La docente Ana María Valencia está encargada de una electiva en Ciencias Naturales llamada Gestión ambiental en la cuenca del río Pance, en la que los participantes conocen la riqueza natural del territorio Caleño y la importancia de tomar consciencia y responsabilidades para cuidar la biodiversidad y los ecosistemas que sostienen nuestra vida en el planeta. Inspirando y motivando nuevas prácticas, hábitos y comportamientos amigables con el entorno natural y social.
La primera salida del curso se realizó al Ecoparque Lago de las Garzas, ubicado en la parte baja de la cuenca del río Pance, cuyas aguas conforman un lago, llenando de diferentes formas de vida el lugar. El Ecoparque es un aula viva de conservación de la biodiversidad urbana, para el aprendizaje, la investigación, para el refugio de plantas y animales y para el disfrute de los visitantes. Su cercanía a la Universidad ICESI lo hace un sitio especial para compartir con amigos y familiares, hacer un picnic, realizar una caminata en la naturaleza, avistar fauna, leer un libro, meditar o, simplemente, para escaparse del “ruido” de la ciudad. El ingreso es gratuito.
El objetivo de la salida de campo estuvo enfocado principalmente en conocer diferentes formas de vida que se relacionan con el entorno natural, tanto terrestres como acuáticas, inclusive la misma vida humana y comprender que todos tenemos un espacio en el planeta Tierra y una misión y responsabilidad en el mismo. Para lograrlo, se realizaron tres estaciones de trabajo. La primera estuvo relacionada en reconocer los animales que habitan en el agua, para esto se usaron redes de captura y microscopios. Un aprendizaje de esta actividad fue la indicación de la calidad del agua a través de la presencia o ausencia de pequeños insectos. En la segunda estación se definió el concepto de ecosistemas y la relación de dependencia de nosotros los humanos con estos. En la última estación, se desarrollaron aprendizajes sobre la importancia de las plantas como seres fundamentales que sostienen la vida en el planeta.
Finalmente, la jornada fue concluida con una apuesta en común, aprendiendo unos de otros de la experiencia en el lugar, concluyendo que todo en la naturaleza responde a un orden biológico y que su equilibrio y buen funcionamiento genera el bienestar que disfrutamos día a día todos los seres humanos.
