesidad de desplazarse físicamente. Los académicos y profesionales consultan trabajos técnicos y científicos que, de esperar su publicación en revistas o libros, tardarían meses, o incluso años, en conocer.

2. El software de los computadores se ha convertido en el componente más importante y sofisticado del acervo de capital de las empresas. Con ellos ha cambiado de manera radical la forma de producir, tanto en los sectores productores de bienes como en el de servicios. Las empresas llevan su contabilidad en tiempo real y reducen el costo de sus transacciones. Programas de computador de bajo costo realizan operaciones que antes tomaban muchos días y horas de trabajo. El volumen de inventarios se reduce a niveles mínimos, contrayendo de manera significativa los costos sin comprometer la calidad del servicio al cliente. Las entidades financieras prestan cada vez más y mejores servicios. Una proporción mayor del producto es exclusivamente conceptual.

3. La variedad de productos y diseños ha crecido de manera continua con el fin de satisfacer necesidades humanas, algunas de ellas insaciables. Ejemplos se encuentran en todos los sectores productivos, incluyendo servicios impalpables en los campos de la salud, la educación, la diversión y el turismo. Su enumeración completa sería interminable, pero dos casos cercanos a nosotros son ilustrativos. El primero es la cadena mundial de almacenes Starbucks. En ellos se vende café y se obtiene una riqueza superior a la de toda la industria cafetera colombiana. El segundo, también en el sector de alimentos, es Crepes y Wafles. Esta cadena de restaurantes tiene sucursales o concesiones, no sólo en varias ciudades de Colombia, sino también en distintos países. Nótese entonces que en sectores tradicionales existe siempre la posibilidad de innovar y crear riqueza.

En este mundo moderno, una parte cada vez más importante de lo que entendemos como producto, valor y riqueza es intelectual, intangible y conceptual. Para progresar o aprovechar este mundo se necesita mano de obra altamente calificada, con conocimientos técnicos y habilidades para analizar, crear, transformar información e interactuar con otras personas. Contrasta esto con los esfuerzos realizados en los países nuestros, concentrados casi exclusivamente en la producción tradicional de alimentos, minerales, vestuario, vivienda y electrodomésticos. Estos sectores productivos, sin mayor creación de valor producto de la innovación, demandan mano de obra de escasa calificación, o equipada exclusivamente con algún know how técnico y la habilidad de leer manuales, interpretar instrucciones y entender fórmulas.

Todo esto tiene lecciones importantes sobre las características de los trabajadores exitosos. De manera esquemática, y para irme ajustando a la promesa de brevedad hecha al inicio de la presentación, las comprimo en cuatro grupos:

1. Son flexibles y se adaptan fácilmente al cambio y las innovaciones productivas. Aprecian la diversidad de opiniones, experiencias, valores y conocimientos. Comparten sus conocimientos y muestran interés en lo que pueden aprender de personas de otras disciplinas. Conocen que los más grandes avances conceptuales han sido producto de esfuerzos interdisciplinarios, de trabajos de personas con distintos antecedentes educativos, de diversos horizontes y otras ideas.

2. Temen a la obsolescencia laboral. Están preparados para continuar aprendiendo, y reconocen que para mantener su capital humano requieren trabajo fuerte y difícil. Consideran la educación como una actividad que se realiza durante toda su vida.

3. Conocen que la simple experiencia en el sitio de trabajo no es suficiente. Buscan estudios formales y entrenamiento especializado. Muestran interés por disciplinas diferentes a aquellas para las que han sido entrenados.

4. Tienen habilidad para pensar de manera abstracta, y para transformar conocimiento e inteligencia en un proceso de pensamiento donde hay ideas nuevas y soluciones eficientes a los problemas. Cuestionan el status quo de manera informada y con hechos. Desarrollan habilidades para lanzar hipótesis, interpretar y comunicar.

De estos cuatro grupos de características, quisiera solamente hacer unos comentarios complementarios al cuarto. Si bien es cierto que la capacidad de pensar de manera abstracta o innovar tiene que ver con atributos innatos de las personas, y con su educación a temprana edad, también lo es que personas adultas los pueden desarrollar al complementar su formación técnica con la exposición a la literatura al arte, la música, los idiomas y la filosofía. Todas estas disciplinas abren la forma de ver el mundo de las personas, facilita la identificación de la interrelación entre las cosas, ponen los problemas y las soluciones en contextos amplios, predisponen la mente a recibir o formular nuevas ideas. Todos estos son atributos de especial importancia en un mundo donde la creación de riqueza se basa cada vez más en el conocimiento y la creación de nuevas ideas. Donde la experiencia muestra que, incluso en los sectores productivos más tradicionales, hay enorme espacio para innovar y crear riqueza.

Por último, no quiero terminar sin decirles que el aprendizaje y el conocimiento no son suficientes para obtener el éxito, tanto el individual como el colectivo. También depende, y mucho, de la calidad personal del ciudadano.

Los individuos con altas calidades personales obtienen riquezas materiales con el trabajo productivo y honesto. Valoran el esfuerzo individual y colectivo. Juegan limpio. Hacen intercambios en procesos de beneficio mutuo. Huyen a la conducta del “atajo”. No manipulan ni explotan a las otras personas. Son disciplinados y responsables. Respetan a los demás y gozan con los triunfos basados en el esfuerzo individual y limpio.

En síntesis, el bienestar material de cada uno de ustedes, y del país, depende en buena parte de la educación. Esta, sin embargo, debe ser entendida en un sentido amplio, uno que incluya no solo habilidades técnicas, sino también capacidad de pensar de manera crítica y, muy importante, de una buena conducta moral y ética.

Muchas gracias,

José Darío Uribe Escobar

 
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