Zoom fue de manera indiscutible uno de los grandes ganadores de la crisis del coronavirus, que catapultó a la primera línea al célebre software para realizar videollamadas. La empresa estadounidense continúa pegando fuertemente el estirón, pero consciente de que estamos asistiendo probablemente a los últimos estertores de la pandemia, Zoom se prepara ya para la era poscovid que se divisa ya en el horizonte.
Durante el último trimestre la facturación de Zoom pegó un brinco del 191% hasta alcanzar los 956,2 millones de dólares. Y los beneficios de la compañía crecieron hasta los 227,4 millones (lejos de los 27 millones de dólares del primer trimestre de 2020).
Con sus últimos y abultados resultados trimestrales la empresa superó ampliamente las expectativas iniciales de los analistas y sus títulos fueron agasajados ayer con un crecimiento del 3% en los parqués bursátiles.
No obstante, Zoom no se duerme en los laureles y se prepara ya para la vida tras la pandemia, cuando las oficinas vuelvan a funcionar a pleno rendimiento y el teletrabajo no sea ya la norma.
Eric Yuan, CEO de Zoom, hace planes para el futuro poscovid mirando más allá de las videollamadas para poner el acento en los servicios de telefonía. Y parece que esta nueva división de negocio es sumamente prometedora para la empresa estadounidense. Prueba de ello es que el gigante de bienes de consumo Kimberly-Clark ha contratado recientemente 25.000 líneas de telefonía con Zoom.
La fusión de servicios de videollamadas y telefonía, el futuro al que Zoom se agarra como a un clavo ardiendo
Kimberly-Clark se precia de ser uno de los 21 clientes con más de 10.000 líneas de telefonías contratadas que figuran hoy por hoy en el porfolio de Zoom.
Yuan está convencido de que las videollamadas y la telefonía de voz se amalgamarán en el futuro en un único servicio.
Por otra parte, Zoom prepara también a los inversores para lo inevitable: que su curva de crecimiento (absolutamente desmesurado en los últimos meses) se aplane poco a poco.
De cara al presente ejercicio fiscal en su conjunto, Kelly Steckelberg, directora de Finanzas de Zoom, augura un crecimiento de alrededor del 50% en las ventas hasta alcanzar casi los 4.000 millones de dólares.
Yuan se muestra confiado en que la vida tal y como la conocíamos no volverá a emerger en el horizonte tras el coronavirus y que se impondrá un modelo de trabajo de naturaleza híbrida.
Originalmente pensada para ofrecer servicios de videollamadas a empresas, Zoom dio una vuelta de tuerca a su negocio durante la pandemia para poner también en el acento en usuarios individuales.
Aun así, buena parte de la facturación de Zoom echa anclas en sus clientes corporativos. Durante el último trimestre la compañía ganó aproximadamente 30.000 clientes corporativos con más de 10 empleados. Y el 63% de los ingresos de Zoom proviene hoy por hoy de sus clientes corporativos (497.000 en total).
El «boom» protagonizado por Zoom en el último año ha sido parejo al aumento de su inversión en marketing , que ha protagonizado un crecimiento interanual del 84% hasta los 191 millones de dólares.