A través de esta entrevista, exploraremos el inspirador viaje de transformación liderado por Luis Alberto Alpala Cuaical, un productor de lácteos que ha sido parte fundamental de la evolución de la Asociación Pradera Verde hacia una empresa innovadora de la industria láctea. A través de esta entrevista exclusiva, Luis Alberto nos comparte su experiencia, los desafíos enfrentados y su visión para el futuro.
Poniendo en marcha la conversación:
La entrevista comienza con la presentación de Luis Alberto y una pregunta sencilla sobre su experiencia en este proceso de transformación. Desde el inicio, se percibe su entusiasmo por el proyecto y la confianza en el valor que están aportando. Luis Alberto se muestra optimista acerca del proceso en curso, que tiene como objetivo convertir a la Asociación Pradera Verde en una empresa líder y servir de inspiración para otras comunidades rurales.
El giro hacia la producción de lácteos:
Luis Alberto relata cómo la Asociación tomó la decisión de centrarse en la producción de lácteos, una elección motivada por las limitaciones en otras áreas de la agricultura debido a las heladas y los altos costos de los insumos. Este giro estratégico los llevó a enfocarse en la producción de leche y sus derivados, un camino que finalmente los ha llevado a la elaboración de quesos madurados y otros productos lácteos de alta calidad.
Desafíos y Fortalezas:
Uno de los mayores desafíos que enfrenta Luis Alberto y la Asociación es llegar a un mercado competitivo y ofrecer productos de excelente calidad. La calidad de sus productos, en especial el queso madurado, se convierte en una de sus mayores fortalezas. Su determinación y la creencia en la calidad son rasgos que definen su enfoque.
Una historia de transformación:
La historia de Luis Alberto y la Asociación Pradera Verde es un testimonio de perseverancia y crecimiento. Comenzaron con modestas cantidades de leche, alrededor de 250-300 litros, y a lo largo de los años, han mejorado en aspectos como la higiene y la calidad de la leche. Él enfatiza la importancia de no estancarse y de seguir creciendo. El proyecto que se está desarrollando junto a la Universidad Mariana, la Universidad Icesi y CorpoMinga ha revitalizado el interés en la producción láctea y ha abierto nuevas oportunidades, como la elaboración de quesos madurados y otros productos derivados de la leche.
Una visión audaz:
Mirando hacia el futuro, la visión de Luis Alberto es clara: convertirse en una empresa líder en procesamiento de lácteos que no solo beneficie a su comunidad, sino que también sirva de inspiración para otras regiones. Quiere compartir el éxito y la fórmula de su transformación con otros. Pasar de ser vendedores de leche cruda a ser considerados productores de leche y sus derivados ha brindado un valor agregado que muy posiblemente impacte positivamente la vida de su comunidad y las comunidades que decidan dar el paso adelante.
La misión que los impulsa:
La misión de la empresa va más allá de la producción de lácteos. Luis Alberto espera que sus socios se mantengan comprometidos y trabajen juntos para el beneficio de todos. El trabajo en equipo y el compromiso son elementos esenciales de su misión.
Colaboración con Universidad Mariana:
La entrevistadora también explora la colaboración de la Asociación con la Universidad Mariana y otras instituciones académicas. Luis Alberto elogia la forma en que la capacitación y la comunicación se han adaptado a las necesidades de su comunidad, destacando la importancia de esta colaboración en el proceso de transformación.
Conclusión:
La historia de Luis Alberto Alpala Cuaical y la Asociación Pradera Verde es un relato inspirador de cómo la determinación y la calidad pueden llevar a una comunidad a través de un proceso de transformación. Con su visión y su compromiso con la excelencia, están allanando el camino hacia un futuro prometedor en la industria de los lácteos. Su historia es un recordatorio de que incluso en las circunstancias más desafiantes, el espíritu emprendedor puede triunfar.
Redacción: Cristian Camilo Trejos
Edición: Manuela Triviño Monar
Fotografía: Prinith Soleit Jurado Erazo