Boletín de prensa #040 Gloria Guevara, docente de la Facultad de Ciencias Naturales, analiza para el periódico El País, el problema de abastecimiento de agua de la ciudad .   OLYMPUS DIGITAL CAMERA Cali, una ciudad bañada por siete ríos y que cuenta con  varios humedales es una ciudad donde el agua pareciera ser un recurso ilimitado. Sin embargo (he aquí la paradoja), el racionamiento y dificultades para tener acceso a dicho líquido se ha convertido en el pan de cada día de muchos citadinos, sobre todo los más humildes que viven en zonas donde no existen fuentes limpias de agua. Es triste ver que  sólo en ese momento en que te cierran el grifo, comprendes en realidad la magnitud de la problemática. El hecho de no tomar una sola gota de agua en un día, permite reflexionar sobre las consecuencias de la falta de cultura ciudadana, administración y gestión del sistema administrativo del municipio y a un más falta de conciencia individual.
El abastecimiento de la ciudad  depende de los Río Cauca, Río Meléndez y Rio Cali las tres cuencas presentan  problemas de deforestación,  pérdida de calidad por minería ilegal, exceso de uso del recurso, y utilización como sistema de alcantarillado, a este último uso de las cuencas  se le unen los  ríos  Cañaveralejo,  Lili, Aguacatal, y por último el río Pance que es un río con problemas de cantidad, y calidad debido a la actividad económica en la zona que se basa en  el turismo que no está garantizando la preservación de la cuenca a largo plazo.
Entonces el problema de abastecimiento de agua de la ciudad no solo es de cantidad por el fenómeno del niño actual, también es un problema de calidad, problemas de vulnerabilidad debido a los manejos inapropiados de los nacimientos y a lo largo de las cuencas que se han transformado en alcantarillados en sus recorridos. En fin la ciudad tiene problemas del agua donde se mezclan diferentes factores y actores, lo que hace más complejo su procesos de recuperación, debido a que no solo son las afectaciones climáticas que a pesar de ser previstas no han sido manejadas con medidas de choque que garanticen el cuidado del recurso, también tenemos diferentes actores que intervienen en su sistema de desarrollo, entre ellos tenemos los campesinos aguas arriba o cerca a sus nacimientos que no  cuentan con herramientas que generen ingresos  y permitan su subsistencia sin tener que intervenir el bosque que protege las fuentes de agua y que debido a esto pierden caudal y capacidad de recuperación. Están los ciudadanos de Cali que no tenemos suficiente conciencia de ahorro, cuidado y aun mas no somos conscientes de que el agua es un servicio ambiental por el que deberíamos pagar a quienes la cuidan, pues se considera que por ser un derecho fundamental quienes la tienen no deben recibir insumos para su cuidado, y que solo debemos pagar a las entidades que nos purifican y bombean el recurso. También contamos con un sistema administrativo algo insuficiente debido a que su  gestión no llega a todos los actores y que en  la toma de decisiones ante problemas que deberían de haber sido tratados hace  tiempo no se ha realizado con la premura debida, muy posiblemente por falta de continuidad  de las diferentes propuestas que han tenido las administraciones de turno y que han permitido el deterioro del sistema hídrico de la ciudad, lo que permite observar  falta de  planeación y gestión. Igualmente contamos como  actores de esta problemática a  todas las personas que de una u otra forma llegan a la ciudad y se arraigan en ella, como  desplazados e inmigrantes de otros entornos que consideran que por llegar a la ciudad pueden asentarse en  zonas de riesgo y protección que tienen las cuencas y fuentes de agua como humedales y  reservas forestales,  por otra parte están las industrias y empresas que producen residuos líquidos tanto dentro como aguas arriba de las fuentes, que en buena parte no cuentan con sistemas de limpieza del agua que utilizan y la vierten a las alcantarillas y que luego llegan a  los ríos sin tratamiento adecuado, pues dejan todo este trabajo a las empresas municipales que tratan  las aguas residuales de los alcantarillados, y en el caso de  Cali a un no se cuenta con una cobertura del 100% de estas agua lo cual aumenta el  deterioro de las cuencas agua abajo. Entre otros actores  están las instituciones educativas pues es necesario que los niños y jóvenes comprendan que el futuro que les espera no será nada fácil desde la mirada del recurso que se debe compartir y que es escaso  y por último los programas de educación de los entes gubernamentales  relacionados con el agua que deben promover  el cuidado del agua  y el medio ambiente en todos los estratos con que cuenta la ciudad y no logran cubrir todo el entorno, ya que es necesario hacer conciencia ciudadana en el cuidado del recurso, permitiendo que la cultura del cuidado del agua sea algo común y normal para los ciudadanos. Entonces para visionar las problemáticas de los siete ríos de  Cali debemos tener presente que somos muchos los que intervenimos en este accionar y que debemos empezar por procesos de educación en los diferentes  espacios de actores  teniendo presente sus problemas en particular, ahora bien en el caso de los campesino y mineros ilegales  debemos hacer educación, pero ante todo debemos garantizar sus ingresos ante el cuidado del medio donde corren estos ríos,  sin forma de mitigar el hambre de las poblaciones aledañas a nuestras fuentes será imposible realizar intervenciones que garanticen la continuidad y cambio en  el pensamiento de estas personas. Pensar en traer agua de otros lugares es una buena idea pero no debe dejarse de lado que estas aguas también se pueden agotar por los mismos factores que han causado el agotamiento de los ríos de Cali.  Debemos tener presente que a todos los actores se les debe educar, cobrar por el servicio ambiental, y en el mejor de los casos estimular por el buen manejo del recurso, para lo cual se deben fortalecer las redes de educación y  direccionamiento de los recursos que garanticen el cuidado de las cuencas y sus alrededores garantizando su conservación y preservación a largo plazo. Es de vital importancia que los ciudadanos nos eduquemos en el ámbito ambiental y en los procesos administrativos que se deben implementar  para proteger y valorar más este elemento esencial que permite no solo que podamos vivir dignamente sino que también podamos vivir en armonía con todo el planeta y no tener ante nuestros ojos un panorama  oscuro por no decir negro ante las necesidades de abastecimiento de una ciudad que crece y debe solucionar de raíz esta problemática. La nota completa en: El País