Por:Julio C. Alonso, Director del Centro de Investigaciones en Economía y Finanzas de la Universidad Icesi.
Redacción: El País
En días pasados he recibido un correo electrónico en forma de cadena que es supuestamente escrito por un directivo de un banco del país. El asunto del correo es ‘Ojo crisis’, y se está regando por la red. No quiero desaprovechar este espacio para aclarar lo errado del correo y de su mensaje apocalíptico.
El correo anuncia la proximidad de un ‘corralito’ bancario en Colombia como el de Argentina en el 2001. Está bien escrito, pero lleno de argumentos descabellados que confunden al público. No hay nada más alejado de la realidad actual de los bancos colombianos que un ‘corralito’. No hay peligro que ocurra en Colombia.
El ‘corralito’ es un término por el cual se conocen a las medidas adoptadas por el gobierno argentino en diciembre del 2001 para evitar la salida masiva de los depósitos de los bancos. Con el ‘corralito’ se limitaba la cantidad de dinero que los ahorradores podían sacar en efectivo. En últimas, el ‘corralito’ intentó evitar el colapso del sistema bancario. Pero, ¿por qué se adoptaron esas medidas?
Es importante recordar dos acontecimientos ‘sui géneris’ en la Argentina del 2001. Por un lado, en Argentina, desde 1991 estaba en vigencia la Ley de Convertibilidad, que implicaba que por cada peso se podía obtener un dólar. Para el 2001, era evidente que la situación fiscal y externa de Argentina no permitiría mantener la convertibilidad por mucho tiempo. Naturalmente, cuando los ciudadanos saben que hoy pueden cambiar sus pesos por dólares en una proporción uno a uno y que de pronto mañana el dólar será más caro, todos saldrán a retirar sus pesos para convertirlos en dólares lo más rápido posible.
Por otro lado, para el 2001 el Gobierno había acumulado una deuda insostenible con los bancos argentinos e internacionales. Se esperaba que el Gobierno declarara el no pago de ésta, lo que implicaría la insolvencia de los bancos. Así, existía una razón de fondo para que los argentinos no quisieran mantener sus ahorros en los bancos. Esto obligó al Gobierno a declarar el ‘corralito’ para salvar el sistema financiero argentino con unos costos sociales muy altos.
Pero la situación actual en Colombia es muy diferente. Los bancos acaban de tener uno de sus mejores años en el 2008, su solvencia es buena y se encuentran bajo la vigilancia de la Superintendencia Financiera. Los depósitos están cubiertos por las reservas y la solidez está garantizada. Es más, en días pasados la Superfinanciera exigió a los bancos que parte de las ganancias del 2008 sean guardadas para blindar aún más el sistema. Las diferencias con el caso argentino son abismales.
No hay que entrar en pánico por correos malintencionados, lo mejor que se puede hacer es borrarlos. El objetivo de esos e-mails es divulgar información falsa y atacar la credibilidad del sistema para crear pánico. Los analistas independientes estamos atentos a encontrar la más mínima señal temprana de problemas del sistema financiero, para que éstas puedan ser solucionadas a tiempo. |