Colombia ratificó el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco (CMCT) en el año 2008 (WHO, 2003; aprobado por la Ley 1109 de 2006 y promulgado por el Decreto 2871 de 2008), con lo cual el Estado asumió el compromiso de acoger las mejores estrategias para la reducción del consumo de cigarrillos y otros derivados del tabaco. Una de estas, la más costo-efectiva, es implementar impuestos selectivos a productos de tabaco para aumentar su precio, reducir su asequibilidad y su consumo (OMS, 2017; OMS, 2021).

Dada su efectividad, la industria tabacalera realiza esfuerzos para impedir o revertir la correcta implementación de estos impuestos (Maani et al., 2022). Uno de los argumentos que con frecuencia utiliza la industria para lograr ese propósito, es que mayores impuestos conducen a un mayor comercio ilícito de productos de tabaco (Gilmore et al., 2015). Esta idea, usada globalmente por la industria, se respalda mediante el financiamiento directo o indirecto de mediciones de comercio ilícito que tienen problemas de calidad (Ross, 2015) y que llevan a sobreestimar su penetración en el mercado (Drope et al., 2022; Gallagher et al., 2018

El estudio contribuye a otros estudios de cajetillas desechadas, realizados en otros países de ingresos medios y bajos con estructuras de comercialización similares a la de Colombia, como es el caso de Argentina (Pizzaro et al, 2021, 2022), Bangladesh (Abdullah et al., 2020), México (Sáenz de Miera & Reynales, 2019; Sáenz de Miera, 2021), Brasil (Szklo et al., 2020) y Ecuador (Villacrés & Salgado, 2021). El desarrollo del estudio sigue las recomendaciones de Stoklosa et al. (2020), buscando la mayor comparabilidad con estudios previos. En la siguiente sección se describen en detalle las decisiones metodológicas específ icas y, posteriormente, se presentan resultados y conclusiones del mismo.