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Ceremonia de Grados  Posgrados Icesi  – febrero 2023  

Rectoría

Muy buenos días, me complace darles la bienvenida a nuestra universidad.

Saludo muy especialmente a la Dra. Marcela Granados, miembro de nuestra Junta Directiva y líder de nuestra gran aliada y mecenas, la Fundación Valle del Lili, recientemente reconocido como el segundo mejor hospital universitario de América Latina y el #32 del mundo, y los miembros de nuestra Junta y Consejo Superior, que nos acompañas y quienes durante estos años han contribuido tanto a hacer posible el sueño de esta universidad de excepcional calidad, innovadora, conectada con el mundo de las organizaciones y las empresas, e incluyente, que es orgullo de nuestra región.

Saludo también, muy especialmente, a Aurora Vergara, nuestra invitada de honor, una de las personas más admiradas y queridas de la comunidad ICESI, ex profesora nuestra, antigua directora del internacionalmente reconocido Centro de Estudios Afrodiaspóricos de Icesi (CEAF), y actual viceministra de educación superior.

Saludo a los demás invitados especiales, a la Dra. Claudia Blum, a los decanos, directivos y equipo de nuestra universidad, a los miembros del Consejo Estudiantil, a mis queridos papás y a todos quienes contribuyeron en el montaje de esta maravillosa celebración de grados.

En primer lugar, quiero felicitar muy especialmente a los 908 graduandos, así como a sus padres, cónyuges, familiares y amigos, quienes han sido un apoyo fundamental en el proceso de llegar a este gran momento en sus vidas, y quienes han depositado su confianza en nosotros para construir, de la mano de ustedes, las capacidades, conocimientos, experiencias y relaciones que les permitirán seguir floreciendo como personas y profesionales, para tener una vida más rica, libre, productiva y poder aportar a la transformación de nuestra región, nuestro país y nuestro planeta.

Hoy es un día para celebrar con alegría los logros, aprendizajes, relaciones y experiencias de estos años en Icesi. Esta ceremonia no es una despedida, es un hasta luego y una bienvenida a nuestra comunidad de cerca de 25.000 graduados dispersos por toda Colombia y el mundo. Ahora ustedes pasan a ser parte de ese selecto grupo y deseamos, de todo corazón, que sigan conectados entre ustedes y con otros graduados y que el vínculo con la universidad perdure para que podamos seguir construyéndola juntos. Icesi siempre será su Icesi.

Para nosotros es sumamente grato entregar hoy, títulos de pregrado a 526 jóvenes, incluyendo 217 grados con honores (2 Summa Cum Laude, 72 Magna Cum Laude y 143 Cum Laude). En posgrado, estamos entregando títulos de maestría y especialización a 382 profesionales.

Quiero destacar que hoy se gradúan las primeras promociones del programa de pregrado en Finanzas y de las Maestrías en Sostenibilidad, Ingeniería, Estrategia Digital de Negocios, Gestión Empresarial e Innovación Educativa, las tres últimas en modalidad virtual.

Les pido un muy fuerte aplauso para nuestros 908 graduandos de pregrado y posgrados y para sus padres, cónyuges, familiares, profesores y todos quienes los acompañaron en este formidable logro.

Todos y cada uno de nuestros graduandos son testimonio del impacto que logra la formación integral, de alta calidad y pertinente que constituye la misión central de Icesi y su mayor aporte a nuestra comunidad y a la sociedad.

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En este 2023 se cumplen 20 años de un hito determinante en la historia de nuestra Universidad que vale la pena rememorar a la luz de la proyección futura de Icesi. Y que creo que esta reflexión también les puede dar a ustedes, queridos graduandos, elementos de valor ahora que comienzan a encarar la realidad profesional en un mundo cambiante, o lo vuelven a hacer con renovadas perspectivas y competencias.

En 1978, un grupo de empresarios vallecaucanos fundó Icesi como Escuela de Gerencia: en un espacio alquilado, 45 estudiantes iniciaron la primera promoción de Administración. Desde entonces nuestro crecimiento ha sido vertiginoso.  Para 1982, cuando la institución se instaló en su primera sede propia de la avenida Guadalupe, ya contaba con 300 estudiantes, y en 1988, cuando se trasladó aquí, a la sede de Pance, los estudiantes de la Universidad ascendían a 1.500. Por ese entonces la Universidad contaba con dos programas de pregrado y una incipiente oferta de posgrados relacionados con el mundo de los negocios.

A partir de 1996, con la llegada del anterior rector, Icesi avanza hacia el desarrollo de nuevas áreas del conocimiento y a otras actividades, propias de las instituciones de educación superior, como la investigación y la proyección social. Y aunque los seis programas de pregrado y la oferta de posgrado de entonces seguía respondiendo principalmente a las demandas empresariales, se llevó a cabo una reforma humanista del proyecto pedagógico y se creó una decanatura de humanidades. Para 2001, Icesi acogía cerca de 2.300 estudiantes en 9 programas de pregrado, 16 especializaciones y una maestría.

Hace ya 20 años, en 2003, se produce el hito que anuncié al comienzo. El Consejo Superior aprobó el plan de convertir a Icesi en una universidad en el sentido pleno de la palabra. Así, en 2005 se fundan los programas de pregrado en ciencias sociales y psicología y posteriormente se incorporan programas en ciencias naturales, medicina, educación y música, entre otros, hasta llegar a los 29 que tenemos hoy.  Al mismo tiempo, y en consonancia con la multiplicación de las capacidades académicas, se multiplica la oferta de posgrados. Hoy tenemos más de 80 posgrados activos.

Todo esto implicó un esfuerzo monumental de diseño de programas y currículos, atracción y cualificación de profesores, construcción y dotación de infraestructura, y planificación, implementación y gestión de una organización que crecía de manera acelerada, superando los 7.000 estudiantes en 2016. Este crecimiento se acompañó, por supuesto, con una robusta expansión de los servicios de bienestar estudiantil.

Pero la universidad no solo amplió sus áreas de formación y enriqueció su experiencia universitaria. Su volumen de producción intelectual también creció exponencialmente. En la primera década de este siglo la Universidad publicó 40 artículos académicos en revistas de reconocimiento internacional y para la siguiente década este número llegó a los 1.149 artículos: casi 30 veces más.  En los primeros tres años de esta década ya se han publicado cerca de 900 artículos.  El creciente impacto internacional de la investigación de Icesi fue el factor diferencial para que el último ranking mundial de la firma inglesa Times Higher Education, nos ubicara como la universidad #1 de Colombia y una de las 10 primeras de América Latina.

Para lograr este salto enorme en producción de conocimiento fue fundamental cualificar profesores y atraer académicos destacados. De contar con 15 profesores con doctorado en 2005, la universidad hoy cuenta con más de 110. La cualificación de su planta profesoral le permitió a Icesi, además, agrupar capacidades en centros de investigación, innovación y consultoría para suplir las demandas cambiantes y diferenciadas de la sociedad y las organizaciones. Hoy la universidad cuenta con cerca de 20 centros que prestan servicios a empresas, fundaciones, gobiernos, comunidades, instituciones educativas y otras organizaciones, a la vez que generan conocimiento relevante para informar el debate cívico, la política pública y el desarrollo empresarial.

Otro hito central de esta segunda gran etapa en la vida de Icesi ha sido su extraordinario avance en materia de inclusión. Desde que en 2006 lanzó las becas ICESOS, apalancadas en créditos de ICETEX, la universidad ha estado a la vanguardia en este frente entre las universidades de alta calidad en Colombia. En el año 2005 solo un 7% del total del estudiantado de pregrado, 175 estudiantes, vivían en estrato 1 y 2.  En los últimos años más de 2000 estudiantes, cerca del 40% de la población, se ubica en estos estratos. Jóvenes talentosos y comprometidos los hay en todas partes; ICESI les ha permitido a miles de ellos la oportunidad de florecer y brillar.

Con el generoso apoyo de empresas e individuos donantes y el exitoso uso de los programas de subsidio a la demanda del Gobierno Nacional, complementados con ingentes esfuerzos propios, Icesi hoy cumple con creces el ideal de la universidad de excelencia, diversa y ‘pluriclasista’ que pregonan las voces más calificadas en educación superior.

El cimiento fundamental de la transformación de los últimos 20 años fue el innovador Proyecto Educativo Institucional, o PEI, que se convirtió en el núcleo del ADN que hace singular a Icesi.

Este modelo educativo integral, original y potente, que consulta nuestra realidad y las mejores prácticas internacionales en materia de pedagogía, didáctica y aprendizaje, junto al compromiso y pasión de profesores y estudiantes, ha ubicado a Icesi en los últimos 10 años entre las 5 mejores universidades de Colombia, y la mejor fuera de Bogotá, según resultados de sus estudiantes en las pruebas de Estado Saber Pro. Aún más, un estudio reciente de la Universidad del Norte de Barranquilla, destaca que, entre las universidades de más alta calidad del país, es Icesi la que más avances logra en las competencias y capacidades básicas de los estudiantes, la que más valor les aporta.

Otro elemento constitutivo del ADN de Icesi es su origen empresarial y su estrecha relación con cada vez más, y más diversas, organizaciones. De ahí proviene el énfasis, incorporado en el PEI, que hacemos en preparar a los estudiantes para el éxito profesional. En Icesi la práctica laboral es obligatoria en todas las carreras y nuestro Centro de Desarrollo Profesional (CEDEP), que acompaña a los estudiantes en su tránsito al mundo del trabajo, es referente nacional. Este esfuerzo deliberado por garantizar la plenitud profesional de nuestros graduados se traduce en que el Observatorio Laboral del Ministerio de Educación los ubica como los de mejores salarios, con diferencia, entre las universidades del suroccidente colombiano y al nivel de las mejores universidades de Bogotá.

Hoy podemos decir con mucho orgullo y profundo reconocimiento a directivos, profesores, colaboradores, estudiantes, y por supuesto a graduandos como ustedes, que en los últimos tiempos impulsaron a Icesi a otro nivel, que se cumplió con creces la visión planteada en el más reciente plan estratégico institucional, que decía: “En el año 2022, la Universidad Icesi será reconocida por la sociedad colombiana, las organizaciones nacionales y pares académicos de prestigio internacional, por la excelente formación de sus egresados, por la creciente visibilidad de sus resultados de investigación y por el impacto positivo de su interacción con la región y con el país”.

Nuestro desafío como organización y como comunidad Icesi es ahora conducir esta entrañable institución, que en tantos frentes aporta valor a nuestra región y al país, a su siguiente estadio de desarrollo.


Es una verdad de Perogrullo que la única constante es el cambio; pero quizás sí podemos decir, sin caer en obviedades, que en muchos ámbitos, incluido el de la educación superior, este nunca se había sucedido tan rápido. Y, hay que decirlo, las universidades han sido grandes generadoras de conocimiento e impulsoras de la innovación hacia afuera, pero de puertas para dentro han sido en general conservadoras y no han afrontado competencia verdaderamente disruptiva.

Hoy, en cambio, enfrentan una avalancha de nuevos entrantes al sector, desde “start-ups” de EdTech y grandes empresas tecnológicas y de servicios con oferta educativa, hasta universidades, de todas las calidades, que se expanden fuera de su mercado local y nacional por vía virtual. Al mismo tiempo, el futuro del trabajo se antoja más incierto que nunca y, por ende, se cuestiona con mayor estridencia la pertinencia de la educación universitaria tradicional. Además, en gran parte del planeta, incluida América Latina, se vive una transición demográfica que implica que la proporción de jóvenes en la población comienza a disminuir, a la vez que su preferencia por trayectorias diferentes a las de graduarse de profesional pareciera aumentar. Todo esto por no hablar de la conmoción que causó en las últimas semanas en el ámbito universitario la incursión de ChatGPT, chatbot con inteligencia artificial, y el modo en que este instala la pregunta sobre qué debemos enseñar y aprender en las Universidades.

En Colombia, y en especial para las universidades de gestión privada sin ánimo de lucro, estos desafíos son exacerbados por la ausencia en este nuevo gobierno de políticas en favor del subsidio a la demanda, que consulten la realidad financiera de nuestras instituciones. Favorecer la libertad de los estudiantes de escasos recursos, para que elijan la universidad y el programa que desean, no puede hacerse desplazando todo el esfuerzo financiero a las universidades; o por lo menos no puede hacerse sin deteriorar seriamente su calidad.  Por eso hemos polemizado con políticas como las de alzas de matrículas o el desplazamiento de parte de los intereses de los créditos Icetex a las instituciones de educación superior.

Por otro lado, tenemos la esperanza puesta en el plan de ampliación de cupos, en el que las universidades de calidad de gestión privada, pueden desempeñar un papel protagónico. Saludamos en este sentido iniciativas como el crédito contingente al ingreso, que ya está piloteando el Icetex, y la mesa de trabajo propuesta por el MEN para construir la propuesta de trabajo conjunto. Sin embargo, mientras estas iniciativas se consolidan, apuestas como las de Icesi, incluyentes y de alta calidad, se ven amenazadas.

Este es un panorama difícil, es cierto, pero tenemos buenas razones para ser optimistas. La más importante es la capacidad institucional de Icesi para el cambio y la innovación.  La historia que he reseñado brevemente da cuenta de una Universidad de vanguardia y calidad, competente para reinventarse con pertinencia y originalidad. Hoy necesitamos estas cualidades más que nunca. Es necesario fortalecer lo que tenemos, dar los giros que nos exige el futuro y responder responsablemente a las búsquedas y necesidades de formación de las nuevas generaciones.

Estoy convencido de que nuestra sociedad nunca ha necesitado más lo que le entrega y puede entregarle Icesi, y que la universidad lo tiene todo para seguir creciendo y aumentar su impacto. Hay necesidades de las personas, las organizaciones y la sociedad que permanecen, y que empatan estrechamente con las capacidades  de Icesi y las cualidades del Proyecto Educativo Institucional actual: el valor de saber aprender (y desaprender), nunca mayor que en un mundo voluble; el anhelo por una vida profesional plena; el imperativo de incorporar conocimiento de punta a los procesos, productos y servicios de empresas y organizaciones; la convicción de que la experiencia universitaria debe transformar y mejorar lo que los  jóvenes son, piensan y hacen.

Por otro lado, el contexto ya descrito nos propone nuevos desafíos que, en conversaciones estratégicas internas, nos hemos propuesto enfrentar con responsabilidad, imaginación y creatividad. Quisiera terminar describiendo a grandes rasgos tres propuestas que orientarán este, que esperamos sea un nuevo hito estratégico en el desarrollo de nuestra Universidad.

Primero, creemos que la Universidad debe pensarse cada vez más como una plataforma: un lugar para la interconexión entre actores diversos en torno al conocimiento. Tradicionalmente las universidades mejoran de manera indirecta las capacidades de las organizaciones al formar a las personas que trabajan en ellas. Una Universidad imaginada como plataforma se convierte, en cambio, en un escenario que conecta y potencia la capacidad de las personas, las organizaciones y las empresas y anima la transformación de las unas y las otras. En este sentido muchas de las cosas que hacemos en formación, consultoría, prácticas profesionales e investigación ocurrirán y serán transformadas por las sinergias que se dan entre organizaciones, empresas y personas.  Una universidad como plataforma amplía el número de actores, relaciones, lugares de aprendizaje y modos de producción de conocimiento.

En segundo lugar, y en directa conexión con lo anterior, es importante que repensemos el trabajo que hacemos en investigación.  Es necesario que la Universidad responda más decididamente a las necesidades sociales, empresariales y organizacionales del entorno inmediato, que construya conocimiento con otros actores del contexto y que ese conocimiento transforme positivamente la realidad que estudia y las capacidades, creencias y valores de quienes participan de esa construcción: estudiantes, profesores y organizaciones. Al mismo tiempo, tenemos que mantenernos vigentes y activos con ese conocimiento en las redes científicas globales y poner a dialogar lo que producimos internamente con el saber de punta.

Por último, el cambio nos convoca a una expansión de lo que mejor sabemos hacer como universidad, que es educar personas.  Pero esas personas están cambiando; sus anhelos, expectativas y necesidades son otras; y también la sociedad espera de ellas cosas diferentes. Estamos educando personas para un futuro que no podemos prever y, al mismo tiempo, cada vez más personas de distintas edades y por distintas razones, van a necesitar cualificarse con la calidad que solo una universidad como Icesi puede dar.

Es nuestro propósito que la experiencia universitaria, el campus y el proyecto educativo institucional se expandan a otros momentos del ciclo vital y acompañen las vocaciones y las necesidades de formación a lo largo de la vida.  También que se flexibilicen las rutas formativas para dar más cabida a la exploración y el autoconocimiento. Todo esto representa un reto inédito para nuestra Universidad: hemos sometido a discusión la idea de qué aprendemos, cómo aprendemos, dónde aprendemos, cuándo aprendemos y con ello hemos agitado la estructura tradicional de los aprendizajes, hecha hasta el momento de salones, profesores y estudiantes, carreras y profesiones.  Hoy podemos decir que, aunque no sabemos cuáles serán los requisitos laborales del futuro (nadie lo sabe), sabemos cuáles son y cómo se adquieren las competencias que les van a permitir a nuestros estudiantes llevar una vida productiva, plena y exitosa en él.

Icesi históricamente se ha comprometido con dos grandes propósitos formativos.  Hemos apostado por formar profesionales exitosos: útiles a la sociedad y líderes en su profesión y en las organizaciones a las que se vinculan.  Pero también hemos querido que el paso por la universidad signifique un ensanchamiento de su capacidad de experimentar la verdad, la belleza, la justicia y la bondad y una oportunidad para descubrir lo que les apasiona, construir relaciones significativas y propósitos de vida valiosos. Son estos los objetivos que animaron la formación de quienes hoy se gradúan y son los mismos que inspiran y nos hacen ver con entusiasmo el giro estratégico que estamos dando. 

Ahora, para complementar estas reflexiones sobre el futuro de la educación superior y de ICESI, y para dejarles a ustedes, graduandos, un mensaje de futuro y esperanza, los dejo con nuestra querida profesora, Aurora Vergara, quien encarna como pocas personas, lo mejor de ICESI y las posibilidades de Colombia.

Aurora nació en la ciudad de Cali, pero se crió en Itsmina, Chocó. Allí llegó a los 4 años con su hermano y su madre tras la desaparición de su padre cuando éste era empleado de teléfonos de Emcali. Debido a la falta de oportunidades que había en Istmina para estudiar, Aurora pensó en ingresar a un convento, pero su madre no se lo permitió. En el 2003 ganó el premio Andrés Bello en historia, lo que le permitió trasladarse a Cali e ingresar a la Universidad del Valle a estudiar Sociología. A pesar de las dificultades económicas y de tener que trabajar en varios oficios como el servicio doméstico para pagar su sostenimiento, pudo completar sus estudios. Uno de sus profesores, quien reconoció sus capacidades académicas, la incentivó y ayudó a aplicar a una beca en la Universidad de Massachusetts en Amherst, donde obtuvo una maestría y un doctorado. Más adelante realizó un posdoctorado en la Universidad de Harvard.

​Aurora, Viceministra, bienvenida nuevamente a su casa.

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