El turismo sexual en Medellín no es un secreto. Ha estado presente durante años, especialmente en el exclusivo barrio El Poblado, donde se concentra la mayor cantidad de hoteles de lujo. Esta actividad ha tenido un impacto negativo en la industria hotelera, obligando a muchos establecimientos a cerrar sus puertas y deteriorando la imagen de la ciudad.
Según diversas fuentes, bandas criminales que se dedican a la prostitución, convocan a sus clientes por medio de redes sociales, ofreciendo experiencias sin consecuencias y prometiendo encuentros con niñas y mujeres jóvenes. Estos grupos han logrado llamar la atención de extranjeros, quienes viajan a Medellín desde diferentes partes del mundo, estimulando el turismo, pero al mismo tiempo, manchando la imagen de los hoteles donde se hospedan y/o tienen encuentros con estas niñas o mujeres.
El reciente caso de un estadounidense encontrado con dos niñas de 12 y 13 años en un hotel de El Poblado ha desatado una ola de indignación y ha puesto de relieve la gravedad del problema. Este hecho ha llevado al alcalde de Medellín a tomar medidas drásticas, como la suspensión por seis meses de la oferta de prostitución en el sector y la limitación del horario de los bares en la zona, además del cierre temporal del hotel Gotham y la investigación por parte de la Fiscalía.
El turismo sexual ha impactado negativamente a la industria hotelera de Medellín, deteriorando la imagen de la ciudad y del sector en general. Algunos establecimientos se han visto obligados a cerrar sus puertas debido a la mala reputación y la baja ocupación. La competencia por los clientes del turismo sexual ha llevado a algunos hoteles a bajar la calidad de sus servicios, explotando laboralmente a las trabajadoras sexuales.
El futuro de la industria hotelera en Medellín depende de su capacidad para tomar medidas contundentes y eficientes contra el turismo sexual. Es necesario un esfuerzo conjunto por parte del sector público, privado y la sociedad civil para combatir este problema. Implementando códigos de conducta, capacitando al personal de los hoteles para identificar irregularidades, colaborando con las autoridades y promoviendo un turismo responsable, la ciudad puede convertirse en un destino turístico sostenible y respetuoso con los derechos humanos.
Fuemte: Estudiantes de la universidad icesi