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Desaceleración en China perjudica países de América Latina

El dato del PIB del país asiático que se publica hoy, no sólo preocupa a los analistas de esa nación. En América Latina el efecto de la desaceleración será inmediato: los precios de las materias primas pueden seguir bajando, por una caída en demanda.

Lo peor es que si esto ocurre, disminuirá el comercio exterior al país de oriente, creando una escasez de empleo, que llevaría a una mayor contracción en el crecimiento de las economías de los países de América Latina. No sólo eso, el fenómeno se extiende hasta las monedas emergentes que también sufrirán devaluaciones más fuertes, por una menor circulación de dólares.

Nada más en Colombia las exportaciones a China en enero de 2009 ascendieron a 66 millones de dólares, mientras que en Chile a 542,6 millones de dólares y en Brasil, a marzo de 2009, a 1.737 millones de dólares. El auge del comercio de los países latinoamericanos al país asiático es simple, “el gigante” compra aproximadamente 12 por ciento de todo el petróleo que se produce en el mundo, al igual que 70 por ciento del metal de hierro.

Aunque en menor proporción, China continúa creciendo frente a otros países. Europa ya entró en recesión al igual que Estados Unidos, lo preocupante es el ritmo de enfriamiento que lleva a cabo desde el año pasado. En el primer trimestre de 2008 tuvo un PIB de 10,6 por ciento, mientras que para el mismo periodo de este año los expertos hablan de cifras entre seis por ciento y 6,8 por ciento, que fue el crecimiento del último trimestre de 2008. Una encuesta realizada por Reuters muestra que el mercado espera que en este primer trimestre la cifra ascienda a 6,3 por ciento.

El efecto de la rápida desaceleración ya se vio reflejado en los precios de las materias primas a lo largo del año pasado. Por ejemplo, el petróleo que llegó a cotizarse en 146 dólares por barril, hoy se ubica entre 45 y 50 dólares. La baja de los precios, se sumaría a una menor demanda de productos.

En ese sentido no sólo las compras de China están en juego, porque, este país, además de ser un gran consumidor es exportador y la caída de su economía también se debe a la recesión estadounidense.

Para el analista de Corficolombia, Jorge Cortés, el ciclo no tiene reversa. “Uno esperaría que continúe desacelerándose porque la economía de Estados Unidos sigue contrayéndose y hasta que no se recupere, el PIB chino no crecerá a tasas superiores de seis por ciento”, explica.

Las consecuencias van más allá: no sólo el comercio exterior está en juego, la inversión extranjera realizada en los países de la región, para proyectos de explotación de materias primas también está entre la espada y la pared.

“Cuando China estaba creciendo, hubo inversiones que generaron empleo, pero ahora todo se frena porque no se percibe un demandante para el producto y más si los precios no son atractivos”, asegura el director de análisis económico de Proyectar Valores, Julián Ramírez. Un último efecto colateral lo sufrirán las economías de los países de la región asiática.