Tradición y ruptura; el psicoanálisis y su mirada interpretativa

Por: Andrés García

Entre finales del siglo XIX y principios del XX, un médico especializado en el área de neurología y psiquiatría llamado Sigmund Freud, comienza a introducir una práctica un poco inusual al repertorio de tratamientos tradicionales de la época. Está práctica, que posteriormente fue llamada psicoanálisis, se fundamentó desde sus inicios como una teoría del funcionamiento psíquico humano, y surgió paulatinamente como un tratamiento alternativo para los enfermos de neurosis.

La práctica psicoanalítica es, básicamente, un desarrollo teórico y metodológico que se enfoca en una relación intersubjetiva entre el paciente y el psicoanalista, orientándose en proporcionar una escucha desprejuiciada por parte del segundo, con el fin de encontrar en el lenguaje, en los aspectos de la cotidianidad y en los actos más espontáneos, aquellas manifestaciones del inconsciente que son tomadas como indicios determinantes dentro de la construcción del psiquismo y la historia de cada paciente. De este modo, el psicoanálisis no busca sintetizar o generalizar específicamente lo que otros conocimientos han hecho, sino que sus propios métodos tienen origen desde una sistematización de la experiencia clínica otorgada a partir de la particularidad de cada caso de observación.

Ahora bien, después de haber introducido a grandes rasgos algunas de las particularidades de la práctica psicoanalítica, es oportuno comenzar por una profundización que de cuenta sobre cuáles fueron las raíces epistemológicas fundamentales que se establecieron y dieron origen a lo que hoy conocemos como psicoanálisis.

Por un lado, y aunque erróneamente se pueda llegar a pensar que el psicoanálisis no tiene ninguna relación con la tradición epistemológica positivista, es innegable la deuda particular que se presenta, pues no es gratuito que Freud forjara gran parte de su amplio bagaje teórico desde la relación con la práctica que supone la medicina, considerando que esta se mueve con respecto al importante papel que cumple la experiencia en cuanto a la construcción de conocimientos. De este modo, como nos lo relata Manuel Elkin Ramirez (2005), el acercamiento que el psicoanálisis tiene con respecto al positivismo, radica principalmente en el énfasis y la importancia que tiene el material empírico (en este caso el análisis de las manifestaciones y síntomas de cada paciente) dentro del entendimiento que propone la postura psicoanalítica sobre el funcionamiento psíquico del ser humano.

Por otro lado, también es importante considerar cómo la postura psicoanalítica se conforma a través del acercamiento con el paradigma indiciario, el cual se caracteriza por priorizar la singularidad de pequeños aspectos o indicios; aquellos que dan la posibilidad de reconocer las características constitutivas y motivacionales de la forma de ser y actuar de cada sujeto (Ramirez, 2005). Así, a partir de indicios y detalles que comúnmente suelen ser considerados como triviales y poco relevantes, Freud propone su método interpretativo de asociación libre basándose en considerar como reveladores aquellos detalles, y asumiendo a su vez que por medio de estos, se podrían encontrar manifestaciones del inconsciente a manera de pistas o claves que permiten obtener un punto de acceso a los lugares más recónditos y misteriosos que caracterizan a la psique humana.

Asumiendo lo ya mencionado sobre la relación del psicoanálisis con los paradigmas positivista e indiciario, se puede ver claramente el punto de  ruptura epistemológica que supone la práctica psicoanalítica en cuanto a la manera de cómo ve, interpreta y fundamenta la creación del conocimiento. Todo esto en una época donde el positivismo era considerado prácticamente como la única forma de hacer ciencia, lo cual  tarde o temprano se tornó como una tradición dogmática y reduccionista. Es aquí donde Freud se atreve a ir más allá de lo establecido, indagando sobre aspectos que generalmente no eran considerados como oportunos o relevantes; se adentró en el análisis de casos particulares que lo llevaron al descubrimiento de los procesos inconscientes que constituyen, esencialmente, la mirada psicoanalítica sobre la peculiaridad del psiquismo.

Además de lo mencionado anteriormente, Freud también se interesó por asumir la histeria desde una postura científica, entendiendo que los síntomas que esta patología presentaba, no eran simples inventos de cada paciente, sino que se relacionaban con las vivencias y represiones psíquicas que, posteriormente, se presentaban como manifestaciones somáticas en cada sujeto. De este modo, como lo relata Ernest Jones (1984), Freud entendió que los síntomas histéricos, además de poder ser tratados, también podrían ser aliviados gracias al intercambio verbal con cada paciente, lo cual condujo a la creación de un notable interés científico  que no se limitaba por la indagación de los problemas fisiológicos, sino también de aquellos factores psicológicos que están presentes en cada sujeto.

Así pues, para finalizar con este escrito, considerando los puntos planteados sobre la construcción y ruptura epistemológica que marcan la constitución de los cimientos del psicoanálisis, es pertinente concluir que el entendimiento teórico y metodológico que propone esta mirada, no surge de la espontaneidad y  la postulación de conceptos de manera arbitraria, sino que se desarrolla como un producto a partir de la búsqueda profunda de una explicación e interpretación del funcionamiento psíquico humano. Todo esto gracias a la experiencia clínica y, particularmente, al apetito intelectual que caracterizó a Freud, lo cual lo llevó a desarrollar diferentes formaciones teóricas y prácticas desde una mirada que retoma la importancia de la peculiaridad de cada caso, y no la interpretación de los fenómenos psíquicos a partir de la generalidad que suponen las reglas universales. 

Bibliografía

Jones, E. (1984). Capítulo 11 “El periodo Breuer”. En: Freud. Barcelona: biblioteca Salvat.

Ramirez, M. E. (2005). Capítulo 1: “El psicoanálisis y el positivismo” y capitulo 2: “El psicoanálisis y el paradigma indiciario”. En: Clío y psyque: ensayos sobre psicoanálisis e historia. Medellin: La carreta editores.

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