El siguiente texto hace parte del trabajo en proceso “Put your best Face. Understanding the relationship between facial expressions and voting intention”.
Cuando estudiamos elecciones partimos del hecho que el acto procedimental propio de una democracia es el proceso electoral. Es decir, en una democracia el acceso a cargos públicos se realiza través de elección popular. Entonces, se puede decir que el voto es el acto político más frecuente en un sistema democrático y que refleja valores y concepciones profundas de los derechos y deberes de los individuos en la sociedad (Dahl, 1989).
La pregunta que nos hacemos es la siguiente ¿en qué basa el votante su decisión? Esta pregunta abre un debate muy interesante propio de la ciencia política. Dicho debate parte de la premisa que la decisión del votante (Downs, 1957) se basa en la consideración del votante que dará a su gobierno una acción más útil. Sin embargo, esta explicación es parcial e incompleta al explicar el comportamiento humano, porque los individuos son (somos) afectados por emociones y factores ambientales externos al votar.
Esto quiere decir que la forma en que votamos depende de varios factores y que es necesario comprender qué motiva o desmotiva al votante y sobre todo, por qué las personas votamos deformas específicas, guiadas por diferentes incentivos e intereses.
Existen varios factores externos en torno al ejercicio del voto, que condicionan el comportamiento de los individuos. Es decir, como la arena política es un campo en el cual la evaluación es un proceso importante, muchos factores psicológicos y sociales afectan la participación política individual. Consecuentemente, lo que preocupa a la ciencia política es entender cuáles son las dinámicas que determinan el éxito de un líder (o candidato) para influir y por ende, ganar votantes y cuáles son las que condenan a un líder (o candidato) al fracaso electoral.
Es aquí donde se hace un puente entre el marketing y la ciencia política. Porque para respondernos estas inquietudes debemos primero saber qué motiva a los votantes, qué factores psicológicos y sociales afectan su toma de decisión y cómo se comporta el votante medio durante el proceso electoral. Todas estas preguntas necesitan respuestas óptimas que permitan conocer a cabalidad al votante para poder pensar en estrategias de campañas dirigidas al éxito electoral.