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“La importancia de los procesos que se lideran desde la Fundación es garantizar que nuestra cultura no desaparezca, sino que permanezca en el tiempo, y visibilizar el peinado como arte y como legado cultural de resistencia, rescate y recuperación de la cultura afro”

– María Elena González

María Elena González es una lideresa social de Jamundí, Valle del Cauca y creadora del emprendimiento Belleza Negra y de la Fundación Mosa Prieta, la cual busca el fortalecimiento cultural, el empoderamiento y la visualización de la mujer como eje importante en la transformación social. Su trabajo se centra en posibilitar que niñas y adolescentes del territorio se conviertan en agentes de cambio dentro del mismo.

El Centro de Estudios Afrodiaspóricos – CEAF de la Universidad Icesi, tuvo la oportunidad de generar una conversación con María Elena González para visibilizar su historia de vida y liderazgo: 

CEAF: ¿Qué nos puede contar de su historia de vida y que la llevó a ejercer su liderazgo?

María Elena González:  Actualmente, tengo un emprendimiento llamado Belleza Negra en el corregimiento de Villa Paz (Jamundí - Valle del Cauca), el cual surge de las necesidades económicas que tuve cuando salí de estudiar y de mi sueño de convertirme en trabajadora social. Sin embargo, el olvido estatal no permitía que muchos jóvenes antes, y tampoco hoy, accedieran a la educación superior. A mí me etnoeducaron, pero el Icfes no me etnoevaluó, y eso es decisivo en el ingreso a la educación superior en el país. 

De esas carencias de posibilidades, en medio de estos procesos de discriminación, lo que hago es activar mi capacidad de lucha. En ese momento me di cuenta que sabía peinar y que ese conocimiento me ayudaría a hacer mi sueño realidad. Entonces comencé a hacerlo de casa en casa con mi bolso y mi peineta. Después alquilé un local y busqué aliadas, en su mayoría, madres cabezas de familia que tuvieron sus hijos e hijas a temprana edad y que ven en el peinado una posibilidad para cumplir sus sueños. A raíz de este emprendimiento nació, como responsabilidad social, lo que en su momento se llamó Belleza Negra Teens, y que desde 2020 es la Fundación Mosa Prieta, que significa belleza negra, en palenquero. En la Fundación nos reunimos con niñas y jóvenes, no sólo para peinar, sino para que se proyecten como sujetas activas en el territorio, para que forjen su proyecto de vida y para que tengan formación en derechos y en la ruta de atención cuando les son vulnerados.

CEAF: El hilo conductor entre su emprendimiento y su fundación son los peinados. ¿Por qué los peinados?

María Elena González: Primero, son las mujeres de mi pueblo las que se hacen peinar y fue de las mujeres de mi pueblo de quienes aprendí el arte de peinar. Soy peinadora. Si usted conoce la historia de los peinados se da cuenta que poseen una profundidad cultural de resistencia, supervivencia y lucha afro importante. Vale la pena recordar en el tiempo esta historia, reivindicar y dar el calificativo de artistas a las peinadoras, porque lo que hacemos en la cabeza de las personas o las manualidades que hacemos con los peinados son obras que garantizan que nuestra cultura afro no desaparezca, sino que permanezca en el tiempo.

Segundo, yo no nací queriendo mi cabello, por eso yo usaba extensiones lisas. El proceso para empezar a querer mi cabello no lo hice en un día, tomó mucho tiempo. Justamente, por eso no cuestiono a las mujeres afro que aún usan extensiones lisas. Quizá ellas, como yo, no nacieron queriendo su cabello. Quizá, al igual que yo, le dijeron que su cabello era malo y que así no podía entrar a ciertos círculos sociales. Quizá no han tenido esa posibilidad de participar de procesos de aprendizaje y desaprendizaje, como los que realiza Mosa Prieta, que le permitan saber que su cabello es lindo, que es símbolo de resistencia y que las trenzas tienen una historia. 

CEAF: El proceso que usted lidera tiene un enfoque de género, pero hay un interés en que sean las más jóvenes las que participen de los procesos. 

María Elena González: Nos hemos ido empoderando y dando cuenta que estos procesos deben empezar en las niñas porque, si bien no es imposible, es difícil que una mujer de 35 años cambie esa manera de pensar sobre sí y su cabello, ¡se lo dijeron 30 años de seguido! Las heridas que deja esta forma de discriminación en una como niña son tan grandes que empezamos a generar rechazo por nosotras mismas. Por eso este proceso nace con niñas. En una sociedad que racializa, es importante el reconocimiento de la autoestima, de que estas niñas se sientan valiosas indistintamente de lo que piense el resto de la sociedad, que se sepan hermosas, a ellas y a sus peinados. Cuando por 30 años me han dicho que ciertas cosas en mí son malas, en un día no voy a dejar de pensar eso. Ser afro, ser mujer y ser joven en nuestro país es una carga más para poder saltar la brecha.

Pero este mismo proceso es también más fácil empezarlo con niños mestizos e indígenas, para que aprendan que todos somos iguales, pues si a los niños que les inculcan que los seres humanos de las pieles más blancas son superiores a los de pieles más oscuras, será más difícil hacerles entender cuando estén mayores que esta idea no está bien. La educación es transformadora cuando se hace desde la primera infancia, enseñando a los niños que no hay superioridades y que, dentro de esta igualdad, hay diferencias que deben ser respetadas. Mi manera de afrontar la brecha es desde esa primera infancia.

CEAF: Según esto, ¿de qué manera estas niñas se convierten en sujetas activas en el territorio, forjan sus proyectos de vida y se forman en derechos para afrontar estas brechas y discriminaciones?

María Elena González: Una forma de hacerlo es contando las historias reales a esta nueva generación y que esta cuenta esas historias para que haya una verdadera citación de lo que somos.  No nos contaron las historias reales de nuestros antepasados, que fueron de gran importancia en la construcción de esto que hoy llamamos país. Tampoco que, gracias a las mujeres que guardaron semillas en sus cabellos para conservar la seguridad alimentaria de un territorio, tenemos la fortuna de comer hoy algunos alimentos. Si conocemos la historia real, lo que digan de los negros no va a desestabilizarnos.

CEAF: ¿Cuál es la importancia de continuar con los procesos que usted lidera?

María Elena González:  La importancia de los procesos que se lideran desde la Fundación es garantizar que nuestra cultura no desaparezca, sino que permanezca en el tiempo, y visibilizar el peinado como arte y como legado cultural de resistencia, rescate y recuperación de la cultura afro. Del mismo modo, trabajar con estas niñas y jóvenes garantiza que cerremos la brecha y empecemos a sanar sus heridas desde la primera infancia, porque una niña empoderada corre menos riesgo de ser vulnerada. Ellas se están empoderando al conocer su historia, sus derechos y a dónde deben acudir en caso de vulneración

Y no sólo esto. Saber que una niña que está en nuestro proceso hoy está liderando otro autónomamente nos da a entender que el trabajo no está siendo en vano y que ellas también sienten pertenencia por su territorio, lo que es importante porque sabemos de comunidades en las que sólo han quedado adultos. Esto, porque le hemos dicho a nuestros niños y niñas que para ser alguien en la vida debían de irse, precisamente por todos los procesos de discriminación y de violencia que emergen dentro de los mismos. Aquí los y las niñas se están convirtiendo en sujetos de cambio desde adentro y están aportando con sus ideas a la transformación social y a la reconstrucción del tejido social que requiere nuestra sociedad.

CEAF: Da la impresión que la autogestión aparece como una de las herramientas principales del territorio.

María Elena González: En general, en el territorio todo se ha hecho de manera autogestionada, haciendo que las cosas sucedan. Sería bueno que un proceso como estos tuviera apoyo estatal, pero no es así. Entonces no podemos cerrar los ojos y esperar a que llegue. Eso es lo que estamos queriendo transmitir a nuestras niñas: que, ante la invisibilidad del Estado, nosotras podemos ser visibles y que, ante la inoperancia en nuestro territorio, nosotras podamos luchar por lo que queremos.

Cuando hacemos estos procesos y nos damos cuenta de que sí podemos luchar, de que con lo que tenemos en el territorio podemos ayudar a hacer los sueños realidad, nos estamos saltando el lindero al Estado y hacemos que estos procesos sean fundamentales.

CEAF: Continuemos hablando de los impactos generados por los procesos de Mosa Prieta.

María Elena González: Podría decirte que el mayor impacto generado es cuando vino el periódico X, el canal Y, o que el mayor impacto es que hoy hago parte de Acumen, una reclutadora de líderes internacional. Sin embargo, el mayor impacto lo vemos en las vidas de mujeres.

El que 50 niñas puedan hablar con propiedad acerca de su cultura es un impacto generado. El que sepan de sus derechos y dónde acudir en caso de vulneración es un impacto generado. El que las madres de estas niñas hayan dado su voto de confianza para que ellas inicien este proceso es un impacto generado. El que las niñas que vienen pregunten cuándo tienen su club es un impacto generado. El que una niña le puede decir a su papá cuando le está gritando o cuando violenta a su mamá, que eso no está bien, es un impacto generado. El que una niña a la que le dicen que no es linda, responda que sí lo es, orgullosa, que sí es linda y que su cabello hace parte de su esencia… Quienes fueron madres a temprana edad y sus parejas les abandonaron y que a través de los peinados buscan una posibilidad para ganar recursos, garantizando así la seguridad alimentaria de sus familias, para mí es el mayor impacto que se haya generado.

CEAF: Ahora quisiera que habláramos sobre la equidad, ¿qué es para usted?

María Elena González: Es darle a cada una y uno lo que se merece de acuerdo a su condición. Es decir, la equidad no es que a todos se nos dé por igual, sino que, de acuerdo a unas realidades del contexto: sociales, físicas o emocionales, se le dé a cada uno y una teniéndolas en cuenta. 

CEAF: Teniendo en cuenta esto, ¿cómo Belleza Negra y Mosa Prieta contribuyen a una sociedad más equitativa?

María Elena González: Estamos contribuyendo porque ante las situaciones reales que vivimos damos una luz de esperanza con un saber propio no sólo para nosotras, también para otros. Asimismo, estamos permitiendo que la cultura, un factor tan importante para que el desarrollo de un territorio no desaparezca, sino que, como he dicho, permanezca en el tiempo. Aunque estos procesos no se dirigen directamente a toda población ni a toda la niñez, estamos causando impacto social y estamos aportando un grano de arena al territorio y a nuestro país, porque las niñas de Villa Paz hacen parte de Colombia.

CEAF: ¿Cómo siguió aportando a la construcción de esta sociedad equitativa durante la pandemia? ¿Cómo ha liderado en épocas de COVID-19?

María Elena González: Cuando la pandemia llegó para cambiarnos la vida pensamos cómo hacer para que, en medio de esto, las niñas no se sintieran olvidadas y continuaran con su proceso formativo. Así que decidimos usar guías de trabajo, lo cual es significativo porque muchas veces, cuando todos y todas están en casa, se activan las violencias. Entonces, cuando inició la pandemia le enviamos a cada niña una de estas guías y, con apoyo de unos aliados de la ciudad de Bogotá, también repartimos cuadernos, colores y lápices con los protocolos de bioseguridad debidos. De esta manera, pudimos continuar con el proceso formativo de las niñas durante la pandemia.

Una vez hubo una mayor apertura a las restricciones, un aliado en Bogotá empezó a apoyarnos con unos talleres virtuales. Cabe mencionar que el salón de belleza es, al mismo tiempo, el centro de aprendizaje. Allí nos reunimos las 35 niñas para hacer este proceso formativo frente al único computador con el que contamos y con el protocolo de seguridad.

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