Ley 87 de 1999
Ratifica la línea de severidad en el tratamiento penal de los delitos contra el normal desarrollo de las relaciones sexuales, la familia, la infancia y la juventud. En sentido general, el Código Penal ofrece tutela penológica en lo que respecta a la protección a todos los derechos humanos y, conforme a estos propósitos y principios, recoge numerosas figuras delictivas que, según la Convención de Palermo y su protocolo, se relacionan con la trata de personas, por ejemplo, el proxenetismo.