Metodología del laboratorio

Una de los retos más importantes de iniciativas y proyectos que en la actualidad se planteen la cuestión del patrimonio cultural y su preservación, es lograr incidir de manera positiva en la representación que tiene la comunidad acerca de dicho patrimonio, con el fin de generar lógicas de apropiación efectivas y duraderas. Asumiendo este reto, el proyecto que se presenta a consideración busca sondear las posibilidades que ofrece la relación entre sonido y territorio como una forma de patrimonio poco legitimada y sobre la cual es justo que recaigan los esfuerzos de preservación y reflexión, desde una perspectiva inclusiva y sintonizada con las nuevas lógicas de producción digital y divulgación de contenidos.

Atendiendo a uno de los valores definidos dentro del Plan de Manejo del Paisaje Cultural Cafetero que hace referencia a la “relación entre tradición y tecnología para garantizar la calidad y sostenibilidad del producto”, es básico pensar nuevas estrategias de apoyo para valorar y difundir los elementos culturales del PCC.

En este sentido se hace necesario estructurar un modelo metodológico que permita cumplir con las orientaciones trazadas en los objetivos del proyecto. Tales orientaciones se configuran como pistas que incluyen indagaciones cualitativas, cuantitativas y experimentales desde lo digital, a través de fases como la caracterización, análisis, mapeo y creación.

Estas fases se explican a continuación dónde se evidencia como, en algunas ocasiones, varias de las actividades se cruzan temporalmente.

– Estructura metodológica:

El laboratorio plantea una metodología que partiendo de lo teórico llegue a lo fenomenológico dentro de un modelo experiencial y colaborativo.

Siguiendo esta idea se propone que, de antemano, los participantes realicen lecturas escogidas de modo que la primera fase no sea una clase magistral, sino un foro participativo que facilite un aprendizaje activo y colectivo.

Una vez establecidos los presupuestos teóricos, por medio del foro y de talleres de escucha, se propone un reconocimiento del entorno a través de paseos (soundwalkings) que expongan el grupo a el ejercicio de la escucha consciente.

Después de caracterizar el territorio, se procederá a registrar, mapear y analizar la relación sonoro-espacial presente en las áreas escogidas. Desde la óptica del proyecto, en términos de patrimonio, la relación entre sonido y espacio amerita una reflexión que señale su importancia al plantearse la comprensión de una sociedad y su cultura material. Todo con miras a desarrollar un producto creativo que, a través de la investigación, de cuenta de los objetivos individuales y colectivos.

La etapa final se propone como una síntesis que, por medio de una continua socialización de ideas de los participantes, encuentre los medios técnicos para desarrollar los proyectos individuales o grupales que saldrán del laboratorio.

Después de previas presentaciones de las propuestas al grupo, donde se busca desarrollar un debate constructivo sobre cada proyecto, se hará una última sesión abierta a toda la comunidad de Sevilla para que conozcan los resultados del laboratorio.

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