“It’s finger lickin’ good” (algo así como “Para chuparse los dedos” en castellano) lleva siendo el eslogan de KFC desde hace nada más y nada menos que 64 años. Sin embargo, y aunque sumamente apropiado en tiempo pretéritos (cuando el coronavirus no había irrumpido aún en nuestras vidas), tan sonoro “claim” se ha trocado actualmente el summum de la incorrección política (y sanitaria).
Por eso la célebre cadena de pollo frito ha tomado la determinación de suspender temporalmente su eslogan por no resultar adecuado en estos momentos.
“Nos encontramos en una situación absolutamente única: la de tener un lema muy icónico que lamentablemente no se ajusta a la realidad actual”, explica Catherine Tan-Gillespie, directora global de marketing de KFC.
La compañía asegura que su menú se mantendrá inalterable y que su emblemático eslogan regresará solo cuando sea el momento oportuno.
Para dejar meridianamente a sus clientes que, fiel a su “claim”, ya no les invita a chuparse los dedos, KFC lanzó ayer una nueva campaña global en la que su mítico eslogan aparece estratégicamente emborronado en su packaging y en viejas vallas publicitarias.
“¿Eso que siempre decimos? Ignóralo por ahora”, asevera KFC en el spot que constituye el eje central de su nueva campaña, rubricada por la agencia Mother Londres.
Ya a mediados de marzo, cuando acababa de estallar la pandemia del COVID-19, KFC tuvo que dar el alto en Reino Unido a una campaña en la que los protagonistas se chupaban alegremente los dedos tras meterse entre pecho y espada el pollo frito de la multinacional estadounidense.