Sam Altman ha advertido que ChatGPT podría dejar de funcionar en el viejo continente por culpa de la nueva Ley de IA de la Unión Europea, cuyo borrador no termina de convencer al CEO de OpenAI.
ChatGPT, el celebérrimo chatbot de OpenAI, ha contribuido a la eclosión de una tecnología, la inteligencia artificial (IA), que ha estado hibernando durante décadas y que en el lapso de apenas unos meses no solo ha despertado de su letargo sino que ha evolucionado también a un ritmo absolutamente trepidante. Este herramienta, que hace poco desembarcaba en iOS en forma de aplicación y próximamente lo hará también en Android, se ha convertido en un «must» absolutamente irrenunciable para millones de personas a lo largo y ancho del globo.
Sin embargo, para que ChatGPT, que raíces tan profundas ha cultivado en tan poco tiempo en los hábitos de tantísimas personas, podría dejar de operar en Europa. Así lo ha sugerido Sam Altman, CEO de OpenAI, en un acto celebrado en el University College de Londres.
Altman, que se encuentra actualmente de gira por Europa, ha advertido que ChatGPT podría dejar de funcionar en el viejo continente por culpa de la nueva Ley de IA de la Unión Europea, cuyo borrador no termina de convencer al máximo responsable de OpenAI.
Esa norma, que está en fase de revisión y debería aprobarse en junio, cataloga los usos de la IA en base a su riesgo para imponer obligaciones más o menos estrictas. Y el texto endilga a los grandes modelos de lenguaje en los que echan anclas herramientas como ChatGPT la etiqueta de «alto riesgo». Ello obligaría a OpenAI a adaptarse a los criterios de transparencia y gestión y someterse además a auditorías externas con el último objetivo de supervisar los datos empleados por ChatGPT.
Altman quiere forzar cambios en la Ley de IA que está preparando la UE
Que la ley para regular la IA que la UE tiene el horno sea tan estricta ha sentado a cuerno quemado a Altman. «Podremos cumplir esos requisitos o no. Si podemos cumplirlos, lo haremos, y si no podemos, dejaremos de operar… Lo intentaremos, pero hay límites técnicos a lo que es posible», ha advertido Altman.
En virtud de la nueva norma que prepara la UE, OpenAI debería divulgar todos los detalles de su sistema de IA, incluyendo «la potencia de cómputo requerida, el tiempo de capacitación y otra información relevante relacionada con el tamaño y la potencia del modelo».
OpenAI brindaba este tipo de información al principio, pero cuando su proyecto creció, dejó de desplegar tal información para salvaguardar su valor comercial y competitivo frente a sus rivales. Si el borrador de Bruselas sale adelante, la empresa liderada por Altman deberá compartir ese tipo de información.
La Ley de IA forzará asimismo a la matriz de ChatGPT a poner sobre la mesa resúmenes de los datos protegidos con derechos de autor empleados por la compañía para entrenar a su sistema de inteligencia artificial (algo sobre lo que OpenAI prefiere lógicamente correr un tupido velo).
En vista de que la nueva norma para regular la IA podría potencialmente poner palos en las ruedas a OpenAI en el plano empresarial Sam Altman ha emprendido en los últimos días una gira por el viejo continente para mantener reuniones con los reguladores europeos y tratar de propiciar cambios en la ley de Bruselas. En el marco de esa gira el CEO de OpenAI se ha reunido con mandatarios europeos como Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, y también con su homólogo francés Emmanuel Francés y el primer ministro británico Rishi Sunak.
De acuerdo con Altman, la ley que prepara la Unión Europea «no es inherentemente defectuosa», si bien «los detalles sutiles aquí realmente importan». Y desearía que la normativa se moviera a caballo entre «el enfoque tradicional europeo y el enfoque tradicional estadounidense».
OpenAI no es por cierto la primera «Big Tech» de origen estadounidense que se ampara a las amenazas para tratar de suavizar las regulaciones de la UE. En 2022 Meta aseguró también que podría haber un apagón de Facebook e Instagram en el viejo continente si Bruselas no se avenía a llevar a cabo un cambio legislativo que permitiese a la compañía continuar transfiriendo datos de los ciudadanos europeos a Estados Unidos.
Fuente: https://www.marketingdirecto.com/digital-general/digital/openai-podria-dejar-europa-chatgpt