Archivo mensual: enero 2011
Las aventuras inconclusas de los swinger: o nuestro modo de pasarla bueno
Antes de entrar a un bar swinger uno le teme a dos cosas: a no gustarle a nadie y a gustarle a alguien. En el primer caso corre uno el riesgo de regresar a casa con el ego aplastado. Pero por fortuna no se regresa sola. En el mundo swinger no se va sola a citas a ciegas y no se enfrenta sola la molestia de la mañana siguiente después de… Lo sabroso de la vida swinger es que uno pasa por ésas con el otro, en una suerte de destino compartido que resuelve parte de la angustia. “Por lo menos voy con alguien a quien le gusto”, me dije cancelando el tema. Sigue leyendo
Confesiones de un comedor de curry
Considero la gastronomía como una de las más entrañables expresiones de los pueblos y pienso que no tiene nada que envidiarle a ninguna de las llamadas artes. Desde la intimidad de los hogares hasta la agitación de los restaurantes, intento siempre que visito un lugar, conocer la forma como a diario sus gentes disfrutan de la mesa.
A finales del siglo pasado mi vida tomó un nuevo rumbo que tuvo como destino la ciudad de Barcelona. Allí, después de algunos ires y venires, el equipaje se detuvo en su corazón multicultural donde fui testigo de la transformación migratoria que básicamente se manifestó en lenguas guturales, el colorido de la piel y los trajes de los nuevos habitantes del barrio, quienes unidos a la variedad de sus mercados y los restaurantes que terminaron deliciosamente invadiendo todo alrededor. Sigue leyendo
En memoria de la arquitectura: Túnel Azul (ca.1975-2007)
A la memoria de Gloria Fernanda Gómez y Mary Pereira
La muerte es un motivo para hablar de la vida. Y en el caso de la vida de un edificio, significa hablar de las vidas de un arquitecto y de sus clientes. Es describir la satisfacción de quienes superan el espinoso tema contractual, monetario, para hablar de los sueños y darles forma tangible. O denunciar el fracaso. Es a la construcción de esos sueños a los que llamamos arquitectura, la disciplina que hace que de repente ciertas personas dejen de ser anónimas para nosotros y para la posteridad. Ejercicio de la memoria al que nos invita Marcel Proust cuando en La muerte de las catedrales nos habla de las catedrales góticas como los libros de los ritos. Sigue leyendo