Un estudio del Observatorio para la Equidad de las Mujeres reveló que el 24% de las mujeres en Cali se asumen en la tarea de estar preparando a sus hijos para que las mantengan económicamente en la vejez. Este porcentaje es mayor que el de aquellas que aportan dinero en un fondo de pensiones obligatorias, que es el 18%.
“Las mujeres, sobre todo en los sectores populares, suelen creer que su seguro para la vejez es tener muchos hijos, ya que tienen mucho trabajo de cuidado y no pueden acceder al sector laboral formal. Sistemáticamente, ellas tienen mayor desempleo que los hombres y se desempeñan en el sector informal. Esto hace que se queden sin la cobertura en salud y en el sistema pensional”, explicó Lina Buchely, directora del Observatorio para la Equidad de las Mujeres.
El estudio incluyó a 400 mujeres residentes en Cali, mayores de edad, de todos los estratos socioeconómicos. De las encuestadas, el 33% aseguró que su plan de sostenimiento económico en la vejez era el ahorro y un 7% afirmó que estaba aportando a un fondo de pensiones de manera voluntaria.
“El porcentaje de mujeres que están ahorrando debe mirarse con detenimiento: las mujeres tienen un mejor patrón de ahorro y de pago de crédito que los hombres, pero sus comportamientos de gasto tienden a priorizar los eventos familiares. Por ejemplo, ellas son las que compran los muebles de la casa, pagan las fiestas de los niños y cubren los imprevistos locativos. Este ahorro no se convierte en una inversión ni llega a la vejez, sino que termina destinado a gastos cotidianos y eso precariza la situación de las mujeres”, agregó Buchely.
Por otro lado, ocho de cada diez encuestadas aseguró tener hijos y el 33% tiene tres o más. La mayoría (56%) tuvo el primer hijo entre los 18 y 24 años. Este panorama adquiere mayor sentido si se compara con la situación de cuidado: el 43% de las encuestadas aseguró que no dedicaba tiempo en el día para actividades de ocio y autocuidado.
“La situación es preocupante porque estas mujeres no tienen acceso al sistema de protección social y, por lo tanto, existe la posibilidad de que su vejez sea precaria y con una vulnerabilidad muy alta. Además, esto indica que seguimos viviendo en un sistema que espera que sean las familias las que se hagan cargo de los cuidados y no el Estado”, indicó Natalia Escobar, coordinadora de Medición del Observatorio para la Equidad de las Mujeres.
Estudios realizados en Colombia han demostrado que las mujeres, aunque estén cotizando en el sistema pensional, tienen el 45% menos de probabilidades que los hombres de lograr una pensión. Esto ocurre porque su periodo de cotización se frena con el matrimonio o la maternidad, así que sus contribuciones resultan insuficientes para alcanzar a pensionarse.
“Ahora que estamos en el Mes de las Madres queremos recordarle al Estado y a los gobiernos que es muy importante impulsar medidas para que las mujeres madres, que son las que más trabajo de cuidado gratuito realizan en la sociedad, tengan acceso a sistemas de protección social. Si les queremos dar un regalo, que sea la posibilidad de tener una vejez en paz, con ingresos propios y con autonomía física”, agregó Escobar.
Lina Buchely:
Es lo que se ha denominado como brecha pensional y tiene que ver con la escasa participación de las mujeres en el mercado laboral formal. Sistemáticamente, las mujeres tienen un mayor desempleo que los hombres, casi el 20%, para los varones está en 14%, y la presencia del sector informal es tremendamente alta. Básicamente la relación que se tiene de participación de las mujeres en el sector informal es de 6 a 4, de cada 10 personas que están en el mercado informal, 6 son mujeres. Eso qué hace, que las mujeres se queden sin la cobertura de lo que ofrece el mercado laboral formal, que es fundamentalmente un aseguramiento de riesgos profesionales en salud, una participación en salud al esquema contributivo que tiene mayores coberturas y, sobre todo, el aseguramiento en la vejez que es la participación en el sistema pensional. Entonces las mujeres sobre todo de los sectores populares suelen tener esa frase y es que su seguro para la vejez es tener muchos hijos, haciendo una suerte de estratagema entre voy a tener mucho trabajo de cuidado, las mujeres asumimos que no podemos acceder al sector laboral formal en algunos sectores, sobre todo en los sectores populares, ergo mi vejez va a estar dada por el aporte que puedan darme mis hijos en el futuro. Esa brecha pensional tiene unas particularidades muy importantes. Aún en las mujeres profesionales de las capas medias, la contribución al sistema pensional es errática porque tenemos picos profesionales que se detonan después de el egreso de las universidades, de la educación terciaria, y después empiezan a decrecer con el matrimonio y con la maternidad, entonces la mayoría de las mujeres, aun las que cotizamos a pensión tenemos casi el 45% menos de probabilidad de lograr una pensión que los hombres, eso quiere contribuir que contribuimos en una etapa de nuestra vida, después nos retiramos, es muy difícil regresar y ese dinero queda para pensionar a varones.
Patrones de ahorro:
Las mujeres tenemos mejor patrón de ahorro y mejor patrón crediticio de pago de crédito que los varones y gastamos o tenemos unos comportamientos de gasto que tienden a priorizar los eventos familiares. Por ejemplo, las mujeres son las que compran los muebles de la casa, las que pagan las fiestas de los niños, las que tienen dinero para los imprevistos locativos. Esto es importante porque el ahorro no se convierte en inversión, sino que es un ahorro de un tiempo muy corto, destinado a gastos cotidianos, entonces el ahorro para el emprendedurismo nunca se convierte en un capital semilla que pueda llevar a tener músculo financiero para crear empresa, eso precariza la situación de las mujeres.
Natalia Escobar Váquiro
En un estudio reciente encontramos que un cuarto de las mujeres no se encuentran haciendo ningún ahorro para protegerse en su vejez, y que en cambio se encuentran preparando a sus hijos para que las cuiden y se hagan cargo de ellas. Esto es preocupante porque, primero, son mujeres que tienen una vulnerabilidad frente a los asuntos de la protección social, es decir, no tienen aceeso al sistema de protección social y por tanto la posibilidad de que sus vejeces sean precarias y que estén en condiciones de vulnerabilidad son muy altas, pero además de eso esto implica que seguimos viviendo en un sistema que es familista, es decir, que espera que sean las familias las que se hagan cargo de los cuidados y no el Estado. Ahora que estamos cerca del Día de la Madre quisiéramos recordarles al Estado, a los gobiernos municipales, departamentales y al gobierno nacional que es muy importante impulsar e implementar medidas para que las mujeres madres, que son las que más trabajo de cuidado gratuito realizan en la sociedad, no tienen acceso a sistemas de protección social, así que si les queremos dar un regalo a las madres regalémosles la posibilidad de tener una vejez en paz, con ingresos propios y con autonomía física y económica.