Desde mediados del mes de abril el equipo coordinador del laboratorio ‘El paisaje sonoro como herramienta de resignificación del territorio: paisaje cultural cafetero’, inició la conceptualización y diseño del proceso metodológico que esta año nos llevaría a los municipios de Riofrío y Trujillo en el departamento del Valle del Cauca. Teniendo en cuenta las experiencias de años anteriores, se buscó con este taller diversificar las temáticas con el fin de atraer participantes de diferentes sectores sociales. Por tanto la propuesta que se presentó para trabajar con la comunidad buscó pensar lo sonoro desde la cotidianidad que marca un territorio y que lo resignifica en la memoria de sus habitantes.
Con este objetivo claro se comenzó la primera jornada del laboratorio en los dos municipios, el día 16 de junio. En primera instancia en el municipio de Riofrío con el apoyo de funcionarios de las secretarías de Cultura y Turismo, que convocó a habitantes del casco urbano y la zona rural en la sede de la alcaldía. Con una nutrida asistencia presentamos la dinámica y metodología del laboratorio, respondiendo también las inquietudes generadas por los participantes.
Ya en Trujillo y con el apoyo de organizaciones sociales que tiene una fuerte presencia en el municipio, se comenzó el laboratorio con un grupo de jóvenes, que vienen desarrollando proyectos de intervención en términos de producción
cultural. Con este grupo, que había colaborado también con el proceso de difusión, se inició el desarrollo del laboratorio. Es válido señalar que el éxito de esta convocatoria radicó en la disposición de los participantes del laboratorio para involucrarse en el proceso, cambiando y adaptando en algunos casos sus rutinas y demás actividades del día a día. Sin esta variable a nuestro favor, hubiese sido muy complejo iniciar.
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