Palabras clave: Galeón San José, patrimonio cultural, arqueología subacuática, ciencia e innovación, liderazgo comunitario, Cartagena de Indias, Campus 48, exploración marina, orquídeas: mujeres en la ciencia, investigación colaborativa, sirindango, Renealmia Alpinia.
Hola de nuevo queridos lectores.
Gracias por continuar acompañándonos en esta increíble aventura de investigación que, cada día, se pone más dinámica e interesante. En esta ocasión, los invitamos a que nos acompañen a descubrir cómo, a través de la iniciativa Campus 48, nuestra investigadora joven María Aleidy, se enfrentó al desafío de plantear lo que se debe hacer con el galeón San José.
Junto con otras jóvenes investigadoras del resto del país, se enfrentaron a retos tan vastos como el océano que rodea a Cartagena. Trabajaron juntos para desenterrar no solo los tesoros de nuestro pasado, sino también las lecciones y el conocimiento que nos guiarán hacia un futuro donde la interdisciplinariedad y la investigación colaborativa nos acerquen a infinitudes de posibilidades.
Un Viaje a las Profundidades del Conocimiento
La brisa salada de Cartagena envolvía a María Aleidy mientras sus pasos resonaban sobre los adoquines del casco antiguo. Había llegado al corazón del Caribe colombiano para formar parte de una travesía que la llevaría a explorar mucho más que los misterios del Galeón San José. Desde el 29 de julio hasta el 1 de agosto de 2024, María Aleidy se sumergió en un océano de conocimiento y colaboración en el marco del Campus 48, una iniciativa del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, diseñada para fomentar vocaciones científicas entre jóvenes promesas de todo el país. Al llegar, los participantes fueron organizados en equipos, cada uno con un propósito definido dentro de esta aventura multidisciplinaria. María Aleidy, navegante en un mar de ideas, fue parte del equipo dedicado al “Patrimonio Cultural Sumergido I”, compuesto por otros 23 exploradores: 18 navegantes, 3 brújulas, 2 vigías y un faro. Cada integrante, proveniente de rincones dispares de Colombia, trajo consigo sus propias fortalezas, formando un microcosmos de diversidad y conocimiento.
Cabe mencionar que, se nombraban navegantes a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Brújulas eran los jóvenes investigadores e innovadores del programa orquídeas y semilleros de investigación de ciencias de la salud de Cartagena. Faro se les llamaba a los profesionales con formación de alto nivel y, vigías, eran los monitores y jóvenes de los semilleros.
Del Papel al Mar
El primer día comenzó con la organización de los grupos y la identificación de habilidades. A través de actividades lúdicas, cada navegante compartió en qué se consideraba experto, y así, los equipos de investigación comenzaron a tomar forma. A María Aleidy, junto con sus compañeros, le correspondió investigar sobre los contextos arqueológicos subacuáticos de Colombia, un reto tan vasto como las aguas que rodean el Galeón San José. Bajo la guía de las brújulas y el faro, se adentraron en la primera fase de la investigación: comprender el valor histórico y cultural del patrimonio sumergido. El equipo, a pesar de su diversidad, encontró un terreno común en la curiosidad y el deseo de descubrir.
Entre Ríos y Mares
Para el segundo día, la travesía continuó con la construcción de la pregunta de investigación. Un ejercicio que demandó un profundo análisis y discusión entre todos los miembros. Sin la presencia temporal del faro, fueron las brújulas quienes guiaron al grupo a través de las primeras horas, desglosando la información recopilada y orientando el enfoque hacia la multiculturalidad reflejada en los objetos y legados del Galeón San José. A media jornada, el equipo se aventuró en la bahía externa de Cartagena, donde descubrieron vestigios arqueológicos que contaban historias de tiempos pasados e, igualmente, por medio de entrevistas a locales en la bahía interna revelaron la conexión entre el Galeón y las comunidades actuales; un vínculo que trascendía siglos.
De Hallazgos a Soluciones
El inicio del análisis profundo de los datos recogidos se dio durante el tercer día. Los analistas del equipo lideraron esta fase, organizando la información para facilitar la creación de soluciones innovadoras. María Aleidy, junto a sus compañeros, colaboró en la redacción de una propuesta que no solo respondiera al reto planteado, sino que también destacara la relevancia multicultural del Galeón San José en el contexto contemporáneo.
Entre Sabios y Marinos
Para finalizar, en el último día tuvieron la oportunidad de hacer un viaje por la historia viva de Cartagena. María Aleidy visitó la Base Naval y el Castillo San Felipe, donde la ciencia, la tecnología y la historia convergieron. Cada rincón de estos lugares contaba una historia de innovación y compromiso con el patrimonio colombiano. La jornada concluyó con la presentación de los hallazgos del equipo en la clausura del Campus 48. Aunque una lluvia torrencial interrumpió el evento, no pudo opacar el espíritu de camaradería y logro que envolvía a los participantes. La ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación elogió el trabajo de todos, subrayando el valor de democratizar la ciencia y hacerla accesible para las nuevas generaciones.
Para María Aleidy y sus compañeros, la experiencia en el Campus 48 no solo permitió a aplicar sus conocimientos en un contexto real, sino que también les brindó la oportunidad de trabajar en equipo, desarrollar habilidades de liderazgo y fortalecer su compromiso con la conservación del patrimonio cultural de Colombia. Este viaje, más allá de lo académico, sirve como un recordatorio de que la ciencia y la historia están intrínsecamente unidas, y que su exploración es un deber colectivo e interdisciplinar que se nutre de la colaboración de personas con cosmovisiones e historias distintas.
Así como el Galeón San José yace en las profundidades, esperando a que sus historias sean contadas, María Aleidy y sus compañeros navegantes regresaron a sus hogares con un renovado espíritu de entusiasmo. Para así, poder continuar con su misión de ser portadores de conocimiento, que como jóvenes investigadores encarnan los faros que guían a futuras generaciones en la exploración de los misterios que aún nos quedan por descubrir.