La Comisión de Protección de Datos de Irlanda ha anunciado este lunes que impondrá a Meta una multa de 1.200 millones de euros por quebrantar la normativa europea en materia de privacidad.
Meta, que estaría afrontando su tercera ronda de despidos masivos en el seno de su organización (ya severamente mermada en el transcurso de los últimos meses), deberá bregar ahora con multa histórica en tierras europeas.
La Comisión de Protección de Datos de Irlanda ha anunciado este lunes que impondrá a Meta una multa de 1.200 millones de euros por quebrantar la normativa europea en materia de privacidad.
Esta entidad, que tiene encomendada la aplicación de las leyes comunitarias de protección de datos a Meta (cuya sede europea está en Dublín), echa en cara a la matriz de Facebook, Instagram y Whataspp que no ha protegido adecuadamente la información personal de los europeos de las prácticas de vigilancia implementadas por las agencias de seguridad de Estados Unidos.
La multa que la Comisión de Protección de Datos de Irlanda ha impuesto a Meta es la mayor sanción nacida al calor del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea, de cuya entrada en vigor se cumplirán cinco años el próximo 25 de mayo.
En 2021 otra multinacional estadounidense, Amazon, fue receptora también de una cuantiosa sanción directamente emparentada con la violación del RGPD, pero la multa impuesta ahora a Meta supera a aquella en casi 500 millones de euros.
Además de abonar 1.200 millones de euros en concepto de multa, Meta deberá suspender asimismo cualquier eventual transferencia de datos personales en Estados Unidos en un plazo de cinco meses.
Una década de batallas judiciales en los tribunales del viejo continente
Que la sanción a Meta sea tan inusitadamente elevada se debe a que la empresa liderada por Mark Zuckerberg ha continuado haciendo suya una práctica que ya fue declarada previamente ilegal por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en julio 2020. Por aquel entonces el más alto tribunal comunitario decretó que las transferencias de datos personales de los ciudadanos europeos por parte de multinacionales como Meta quebrantaban la legislación comunitaria. Y es que una vez enviados a Estados Unidos, tales datos son accesibles para las agencias de seguridad del país norteamericano sin las garantías judiciales prevalentes en la UE.
Meta no tiene intención alguna de quedarse de brazos cruzados frente a tan histórica multa y prevé presentar una apelación y solicitar la suspensión de la orden ante los tribunales. La compañía deja claro asimismo que no habrá una «interrupción inmediata» de sus servicios en Europa. No en vano, el año pasado Meta comunicó a sus accionistas que contemplaba la posibilidad de dejar operar en el viejo continente si las agencias europeas de privacidad tomaban un dictamen similar al emitido precisamente este lunes.
El rifirrafe entre Meta y la UE a cuenta la privacidad se remonta al año 2013, cuando el activista austríaco Max Schrems denunció a Facebook por violar los derechos de los ciudadanos europeos al permitir que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE.UU. accediera a sus bases de datos sin ningún tipo de cortapisas. En 2015 el TJUE falló a favor de Schrems y declaró de esta forma nulo el acuerdo de la UE y Estados Unidos para la transferencia de datos. No obstante, Bruselas y el país norteamericano forjaron un nuevo acuerdo bautizado con el nombre de «Privacy Shield» en menos de año, lo cual no impidió que Max Schrems denunciara ese nuevo acuerdo y que el TJUE terminara tumbándolo también en 2021.