Boletín de prensa # 196

Marcela Granados

 

Dr. Francisco Piedrahita, Rector de la Universidad ICESI y presidente de esta ceremonia

Dr. Francisco Barberi, presidente de la Junta Directiva

Dr. Oscar Varela. Vicepresidente de la Junta Directiva Señores y señoras miembros del Consejo Superior y de la Junta Directiva

Decanos y Decana de las Facultades Señora secretaria general

Señores y señoras directores de programa Profesores y profesoras

Invitados especiales

Un saludo para todos, pero en especial para los casi 800 graduandos, en esta primera ceremonia presencial desde hace casi dos años, desde cuándo empezó la crisis generada por la pandemia.

Un saludo también para sus familias, amigos y demás profesores quienes se encuentran hoy en la distancia, pero con la cercanía que nos permite la tecnología, podrán acompañarlos en este extraordinario momento.

Dr. Piedrahita quiero expresar mi infinito agradecimiento por su gentileza al designarme para hacer este discurso, aceptarla fue de mi total complacencia, beneplácito compartido por mi familia. Fue una sorpresa muy agradable, la cual me llena de orgullo principalmente por ser esta su última ceremonia de grados como rector de una de las mejores universidades de Colombia y sin duda la primera en la región.

Podría exaltar muchísimas cualidades y logros del rector, pero espero en una frase poder sintetizarlas: bajo el liderazgo del Dr. Francisco Piedrahita la Universidad ICESI se transformó… con el estandarte de la alta calidad y la impronta de la ética. Entrega una universidad que dejó de ser reconocida únicamente en ciencias administrativas, para estar a la vanguardia en casi todas las áreas del conocimiento. Alrededor de 21,000 diplomas firmados por él en las diferentes carreras, respaldan el crecimiento y transformación de la universidad. Dr. Piedrahita muchas gracias en nombre de la Región y el País.

Sería imperdonable no referirme, al origen de la debacle mundial que ha causado tanto daño y que condujo a decisiones, algunas incómodas, que cambiaron nuestro día a día. Nadie hubiera imaginado un cambio tan drástico en la educación, ustedes graduandos, merecen toda mi admiración y respeto.

Deseo expresar mis condolencias a las familias que han perdido a sus seres queridos, algunas con el dolor adicional producido por la sensación de soledad y abandono durante su atención, debido a las restricciones necesarias dentro de los hospitales. Sólo los buenos recuerdos y el amor fraternal les darán la fuerza para continuar.

Igualmente me es imperativo exaltar la labor de todos mis colegas del sector de la salud, pero principalmente de aquellos, quienes en los servicios de urgencias y cuidado intensivo se comprometieron con vocación y entrega para salvar muchas vidas, turnos interminables, utilización de los incómodos pero necesarios elementos de protección personal, sensación de impotencia y frustración frente al aumento de la mortalidad, temor por su propia salud y la de sus familias lo que obligó a muchos a aislarse de ellas, son algunas de las demostraciones del indiscutible compromiso con la profesión, con la sociedad y con la vida.

Hoy hay entre ustedes un grupo de graduandos, médicos y especialistas que tuvieron la oportunidad histórica de vivir esa experiencia en la Fundación Valle del Lili, su hospital universitario, como estudiantes de pre y postgrado. Su participación fue muy importante para la institución.

Sin embargo, debo resaltar la importancia del trabajo multidisciplinario y colaborativo indudablemente fortalecido con la universalidad del conocimiento. El retorno de muchos pacientes a sus hogares se ha logrado con el trabajo articulado del personal de la salud, pero sin duda sumado al de otras profesiones como las que ustedes están culminando el día de hoy. Detrás de la atención directa de los pacientes existe un entramado de procesos que requiere del concurso de muchos saberes acoplados entre sí.

Esta descripción de perfecta orquestación, se repite en todos los campos…por más virtuoso que sea un músico con su instrumento, nunca…NUNCA podrá interpretar una sinfonía solo…

A partir de este momento, ustedes como profesionales, especialistas y Maestros, esfuércense por extraer la mejor capacidad de todos los miembros de sus equipos, estimúlenlos, reconozcan el valor de su trabajo, para que el resultado final sea una maravillosa sinfonía.

Hay algo en la naturaleza que nos permite siempre sorprendernos, los fractales, la repetición infinita de figuras que aparentan ser irregulares, pero que al final conforman estructuras perfectas. Este concepto traslado a unidades funcionales, significaría que cuando los microambientes dentro de una organización actúan en forma coordinada, su repetición y articulación producirían un resultado funcional semejante a la perfección de la naturaleza. No permitan que la individualidad y el ego obstaculicen su camino hacia el éxito.

Durante el paso por esta universidad, ustedes adquirieron muchas competencias profesionales en las diferentes estructuras curriculares. Las competencias son combinaciones dinámicas de recursos individuales, complejos sistemas de comprensión y de acción: “El saber pensar”, es decir los conocimientos, conceptos y teorías, “el saber hacer”, o sea, las habilidades para ejecutar procedimientos y técnicas en general y “el saber ser”, que está relacionado con las actitudes y valores. Los dos primeros componentes pueden cambiar con el tiempo, la generación de conocimiento obliga al dinamismo y al cambio. El último, “el saber ser”, no.

El “saber ser” está enmarcado en las capacidades emocionales, en lo que se denomina habilidades blandas, o sea aquellas destrezas que tiene un individuo para interactuar efectivamente a nivel personal y profesional. Viene a mi memoria nuevamente la música. Benjamin Zander, un destacado director de orquesta y conferencista, quien ha enamorado a muchos escépticos de la música clásica con sus enriquecedores conciertos didácticos, él tiene una frase en relación a la interacción entre las personas cuando se quiere alcanzar un objetivo: “Si los ojos le brillan, entenderás que lo estás logrando.” En su teoría de los “ojos brillantes”, aconseja a las personas a relacionarse con y desde la emoción, a empezar y a terminar con los sentimientos… y dice Zander, “de esta forma se podrán ver las lágrimas en los ojos ante el placer que supone un logro”.

Estimados graduandos, cada vez con más frecuencia en los perfiles profesionales se hace necesario demostrar este tipo de destrezas sociales, que, acompañadas de conocimiento técnico, integridad, valores, humanismo y principios éticos, los hará extremadamente competitivos y con seguridad más felices.

Mi última reflexión está relacionada con una columna publicada por Moisés Waserman en la que hace referencia a un libro que llamó mi atención, escrito por Andy Norman, PhD en filosofía quien dirige la Iniciativa de Humanismo en la Universidad Carnegie Mellon en la ciudad de Pittsburgh, él investiga sobre los orígenes evolutivos del razonamiento y las normas que hacen más fructífero el diálogo entre las personas.

El libro se titula INMUNIDAD MENTAL: IDEAS INFECCIOSAS, PARÁSITOS MENTALES Y LA BÚSQUEDA DE UNA MEJOR MANERA DE PENSAR.

La inmunidad, concepto muy consultado recientemente, se refiere de manera sencilla, a la defensa que tienen los seres vivos y en especial los seres humanos, contra las enfermedades infecciosas. Parte de esta inmunidad es innata como son las barreras naturales, piel y mucosas y otra parte es adquirida a través de anticuerpos, formados con el estímulo de las vacunas o de los mismos gérmenes que causan la enfermedad, para de esta forma, evitar futuros contagios.

Norman refiere que, en la mente, las “malas ideas”, son como los gérmenes o parásitos y tienen todas sus propiedades: necesitan de un huésped, pueden replicarse dentro del huésped, pueden inducir al huésped a difundirlas a otras mentes y por supuesto, pueden afectar el pensamiento del huésped.

Piensen en una escena muy común: hay un individuo frente a su celular, aparece una alerta de mensaje entrante, realiza una lectura rápida del mismo, hace “click” en me gusta, hace “click” en reenviar, tiempo invertido, 5 segundos…

El autor intenta definir y caracterizar en el texto, qué es una “mala idea”, lo cual debería ser el quid del asunto, sin embargo, para hacerlo simple, aceptemos como sinónimo el término “absurdo”.

Para contrarrestar entonces este “absurdo” se requeriría de un sistema de defensa o inmunidad mental.

¿Para qué sirve esta analogía?

Probablemente entregue una base para plantear hipótesis que motiven investigaciones con fundamento científico, relacionadas con el comportamiento humano, poder explicar, por ejemplo:

¿Por qué se difunden o “viralizan” tan fácilmente en redes sociales, memes, noticias falsas o comentarios sin fundamento?

¿Por qué algunos individuos son altamente susceptibles a las “malas ideas” y otros tienen una gran resistencia a ellas?

Toma vigencia un pensamiento de Voltaire muy conocido que aparece en el epígrafe del libro de Norman: “Quien pueda hacer que creas en absurdos, puede convencerte de cometer atrocidades”.

El reto está en cómo crear esa inmunidad mental, y plantea que las ideas deben siempre soportar el cuestionamiento, debemos aprender a escuchar nuestras propias dudas, a hacernos preguntas. Las dudas actuarían como anticuerpos de la mente. Adicionalmente, deberíamos asegurarnos siempre de estar razonando para descubrir, en lugar de razonar para ganar y sólo aceptar nuestro pensamiento.

De esta forma, esta inmunidad podría funcionarnos como un antídoto contra la desinformación, contra el odio y la división, en este mundo globalizado y enmarcado en una carrera contra el tiempo, que a veces nos impide utilizar lo más preciado de la raza humana, su capacidad de razonar.

La educación con pensamiento crítico y esa es la que ustedes han recibido, los prepara para desarrollar inmunidad mental.

Queridos graduandos:

No le teman al futuro, la incertidumbre de estos tiempos ha hecho desfallecer a muchos, pero con sus fortalezas en medio de oportunidades emergentes, encontrarán el camino, piensen en grande y no dejen que la inercia del pesimismo bloquee su creatividad...

Ustedes han sido educados con los mejores estándares de calidad, y tienen la responsabilidad con la humanidad, con su universidad, con sus familias y con ustedes mismos, de revertir ese privilegio, contribuyendo con la transformación de la sociedad. Sigan aprendiendo, estudiando, investigando, compilando y analizando información, sin olvidarse de vivir, de ser felices, compasivos, humanos y solidarios.

¡¡Siéntanse orgullosos de ser ICEISTAS!! y como egresados apoyen a la universidad, vuelvan a ella, contribuyan a la conformación de redes, de tal forma que muchos otros puedan tener la misma oportunidad.

¡¡Muchísimas felicitaciones!!

¡¡Dr. Piedrahita gracias por siempre!!