Louis Vuitton le clava un puñal al lujo aspiracional con un nuevo (e inasequible) bolso de un millón de euros

Louis Vuitton le clava un puñal al lujo aspiracional con un nuevo (e inasequible) bolso de un millón de euros

Louis Vuitton ha decidido dinamitar los principios del lujo aspiracional (por el que beben los vientos muchos de sus clientes) con un oneroso bolso de un millón de euros.

En la industria del lujo conviven más o menos en armonía aquellos productos que están a años luz de la capacidad de desembolso del ciudadano medio con aquellos artículos que, aunque ostentosos, no dejan de ser aspiracionales (y por ende, asequibles) para el común de los mortales, que ahorrando como una hormiguita durante unos cuantos meses puede perfectamente darse el capricho (puntual) de hincar el diente a firmas como Chanel, Dior o Gucci. Sin embargo, Louis Vuitton ha decidido dinamitar los principios en los que echa anclas el lujo aspiracional (por el que beben los vientos muchos de sus clientes) con un oneroso bolso de un millón de euros.

Bautizado con el nombre de «Millionaire Speedy», el bolso de marras hace gala de un llamativo color amarillo, está ornado con el característico monograma de Louis Vuitton y ha hecho su presentación oficial en sociedad de la mano de Pharrell Williams, el nuevo director creativo de la línea masculina de la firma francesa.

Sin embargo, lo que más llama la atención del bolso no es su luminiscente diseño de color amarillo sino su precio, que resulta estratosféricamente ridículo y está tan solo al alcance de unos pocos afortunados (aquellos para los que un millón de euros es poco más que calderilla).

¿Queda deslucido el lujo cuando el que acapara todos los focos es el precio?

Tan ostentoso accesorio, fabricado con piel de cocodrilo y un candado engastado con diamantes pavé (suficientes al parecer para justificar al parecer su gravoso precio), no está a merced (como era de esperar) de la producción en serie y cada bolso se fabrica en exclusiva para aquellos clientes que tengan a bien adquirirlo.

Concebido no solo como una declaración de estilo sino como una proclamación del exceso y la opulencia, el bolso «Millionaire Speedy» se comercializa, más allá de en color amarillo, en marrón, azul, verde y rojo.

Puede que un bolso de un millón de euros sea a ojos del algunos el epítome de la moda «high-end», pero para muchos otros su elevadísimo precio raya no solo en lo absurdo sino que exuda más chabacanería pura y dura que aspiración realmente genuina.

El lujo echa tradicionalmente anclas en la amalgama de arte, artesanía y creatividad. Sin embargo, en un bolso de un millón de euros la combinación de arte, artesanía y creatividad quedan inevitablemente en segundo plano porque el precio hurta todos los focos. Y la ostentación opaca asimismo la elegancia que se le presupone al lujo.

Aun cuando los artículos de lujo hacen gala de precios a menudo exorbitantes porque están fabricados con materiales de primerísima calidad, resulta difícil argumentar que las materias primas involucradas en la fabricación de «Speedy Millionaire» justifiquen por sí solas el precio del bolso. Y con su nueva y controvertida creación Louis Vuitton parece hacer enarbolar no tanto la bandera del lujo más exquisito como de la opulencia más desaforada.

La firma gala parece haber olvidado que cada vez más consumidores (los centennials en particular) priorizan la autenticidad y la sostenibilidad a la hora de comprar. Y bolsos como «Speedy Millionaire», que se quedan en meros símbolos del exceso y la extravagancia, colisionan inevitablemente con los valores del nuevo consumidor, en cuyas compras la ostentación suele quedarse fuera de la ecuación.

Fuente: https://www.marketingdirecto.com/anunciantes-general/anunciantes/louis-vuitton-dinamita-lujo-aspiracional-bolso-millon-euros