Soledad Acosta de Samper. Dos novelas psicológicas

Los textos originales presentan las variaciones e inconsistencias propias de la prosa del siglo XIX. Se han unificado los criterios para ofrecer un texto coherente, que se ha modernizado regularizando la ortografía, la puntuación y la acentuación, según las normas actuales. Se han cambiado, cuando estaba indicado, la j por g (ej. afligió), la s por x (ej. exacta), la z por s (ej. víspera), la z por c (ej. capaces), la s por xc (ej. excepciones) y la s por ps (ej. psicológica). Se han añadido los puntos de admiración e interrogación que faltan a veces al comienzo de las frases, así como puntos y comas ineludibles, aceptando que su lugar puede ser ambiguo o impreciso. Como en la mayoría de textos del siglo XIX, Soledad Acosta deja con frecuencia los puntos suspensivos por fuera de la admiración y de la interrogación, y mantenemos su decisión. En cuanto a la acentuación, se han añadido las tildes faltantes, dado que por lo general en el manuscrito aparecen tildadas sólo las palabras agudas. No se ha variado el vocabulario ni la sintaxis, excepto en los casos, contados, en que la comprensión lo requería y que se señalan a pie de página. No se han variado los párrafos, y se mantienen también ciertas características de la escritura de la autora, como el uso de laísmo y de los subrayados, que en la edición aparecen marcados con itálicas y son empleados por la autora para indicar énfasis o ironía y destacar los títulos de obras y de citas en otros idiomas.