Los productos de los sectores agroalimentario y de confecciones serían los más beneficiados.
Desde el viernes pasado, los productos colombianos tienen abierta la puerta de Suiza para llegarles, sin aranceles o en proceso de desmonte, a sus ocho millones de consumidores, cuya capacidad de compra es de 47.000 dólares anuales.
Un apretón de manos este viernes entre el ministro de Comercio, Sergio Díaz–Granados, y el embajador suizo en Colombia, Didier Pfirter, fue el acto simbólico que dio inicio a la vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los dos países, que también fue negociado con Noruega, Islandia y Liechtenstein, que, junto con Suiza, conforman la Asociación Europea de Libre Comercio.
Ese es el primer acuerdo comercial de Colombia (46 millones de habitantes y un ingreso per cápita de 8.500 dólares) y un país desarrollado que entra en vigencia.
El TLC con Suiza, según el Gobierno colombiano, representa una oportunidad para que el empresariado nacional amplíe sus mercados de destino, lo que también se predica de los exportadores suizos.
Además, Colombia busca vincular a su aparato productivo a los inversionistas alpinos, porque ello supone, además de la generación de puestos de trabajo, transferencia de tecnología.
Las oportunidades colombianas en el mercado suizo no son pocas, pero, como lo advierte una investigación de Proexport, “allí hay altas probabilidades para ingresar con alimentos, como frutas tropicales frescas, secas y congeladas, mango, maracuyá y uchuva procesada; además, vegetales enlatados, mermeladas y jaleas, verduras en conserva, hierbas y especias procesadas, y café soluble. También, pantalones, jeans, vestidos de baño, ropa interior, camisas, blusas y ropa deportiva”.
Dentro de 40 días, se abrirá otra puerta de características similares, esta vez en el norte del continente americano: Canadá, con 34 millones de habitantes y un ingreso per cápita anual de 36.000 dólares.
Fuente: www.portafolio.co