Aunque es indudable que la crisis del coronavirus y la nueva normalidad han generado una serie de cambios en el sector del marketing de influencers, la mayor parte de esta transformación se debe al impulso de determinadas tendencias que ya existían en el mundo precovid.
Así lo revela una investigación de eMarketer que se hace eco de que el coronavirus ha incrementado la importancia de la construcción de marca y las relaciones, así como del aumento de la demanda del marketing de influencers orientado a las ventas. Y es que, antes de la pandemia, el influencer marketing ya tenía el foco puesto en conquistar el comercio electrónico. De hecho, plataformas sociales como Instagram desarrollaron nuevas funciones para facilitar el proceso de compra.
“Ciertamente hay un impulso de los anunciantes para tener más actividad atribuible de nuestros influencers“, dijo Mary Keane-Dawson, CEO de la agencia de marketing de influencers Takumi y profesional entrevistada para el informe “Influencer Marketing in the Age of COVID-19”.
No obstante, aunque el e-commerce se ha visto impulsado durante la pandemia, comprar a través de las redes sociales sigue siendo una actividad minoritaria. Según la encuesta Bizrate Insights realizada en el mes de junio, el 70,4% de los adultos estadounidenses nunca había realizado una compra a través de una plataforma de redes sociales. Entre los usuarios que sí habían optado por esta vía, Facebook era la plataforma más utilizada para compras sociales (18,3%), seguida de Instagram (11,1%) y Pinterest en menor medida (2,9%).