Escrito por: Anamaria Botero
EAFIT
Bosques de Luciérnagas
En el día Medellín es una ciudad tejida con el cuidado y el amor que una abuela le impregna a una colcha de retazos. Los barrios, los cerros, las calles, las avenidas, los parques y el río, componen cada una de las piezas que bajo la luz del día se refleja como una manta única, llena de tonos y geografías.
En la noche el paisaje cambia y Medellín no es la excepción. Al caer el sol las luces se van encendiendo y la oscuridad da paso a una nueva perspectiva, vistas desde arriba las ciudades parecen bosques de luciérnagas que titilan con mayor o menor intensidad de acuerdo con la densidad poblacional del sector.
Una noche medellinense en el 2012 era una obra de arte incompleta, un bosque con grandes islas oscuras y discontinuas, que semejaban agujeros negros rodeados y bien delimitados por centenares de luces brillantes. Curiosamente la mayoría de los agujeros se encontraban en las laderas de esta ciudad, laderas que han dado cuenta del desarrollo y superpoblación del territorio, producto de las masivas invasiones de pobladores migrantes de varios lugares. Ciudadanos que lentamente han habitado territorios ocupados por todo tipo de violencias y con las necesidades propias de quien ocupa un lugar de forma irregular.
El misterio de los agujeros negros en el bosque de luciérnagas paulatinamente se fue revelando, cuando el director del departamento de intervenciones urbanas de Empresas Públicas de Medellín (EPM), Horacio Valencia, fue traslapando el Plan Maestro de Iluminación sobre el mapa poblacional de la ciudad, encontrando una serie de áreas de oportunidad para potenciar el espacio público. Esos agujeros negros eran en su gran mayoría tanques de abastecimiento de agua incrustados en los barrios, protegidos por altas cercas que impedían al ciudadano observar hacia su interior. Tanques allí instalados entre 1910 y 1950 para la prestación del servicio de agua, que se fueron convirtiendo en algunos casos en el único espacio verde y disponible de los barrios más densamente poblados y con mayores necesidades de espacio público.
La metamorfosis
El proceso de transformación urbanística que en Medellín se ha venido consolidando, es el resultado de la continuidad en temas de desarrollo arquitectónico, expresa y manifiesta, de los últimos 4 gobiernos locales. Esto sin duda alguna es uno de los factores que ha garantizado el resultado obtenido hasta el momento. El proceso de innovación y renovación urbana introdujo conceptos novedosos al desarrollo constructivo del territorio, conceptos que van desde el Urbanismo Social[1] hasta el Urbanismo Cívico Pedagógico[2], atravesando por la consolidación del taller de diseño de la Empresa de Desarrollo Urbano ( EDU), han garantizado que los resultados sean reconocidos tanto por los ciudadanos como internacionalmente por gobiernos y entidades multilaterales, ejemplo de ello son el Oro Global de los LafargeHolcim Awards 2015 y el premio Lee Kuan Yew World City Prize 2016.
Precisamente, los dos premios resaltan una de las obras arquitectónicas de reciclaje urbano, más relevante y representativo de la transformación de la Ciudad: Las Unidades de Vida Articulada – UVA.
La innovación social según lo define el centro para la innovación social de la Universidad de Stanford, es una solución novedosa a una problemática social, la cual es más efectiva, eficiente, sostenible o justa que las soluciones actuales, creando un valor que retribuye a la sociedad antes que los interesas privados. Eso justamente es las UVA.
El problema que buscaron resolver con esta infraestructura es la carencia de espacio público para los ciudadanos que habitan la periferia del territorio. El filósofo John Rawls en su teoría sobre el Liberalismo político, plantea que el ciudadano debería florecer en una sociedad democrática y pluralista. En su tesis argumenta que el ciudadano se consolida en lo público, allí donde convergen las diferencias de cada uno en equidad, para establecer los principios que beneficiaran a la mayoría. En el espacio público todos somos iguales. Por ello las UVA son espacios creados para articular ciudadanos, para vincular territorios y construir ciudadanías a partir del encuentro, la palabra y el cuidado de lo público, comenta Jhon Octavio Ortiz, subdirector del taller de diseño de la EDU.
El reto inicial
Paralelo a la planificación que se venía gestando en EPM con las UVA tanques, el Instituto de Deporte y Recreación (INDER) por solicitud del Alcalde Gaviria, adelantaba estudios para desarrollar proyectos de trasformación urbana en algunos lotes propiedad del municipio, igualmente incrustados en lugares de alta densidad habitacional. El reto entonces estaba ahí, en articular las iniciativas que bajo una misma administración entes descentralizados venían adelantando, sincronizando intereses y recursos para lograr un proyecto, más que urbano, de transformación. Es así como se sientan en una misma mesa la EDU, responsable del diseño y del proceso social de las obras, el INDER, EPM y la Vicealcaldía de Educación, Cultura, Participación, Recreación y Deporte, para concretar un sueño llamado Unidades de Vida Articulada, un lugar donde cada rincón da la posibilidad de soñar, estar juntos y valorar al otro.
La UVA son el resultado de una suma de saberes y experiencias de estas entidades, EPM dice “hay que quitar la cerca para estar más cerca”, Inder y la secretaria de cultura ciudadana logran consolidar espacios donde todo tipo de expresiones pueden estar en un solo espacio y las demás dependencias de la Alcaldía le aportan a cada UVA elementos creativos e innovadores con la generación de una oferta conjunta de servicios y programas para la ciudadanía.
Talleres de Imaginarios
Los talleres de imaginarios, liderados por la EDU, son un ejemplo concreto de innovación abierta, pues parten de indagar con los vecinos de la UVA y conversar sobre 5 preguntas:
- ¿Qué significa para usted este espacio hoy?
- ¿Qué le recuerda a usted ese lugar?
- ¿Qué le gustaría que tuviera este espacio?
- ¿Cómo ve este espacio cuando esté en funcionamiento?
- ¿Qué nombre le daría a este espacio?
Co-crear con los ciudadanos a partir de las anteriores preguntas dio origen a los espacios que hoy habitan para recrearse y mirarse a los ojos.
El Paraíso, Sol de Oriente, Sin Fronteras, Los Sueños, La Alegría, La Armonía, La imaginación, La Libertad y la Esperanza, son algunos de los nombres cargados de sentido, de expectativas y deseo de quienes viven en sus entornos. Diseñar y dotar con espacios para teatro, música, lectura, manualidades, entre otros, fue el resultado de jornadas de conversaciones con todos los grupos de interés.
Las ideas e imaginarios de los ciudadanos en conjunto con los del Alcalde dieron pie a que el taller de diseño de la EDU, liderado por John Octavio y el de EPM, por Horacio, interpretaran los deseos y los plasmaran en unos equipamientos acorde con los territorios, con inversiones ajustadas y pertinentes para cada barrio.
Desde el diseño se incluyeron dos aspectos que se repiten con un sentido de recordar el origen y el funcionamiento, la luz y el agua, pues si bien es cierto que los tanques se abren con obras de infraestructura, ellos siguen con su labor de almacenamiento del agua, preservan su funcionalidad. La luz, por su parte, se trabaja como referente. Medellín es de las pocas ciudades que se ve de frente. Los habitantes del oriente ven de frente los del occidente y las luces se han convertido en referentes lejanos de ubicación e identificación barrial. Además de iluminar de color el espacio y extender los horarios de uso, la ciudad no muere con la tarde, revive con la luz.
El modelo
Más de 130.000 metros cuadrados en 20 UVA para Crear, Compartir, Comunicar y Cuidar, operadas por el INDER o por la Fundación EPM, según el tipo.
En el proceso constructivo y derivado de la estrategia de Urbanismo Cívico Pedagógico, los constructores debieron contratar mano de obra en los barrios y generar un sentido de pertenencia que garantiza el cuidado futuro de los equipamientos.
Desde el comienzo se tejen relaciones de vecindad, de encuentro, de cuidado porque la UVA sin comunidad, sin personas que las habiten, no tienen sentido. Es en ese momento que lo público deja de ser entendido como eso que es del Estado, para ser algo que es “mío” y de todos por derecho y, por lo tanto, “me” apropio y lo cuido porque quiero que perdure.
El modelo de gestión de las UVA plantea un reto innovador y señala nuevas formas de trabajo. “Aquí el deporte”, “Aquí la cultura”, “Aquí el encuentro”, “Aquí la vida”, más que un lema encierra una propuesta definida e inédita en la ciudad. A la manera de lienzos en blanco expresado de una manera artística, las UVA son espacios donde se puede sumar constantemente, siendo la oportunidad de fundamentar la capacidad de auto reconocimiento y aceptación de las mismas comunidades.
Los principios rectores de la gestión de las UVA son la corresponsabilidad, la gestión cultural desde y para el barrio, la comunicación comunitaria, la formación, la creación conjunta, y la escucha entre otros.
Cada UVA guarda su identidad, porque el modelo de gestión es por demanda, es decir, de acuerdo con las necesidades y deseos de las comunidades, dado que los acuerdos se construyen entre todos en una mesa de trabajo conjunta y por consenso. Esto no sólo para incluir y co-crear sino con un fin de articular los presupuestos participativos a los procesos de las UVA.
El Testimonio
“Por mi parte descubrí gracias al pequeño parque de ruedas de la UVA, una innovación urgente para los jóvenes de mi pueblo. Cada miércoles acompaño a mi hijo para que entrene su pasión por el skate boarding, y la gran satisfacción que me queda es que espacios como este me han permitido estar más cerca de él y aprender nuevamente lo que la adultez me ha escondido en el olvido. Siempre espero que las UVA lean bien su territorio y vayan transformándose con su contexto, cada vez ofreciendo momentos que en otros entornos tal vez no son posibles por la distancia, y la falta de belleza en la intención, y la capacidad de albergar felicidad en su oferta. Estoy seguro que sin la UVA mi hijo no habría aprendido a caer con estilo, y a volver a levantarse para montar su patineta de nuevo, como la vida misma” nos dice Ronald vecino de la UVA en el corregimiento de San Antonio de Prado.
Las UVA son en síntesis una muestra clara de innovación social puesto que retaron al territorio y a las autoridades para que plantearan soluciones con las posibilidades existentes, esto no solo se refleja con las UVA, se refleja con el metro cable, las escaleras eléctricas, con el cinturón verde y el jardín circunvalar, entre otros. El reciclaje de espacios en función de la ciudadanía y con el propósito de mejorar la calidad de vida y su interacción con la sociedad, es realmente lo que amerita sentarse a repensar e innovar.
Estos espacios son semillas que se siembran en determinados puntos de la ciudad para que de alguna manera puedan florecer e irradiar otros aspectos urbanos que activan e impactan positivamente su entorno.