Archivo de la categoría: Rotativo Cali
Para Cali, con Puro Amor
Puro Amor es el pseudónimo de una mujer joven que se está tomando las paredes de Cali. Pinceles y vinilos le permiten volver reales a los inconfundibles personajes que habitan su cabeza, y que desde hace algún tiempo hacen parte de nuestro paisaje urbano. Ella pinta con el alma y con puro amor. Sigue leyendo
7 razones por las que prefiero los aborrajados de tostada a los de tajada
1. Porque, al prepararlos, resulta más cómodo sellarles los bordes. 2. Porque no necesitan mucha harina para que queden bien “aborrajados”. 3. Porque, al tener menos harina, no quedan tiesos sino crocantes. 4. Porque quedan más anchos y hay más … Sigue leyendo
El muro de los lamentos: el Club San Fernando de Cali (1930-2007)
Dicen que quien no conoce su pasado está condenado a repetirlo; más a menudo de lo que uno cree o suele aceptar, sucede que si no se tiene o no se hace uso de la memoria, puede que ni siquiera uno se dé cuenta de ello.
Memoria y Olvido son dos caras de una misma moneda. La Historia, que separa dichas caras, suele tener escaso interés para una ciudad que no quiere preguntarse por su pasado. Existe el temor, cuando no el rechazo, a recordar; no porque el pasado sea siempre mejor, sino porque no se quiere aceptar que si el presente nos decepciona, es porque nos hemos quedado demasiado tiempo añorando el pasado. Si por el contrario el presente nos parece fabuloso, ocurre que nadie quiere reconocer lo que su esplendor le debe al pasado.
Quizá esta doble circunstancia explique la ausencia de una historia de la arquitectura y el urbanismo en Cali: no tenemos claro qué vale la pena recordar ni qué es imperativo preservar. Es difícil hablar de las bondades o desventuras de las obras de arquitectura cuando ellas ya no están presentes entre nosotros. Cuando forman parte de nuestra cotidianidad simplemente “están allí”, siempre han estado, pero no siempre lo estarán. Sigue leyendo
FALCIONI: ONCE CEROS PARA LA HISTORIA
I.
“No sé si me decían gato por los ojos azules o por salir tanto de noche”, dice, ríe. Entonces el cigarrillo se hunde de nuevo en el cenicero inútilmente: ya hace dos sacudidas que estaba apagado. Afuera golpea el sol, adentro se proyecta la media luz de la tarde, el letargo de un verano que no parecía diseñado para los recuerdos.
“Ha pasado mucho tiempo, desde el año 91 no he vuelto a Colombia. Pero pronto lo haré porque tengo una deuda pendiente con mis hijas: llevarlas a Cali para hacer el recorrido de su infancia”. Mira hacia la ventana, media cara iluminada, agarra la cajetilla de Camel que está sobre la mesa y dice despacio: “Me gustaría poder saludar y ver a mucha gente a la cual le guardo mucho cariño. Solo tengo palabras de agradecimiento con el pueblo colombiano por como me trató, como viví… si tengo la oportunidad de ir a trabajar allá de nuevo, lo haría sin ningún tipo de inconveniente”. Sigue leyendo
Las aventuras inconclusas de los swinger: o nuestro modo de pasarla bueno
Antes de entrar a un bar swinger uno le teme a dos cosas: a no gustarle a nadie y a gustarle a alguien. En el primer caso corre uno el riesgo de regresar a casa con el ego aplastado. Pero por fortuna no se regresa sola. En el mundo swinger no se va sola a citas a ciegas y no se enfrenta sola la molestia de la mañana siguiente después de… Lo sabroso de la vida swinger es que uno pasa por ésas con el otro, en una suerte de destino compartido que resuelve parte de la angustia. “Por lo menos voy con alguien a quien le gusto”, me dije cancelando el tema. Sigue leyendo
Confesiones de un comedor de curry
Considero la gastronomía como una de las más entrañables expresiones de los pueblos y pienso que no tiene nada que envidiarle a ninguna de las llamadas artes. Desde la intimidad de los hogares hasta la agitación de los restaurantes, intento siempre que visito un lugar, conocer la forma como a diario sus gentes disfrutan de la mesa.
A finales del siglo pasado mi vida tomó un nuevo rumbo que tuvo como destino la ciudad de Barcelona. Allí, después de algunos ires y venires, el equipaje se detuvo en su corazón multicultural donde fui testigo de la transformación migratoria que básicamente se manifestó en lenguas guturales, el colorido de la piel y los trajes de los nuevos habitantes del barrio, quienes unidos a la variedad de sus mercados y los restaurantes que terminaron deliciosamente invadiendo todo alrededor. Sigue leyendo
En memoria de la arquitectura: Túnel Azul (ca.1975-2007)
A la memoria de Gloria Fernanda Gómez y Mary Pereira
La muerte es un motivo para hablar de la vida. Y en el caso de la vida de un edificio, significa hablar de las vidas de un arquitecto y de sus clientes. Es describir la satisfacción de quienes superan el espinoso tema contractual, monetario, para hablar de los sueños y darles forma tangible. O denunciar el fracaso. Es a la construcción de esos sueños a los que llamamos arquitectura, la disciplina que hace que de repente ciertas personas dejen de ser anónimas para nosotros y para la posteridad. Ejercicio de la memoria al que nos invita Marcel Proust cuando en La muerte de las catedrales nos habla de las catedrales góticas como los libros de los ritos. Sigue leyendo