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Autora: Victoria Eugenia Soto
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Y va uno más, Sura-EPS, con aproximadamente 6 millones de afiliados, anuncia que sale de manera ordenada del sistema de salud colombiano como aseguradora. Es la segunda EPS que toma esta decisión en menos de tres meses, es decir, cerca de 8 millones afiliados hemos recibido un correo o un mensaje de texto, con una despedida nostálgica, con la promesa de la garantía del servicio salud y explicándonos que sin querer nos deben decir “adios”. La preferencia por una salida ordenada versus una intervención del gobierno, parece una decisión responsable desde la perspectiva privada: se conserva el poder de decisión en el cómo gestionar los compromisos contractuales y se mantienen a la cabeza a quienes conocen las compañías para este nuevo proceso, “la salida”. Pareciera que se premia el conocimiento de las empresas y no se deja en manos de un interventor el marchitamiento de las compañías. La historia de las EPS intervenidas es que terminan liquidándose.
Las preguntas que surgen son i) ¿a qué EPS nos van a trasladar? En este momento hay 7 EPS, que cubren mas del 49% de la población, ya se encuentran intervenidas. Una EPS intervenida no puede recibir nuevos afiliados hasta que finalice su intervención. En esta situación, la posibilidad de elegir la EPS se está agotando. ii) A la EPS que me trasladen, ¿tendrá esta EPS prestadores contratados cercanos a mi lugar de residencia o trabajo? tendré que desplazarme mucho en la búsqueda de atención?
Los procesos de intervención y salida ordenada implican un cambio en los procesos, actores y prioridades de una compañía. El relacionamiento entre la EPS intervenidas y de salida y los prestadores cambia. Las decisiones toman más tiempo, la confianza se deteriora y los compromisos se dilatan. Alguien que ya sabe que se va o se irá, ¿cuál es su vocación para continuar haciendo la tarea de la mejor manera posible?
La relación entre EPS y prestadores se esta deteriorando. La alusión a problemas presupuestales para realizar los pagos a la prestación, se traducirá en problemas de acceso. Hoy no me atienden aquí, debo ir allá, gasto más en transporte, tiempo y paciencia. Y esto es para los que no tenemos una enfermedad crónica, porque de lo contrario súmele el peso de una enfermedad. Los gastos de bolsillo o pagos directos para salud van aumentar. Paradójicamente, con el sistema, pese a sus problemas, entre el 2010-2020 los gastos de bolsillo en salud se redujeron en 22% de acuerdo a la encuesta de calidad de vida.
Será que estos cambios, en administración y operación de las EPS, ahora en cabeza del gobierno está logrando mejores resultados ¿Estaremos teniendo un mejor agendamiento de las citas? ¿El acceso y la calidad de los servicios de salud ha mejorado? Es responsabilidad del gobierno nacional garantizar la salud, el ministerio de salud es el capitán de ese barco, ¿a dónde nos llevará?