La vida de las personas, los negocios, las relaciones de trabajo, en la familia y de la sociedad en general, entre otras cosas, se rigen hoy a través de las leyes. Por lo tanto, el Derecho es la base para que esas leyes funcionen debidamente. El Derecho regula las normas de comportamiento, le apunta al logro de la justicia y garantiza nuestros derechos. Además, es una herramienta de la sociedad para resolver los conflictos de modo pacífico.

Por lo tanto, cualquier actividad social, laboral, o económica requiere de la asesoría de abogados con una formación integral y ética, que velen por la defensa de los derechos y el logro de la justicia social.

Tal es la importancia del Derecho, que este establece y estructura cuáles son los órganos que pueden hacer cumplir las normas a través de decisiones judiciales y las consecuencias que pudieran generar esas conductas.

Y precisamente frente al actual panorama, Mario Cajas, jefe del Departamento de Estudios Jurídicos de la Universidad Icesi opina que “si bien la pandemia nos ha mostrado principalmente la afectación de derechos como la salud, la vida y la salubridad pública, también otros se han visto comprometidos debido a las restricciones a la movilidad por la cuarentenas: por ejemplo, el derecho al trabajo y la libertad económica”.
Así, recuerda que una parte de los efectos colaterales de las medidas para enfrentar la pandemia fueron las afectaciones económicas. “En la pandemia y la crisis ha habido una dimensión jurídica, que por supuesto también está presente en la reactivación económica: esta se ha dado en virtud de reglas, medidas y de nuevos protocolos”, todo esto regulado por el Derecho, anota el jurista.

De igual manera, y bajo ese marco, subraya Cajas, se han dado discusiones mundiales alrededor de aspectos como la vacunación y su obligatoriedad, o no: “un debate global reciente con una profunda dimensión jurídica, pues hay tensiones entre derechos”.

Por eso, según los expertos, el Derecho es transversal a todo este tipo de situaciones que impactan a la sociedad. Cabe tener en cuenta que la actual coyuntura, la crisis social y económica desnudó de cierta manera muchos problemas ligados al derecho y a la justicia, entre ellos la percepción de inseguridad ciudadana. En ese sentido el profesor Cajas destaca que “a la sociedad le preocupa profundamente la impunidad y espera respuestas del Estado, pero muchas veces se traban discusiones políticas que dejan de lado las causas múltiples del fenómeno y la complejidad de su solución, de modo que fijan la idea de que el problema solo se debe a fallas del sistema judicial”. 

Por otro lado, el docente pone de presente que “este periodo de pandemia sirvió para dar pasos hacia una justicia digital, pues muchas actuaciones de la rama judicial prescindieron de la presencialidad, se volvieron virtuales y se produjeron decisiones judiciales a través de medios digitales. Por ejemplo, las audiencias se realizaron por plataformas virtuales como Teams. Todo esto, si bien permitió agilizar los procesos en los despachos judiciales, supone nuevos retos para el acceso de los ciudadanos a la justicia”.

Todo ese panorama permite establecer que Colombia y el mundo marchan hacia una nueva forma de ejercer el Derecho, y por tanto el desafío es para los actuales y futuros abogados y los jueces.Al respecto el profesor Cajas indica que precisamente uno de los aspectos que se debe considerar en la formación de los próximos profesionales tiene que ver con esos cambios que trajo la crisis.

“La Universidad Icesi ha sido una de las instituciones que a nivel nacional desde hace un buen tiempo lidera una formación de vanguardia en los abogados. No son solo profesionales que conocen el campo jurídico, sino que pueden vincularse con otras disciplinas, es decir que están equipados para enfrentar problemas en diálogo con otros campos del saber. Y es que los problemas contemporáneos exigen miradas desde diversas dimensiones. Por ejemplo, problemas como la inseguridad tienen que ver con aspectos de tipo sociológico, sicológico y antropológico. Lo relacionado con el derecho a la salud también involucra las políticas, la economía y la gestión de las organizaciones. En materia de sostenibilidad ambiental, que no solo es vital para la sociedad sino para el éxito empresarial, concurren saberes que no solo son jurídicos”.

“No solo se deben formar abogados para que sean litigantes, asesores, consultores o investigadores, sino para que tengan mayor incidencia en la toma de decisiones, por ejemplo en casos de política pública, en materia de justicia y de reformas legales; es decir que puedan ir más allá de los oficios tradicionales con idoneidad profesional e idoneidad ética, anota el docente Cajas. En esto último, la universidad cuenta con un centro de ética que contribuye a fortalecer este tipo de formación.

Hoy, la carrera de Derecho en Icesi es de diez semestres, que incluye un semestre en el que realizan una práctica en organización pública o privada. Además, el programa cuenta con veinte años de trayectoria, con 575 egresados Icesistas y con un Consultorio Jurídico ubicado en el centro de la ciudad, el cual ofrece servicios de asistencia legal gratuita a todas las personas de escasos recursos económicos que así lo soliciten; formando así integralmente a sus estudiantes y contribuyendo a la comunidad.

Al respecto tanto Mario Cajas como el profesor Abdón Mauricio Rojas, director del Programa de Derecho de Icesi, recalcan que “es una carrera fundamental para resolver una parte significativa de los conflictos de la sociedad, así como para garantizar los derechos, en la mayor medida de lo posible”.

Y para ello se requiere siempre la intervención de abogados mejor preparados; y más ahora con énfasis en las transformaciones digitales que se han reforzado en los nuevos escenarios que está dejando la crisis por la pandemia.

Campos como la inteligencia artificial, incluso las redes sociales y las aplicaciones (App)son áreas donde los abogados están teniendo un mayor protagonismo e incidencia no solo para defender a las personas ante la captura de datos e información con las que se puede afectar el derecho a la intimidad y a la privacidad, sino también para contribuir con soluciones legales a los avances tecnológicos en beneficio de la sociedad.
Acerca de los cambios en esa carrera y como una manera de fortalecer la formación, los estudiantes en Icesi pueden tomar cursos de especialización desde el pregrado, explica el docente Rojas.

De igual manera, se han venido creando espacios de formación en estas nuevas tendencias, como es el caso del curso electivo ‘Legal-Tech’ y abogados digitales”.

Asimismo, el programa permite a los alumnos identificar sus perfiles vocacionales dentro de las diversas áreas u oficios del derecho, a partir de electivas profesionales. “Buscamos diferenciar con el currículo nuestro las asignaturas que son prioritariamente disciplinares, respecto de otras que van dirigidas más a la formación para el trabajo”.

En otras palabras, que el estudiante defina su propio perfil para establecer si será un abogado litigante, investigador, de firma, de derecho de interés público o privado, entre otras tantas opciones. “Estas reformas en la carrera han facilitado, en un sentido importante, la adaptación responsable de estos procesos formativos ante el actual panorama social y judicial, con asignaturas y objetivos de aprendizaje que les darán mejores competencias a los estudiantes en la realidad del mercado”, puntualiza el docente.