Microsoft es contemplada habitualmente como empresa adulta y ajena a las veleidades de la juventud. Carga con 45 años sobre sus espaldas y a pesar de ser una de las compañías “techies” más grandes sobre la faz de la Tierra, no ha copado demasiado titulares en los últimos tiempos. La discreción parece ser el particular “leit motiv” de la empresa liderada por Satya Nadella.
Sin embargo, el pasado viernes saltó la noticia de que Microsoft estaba en conversaciones para adquirir las operaciones de TikTok en Estados Unidos (donde la app china parecía abocada a desaparecer tras las amenazas del presidente Donald Trump de prohibir su uso en suelo estadounidense).
Oriunda de China, las autoridades gubernamentales de Estados Unidos echan en cara a TikTok sus supuestos lazos con el Ejecutivo chino, lo cual podría terminar traduciéndose en amenazas para la seguridad nacional.
Los esfuerzos de TikTok para internacionalizarse (hace unos meses fichó, sin ir más lejos al ex de Disney en calidad de CEO) parecen no haber conseguido aplacar los recelos de Estados Unidos, que continúa viendo en la aplicación una potencial amenaza para su propia seguridad nacionales y la de los datos personales sus súbditos.
Que Microsoft se haya postulado como candidato para echar el lazo a TikTok es un movimiento arriesgado. Y lo es por varias razones. En primer lugar, la app factura aún muy poco dinero. De acuerdo con los datos de SensorTower, TikTok generó apenas 6 millones de dólares durante el mes de julio en Estados Unidos. Se trata de una cifra que está a años luz de los números de Microsoft, cuya facturación anual rebasa la barrera de los 143.000 millones de dólares.
En este sentido, es inevitablemente preguntarse si a una empresa de las colosales dimensiones de Microsoft le compensa realmente adquirir una compañía con tan exiguo margen de beneficios, explica Jason Aten en un artículo para Inc.
Por otra parte, el historial de Microsoft no es precisamente brillante cuando decide meter mano a productos y servicios enfocado al usuario final. Recordemos que la empresa de Redmond compró en su día el servicio de vídeo en streaming Mixer y que lo terminó clausurando el pasado mes de junio. Microsoft adquirió también hace unos años Skype, un servicio que sigue vivo y coleando a día de hoy (aunque cada vez más ensombrecido por Zoom).
Es cierto que el gigante del software es también la compañía detrás de marcas extraordinariamente pujantes como Xbox, pero el ADN de TikTok (insolentemente adolescente) parece a bote pronto incompatible con el de Microsoft.
“Microsoft se mete en un auténtico berenjenal adquiriendo TikTok, pero ese berenjenal podría ser muy lucrativo a largo plazo”
Hay que tener asimismo en cuenta que el hecho de que Microsoft acabe comprando TikTok no resolverá el hecho de que al presidente Trump esta app no le hace ni pizca de gracia (si bien que ésta termine en manos de una compañía estadounidense, ya sea Microsoft o cualquier otra, podría diluir como un azucarillo los resquemores del actual inquilino de la Casa Blanca). Es probable que Trump siga aún molesto por el “troleo” del que fue víctima el pasado mes de junio en TikTok a cuenta de su campaña en Tulsa.
De todos modos, el hecho de que Microsoft esté flirteando actualmente con TikTok podría revelarse como un movimiento extraordinariamente brillante por parte de la compañía capitaneada por Satya Nadella. ¿Por qué? Porque puede que TikTok no esté aún a la altura de redes sociales como Facebook, Snapchat, Twitter o LinkedIn (que es propiedad también de Microsoft), pero está creciendo a un ritmo extraordinariamente rápido.
Según SensorTower, la app china se descargó más de 300 millones de veces durante el segundo trimestre de 2020 (quedándose únicamente por detrás de otra aplicación muy pujante: Zoom).
Que TikTok crezca con tantísima celeridad constituye una importante ventaja para Microsoft, sobre todo si adopta con la app idéntico proceder que con LinkedIn, que opera de manera casi independiente (al menos de cara de cara a la galería).
Aunque la app china está prohibida a día de hoy en India, Estados Unidos se su mercado más importante, por lo que hincándole el diente Microsoft tiene a priori bastante que ganar.
Al fin y al cabo, Microsoft puede perfectamente permitirse el lujo de comprar TikTok. Otro potencial candidato a adquirir la app, Facebook, parece a priori totalmente descartado. Y no porque no tenga dinero en la hucha para pagar casi cualquier cantidad que le reclame TikTok sino porque la empresa liderada por Mark Zuckerberg entraría inevitablemente en conflicto con las autoridades de la competencia en Estados Unidos en un momento en el que las relaciones entre una y otra parte no son las más boyantes.
En muchos sentidos puede parecer un contrasentido que TikTok acabe en manos de Microsoft, pero hay también toda una pléyade de razones que apuntan a la conveniencia de la transacción. Microsoft no se encamaró, al fin y al cabo, a la cúspide a las empresas más poderosas del mundo dejando escapar oportunidades como la que actualmente tiene frente a sí, concluye Aten.