“Vikidz” de Miguel Angel Colas y Jochen Siess es una carrera de barcos de vikingos que incita la competencia sana entre alumnos.
La educación tiene que evolucionar con los hábitos que adquieren los niños de cada generación. Hay que estar buscando constantemente nuevas maneras de generar engagement en los niños. Vikidz es un videojuego diseñado para reforzar conocimientos y motivar la competencia saludable entre los alumnos. Se trata de una competencia de barcos de vikingos, en la que tienes que ganar retos sobre la materia vista para avanzar.
La idea surgió en un café entre extraños. Jochen llevaba muchos años trabajando en la industria de los videojuegos, mientras que Miguel Ángel Colas había pasado una gran parte de su vida trabajando en editoriales como Santillana y Porrúa. Un amigo en común los juntó porque creía que juntos podían emprender algo especial… y tenía razón.
“Fue una charla de café donde hablamos que queríamos subir los niveles de educación. Jochen y yo hicimos un gran clic, comenzamos este desarrollo, buscamos esta manera innovadora de crear esta competencia sana controlada por el maestro en este ambiente seguro”, cuenta Miguel Ángel en entrevista con Entrepreneur en Español.
Se pusieron a investigar, leyeron estudios de Educación 4.0 y decidieron cuáles eran las habilidades que querían que los alumnos desarrollaran con el juego. Estas acabaron incluyendo habilidades interpersonales para trabajar en equipo, habilidades emocionales para controlar la frustración y habilidades creativas. Quieren ser la plataforma líder en e-EdSports. Los e-Sports son competencias deportivas que se llevan a cabo a través de videojuegos, agregarle el prefijo “ed” se refiere a que es una competencia de este tipo con el propósito de educar a quien lo juegue.
Todo su equipo es mexicano, lo cual le da mucho orgullo a ambos creadores. Ellos mismos desarrollan la tecnología y, basándose en el programa de la SEP, generan los temas de las competencias. Las maestras disfrutan mucho el juego porque a ellas no se les pone otra carga de trabajo encima y pueden ayudar a sus alumnos de una manera interactiva.
“Jugando, sin querer, están aprendiendo y eso es muy satisfactorio.”, agradece una de las maestras que lo usó con sus alumnos
Pero no es cualquier cosa cambiar la percepción de las personas
Empezaron el proyecto hace cuatro años y traerlo a donde se encuentra hoy ha sido un reto para los emprendedores. Han ido tocando puertas, presentando el proyecto a diferentes escuelas. Han intentado diversas estrategias para dar a conocer el producto, pero según ambos lo más difícil ha sido lidiar con el cambio de chip de las instituciones.
“Yo creo que el reto más grande ha sido llegar a los colegios, concientizar a los colegios que el mundo ha cambiado. Sí hay que ir hacia ese mundo digital.”, dice Miguel Ángel.
“Sí, hacerlos entender que un videojuego es una herramienta educacional porque la primera respuesta es que no quieren que pierdan su tiempo. Pero el mundo ha cambiado y nosotros usamos los aspectos buenos de los videojuegos.”, agrega Jochen
En la pandemia tuvieron que encontrar soluciones rápidas a las problemáticas que estaban surgiendo. Para generar audiencia, se les ocurrió organizar un torneo entre escuelas de Vikids, donde cada grado formaba un equipo y tenían que demostrar sus habilidades matemáticas para ganarle al resto.
“Tuvimos una experiencia en el último torneo donde hicimos como una ceremonia de los finalistas y participaron varios maestros, algunos trajeron a sus alumnos. Hubo algo que nunca se me va a olvidar, unos niños trajeron sus propios cascos de vikingos.”, cuenta Jochen
Su sueño a futuro es poder crecer la experiencia y hacer un torneo en vivo dentro de un auditorio. Hacer un evento con muchos alumnos donde el escenario esté lleno de pantallas para que puedan competir desde sus asientos. Hace poco formaron una alianza con Talentland y con ellos probablemente se pueda llevar a cabo el torneo presencial en diciembre.
“Yo vengo de la industria de los videojuegos y siempre es padre cuando alguien te dice que disfruta tu producto, pero es aún mejor cuando te lo dice un niño. Yo tengo dos hijos y cuando les puse el juego estaban muy metidos y pedían jugar otra vez. Eso es más valioso que… no sé que es más valioso que eso.”