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Memoria de Enrique Buenaventura
La vida y la obra de Enrique Buenaventura se caracterizan por una larga lucha contra la muerte, que de una forma u otra aparece como personaje en muchas de sus obras. En su última batalla, permaneció tres meses en cuidados intensivos y los médicos que lo atendieron no se explicaban como permanecía vivo en circunstancias de extrema gravedad. El secreto, sin duda, estaba más en el arte poético que en la ciencia médica, pues era muy claro que el autor había congelado a la muerte en un árbol, como lo había hecho su personaje de Peralta en A la diestra de Dios padre, una de sus obras más representadas y queridas. Sigue leyendo
7 razones por las que prefiero los aborrajados de tostada a los de tajada
1. Porque, al prepararlos, resulta más cómodo sellarles los bordes. 2. Porque no necesitan mucha harina para que queden bien “aborrajados”. 3. Porque, al tener menos harina, no quedan tiesos sino crocantes. 4. Porque quedan más anchos y hay más … Sigue leyendo
Las aventuras inconclusas de los swinger: o nuestro modo de pasarla bueno
Antes de entrar a un bar swinger uno le teme a dos cosas: a no gustarle a nadie y a gustarle a alguien. En el primer caso corre uno el riesgo de regresar a casa con el ego aplastado. Pero por fortuna no se regresa sola. En el mundo swinger no se va sola a citas a ciegas y no se enfrenta sola la molestia de la mañana siguiente después de… Lo sabroso de la vida swinger es que uno pasa por ésas con el otro, en una suerte de destino compartido que resuelve parte de la angustia. “Por lo menos voy con alguien a quien le gusto”, me dije cancelando el tema. Sigue leyendo
Confesiones de un comedor de curry
Considero la gastronomía como una de las más entrañables expresiones de los pueblos y pienso que no tiene nada que envidiarle a ninguna de las llamadas artes. Desde la intimidad de los hogares hasta la agitación de los restaurantes, intento siempre que visito un lugar, conocer la forma como a diario sus gentes disfrutan de la mesa.
A finales del siglo pasado mi vida tomó un nuevo rumbo que tuvo como destino la ciudad de Barcelona. Allí, después de algunos ires y venires, el equipaje se detuvo en su corazón multicultural donde fui testigo de la transformación migratoria que básicamente se manifestó en lenguas guturales, el colorido de la piel y los trajes de los nuevos habitantes del barrio, quienes unidos a la variedad de sus mercados y los restaurantes que terminaron deliciosamente invadiendo todo alrededor. Sigue leyendo