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THE CREMASTER CYCLE: C3

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=irxdKXFt9F4[/youtube]C3
Cremaster 3 es el episodio central del ciclo y el más ambicioso tanto temáticamente como en duración. Además, fue el último en ser rodado, por lo que su impresionante majestuosidad encierra todas las obsesiones y puntos clave del conjunto de la obra. Su estructura circular gira constantemente en torno a dos números: el tres y el cinco. Es el tercer capítulo, trata tres temas principales: la construcción en 1930 del edificio Chrysler en Nueva York, la participación de la mafia masona-irlandesa en la industria de la construcción de la época y la leyenda celta que narra la formación del Paso de los Gigantes (Giant’s Causeway) en la costa irlandesa y el nacimiento de la Isla de Man, tres son los grados de aprendizaje masones… En cuanto al 5, como consecuencia de su exploración de la idea de narcisismo, este episodio aparece repleto de referencias simbólicas al los cinco capítulos del ciclo: cinco coches Chrysler Crown Imperials embisten a un Chrysler Imperial New Yorker en el hall del edificio, cinco caballos (cadáveres) corren en el hipódromo —cada uno ataviado con el emblema de un episodio—, cinco son los niveles que debe superar el aprendiz en The Order, representando los cinco puntos del compañerismo masón, al final el arquitecto lleva cinco ramilletes de flores relacionadas cada una con uno de los filmes, etc.

Simbolismos numéricos aparte, Cremaster 3 logra mediante la combinación de sus imágenes una admirable sucesión de atmósferas del todo contrapuestas: desde el frío sabor mitológico de la costa irlandesa hasta el agobiante y aterrador espacio de tierra debajo del edifico Chrysler, pasando por su inquietante hall, el relajador pub y la festiva secuencia The Order rodada en el Museo Guggenheim de Nueva York. ¡Si hasta hay una brillante escena de pura comedia slapstick donde entran en juego cerveza, espuma, la inclinación del edificio producida por trozos de patata (!) y un gato!

La presencia de Irlanda se hace fundamental por la gran cantidad de obreros irlandeses que trabajaron en la construcción del edificio Chrysler. La simbología irlandesa se entremezcla con la masona en casi cada esquina de la película. Los colores verde y naranja, pertenecientes a su bandera, dominan muchas veces la imagen; la banda sonora, de reminiscencias celtas, incluye canciones cantadas en gaélico por el tenor irlandés Paul Brady. Además, el pub del edificio donde el camarero intenta infructuosamente servir una Guiness al aprendiz interpretado por Matthew Barney —de descendencia irlandesa— tiene una apariencia típicamente irlandesa.

La historia de Cremaster 3, pese a encontrarse parcialmente alejada de la temática biológica del ciclo, es de lo más interesante. Presenta a Barney como un masón aprendiz que trabaja en la construcción del edificio Chrysler y que ansía llegar al grado de Jefe Masón, simbolizado por el arquitecto del rascacielos. Su camino hacia el mayor grado de la masonería es ascender el propio edificio hasta el último piso, donde debe encontrarse con el arquitecto. Sin embargo, un grupo de masones mafiosos intentarán neutralizarle para impedir que suplante a su jefe. Para conseguir su objetivo el aprendiz deberá ir superando una serie de pruebas y grados de aprendizaje, representados por los niveles de The Order, siendo el más importante de ellos el tercero, correspondiente al Cremaster 3 —el narcisismo de nuevo—: Barney debe enfrentarse a un personaje conocido como la novicia, es decir, a su propio proceso de aprendizaje, que, casualmente, está representado por una mujer, por lo que, en la lógica del ciclo, la diferenciación sexual estaría luchando por última vez contra la vuelta al equilibrio original. Finalmente, el aprendiz mata a la mujer asestándole golpes con tres herramientas diferentes como un martillo o una paleta, símbolos de la masonería. Al mismo tiempo que acaba con la novicia en The Order, golpea también al arquitecto en lo más alto del rascacielos Chrysler, justo debajo de su aguja. Momentos antes el arquitecto había sufrido una singular comunión con el edificio, una definitiva unión entre el autor y su obra, por lo que, en un último intento de defensa, el propio rascacielos se rebela contra el aprendiz y hunde la base de su aguja en su cabeza. (tomado de trendesombras.com)

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