El crecimiento del 1,1%del PIB del primer trimestre entre 2016 y 2017 es un resultado malo en el contexto colombiano y malo si lo comparamos con el resto del mundo. Veamos. Si se tiene en cuenta que el año pasado el PIB creció para el mismo periodo un 2,7%, en 2015 2,6% y en 2014 un 6,4%, la cifra claramente muestra una desaceleración de la economía. Es decir, la tendencia no es buena. Es más, en lo corrido de este siglo, solo en 2002 se presentó un crecimiento menor al experimentado este año; crecimiento que fue de 0,8%. Adicionalmente, el crecimiento de este primer trimestre es idéntico al del primer trimestre de 2009. Un trimestre después de la crisis financiera mundial.
Veamos en detalle que explica este resultado. El sector de minas y canteras cayó 9.4%. Este sector claramente está en contracción, y va en picada. El primer trimestre de 2000, el sector de minas y canteras representaba el 8,5% del PIB; ahora en 2017, este sector representa el 6,0%. Es decir, en 17 años perdió casi dos puntos y medio porcentuales de peso en el PIB. Y las perspectivas de este sector para lo que resta del año no son mejores.
Esta caída se vio contrastada por el sorprendente comportamiento del sector agrícola que presentó un aumento en su valor agregado de 7,7% frente al primer trimestre de 2016. Este crecimiento es el mejor del siglo para el primer trimestre y aparece después de un año 2016 en el que el sector agrícola prácticamente no creció. Lastimosamente, este segundo trimestre no se puede esperar el mismo comportamiento del sector por la ola invernal.
Por otro lado, el sector de la industria creció apenas un 0,3%, frente a un crecimiento de 4,3% del año pasado. Este resultado no fue peor, gracias al subsector de la industria denominado “Fabricación de productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear” que creció en el primer trimestre de 2017 frente al mismo periodo de 2016 en un 9,3%. Este crecimiento se explica por la entrada en funcionamiento de parte de la refinería de Cartagena (REFICAR). Este efecto ya se había experimentado con mayor fuerza en 2016 cuando el crecimiento de ese subsector fue de 17,3% y la planta empezó su operación tras la ampliación. A medida que REFICAR entre totalmente en funcionamiento, este empujón al crecimiento del sector industrial desaparecerá. Así, el ritmo de crecimiento de la industria no parece sostenible.
El otro sector que llama la atención es la construcción con una caída del 1,4%. Lo interesante es que la construcción de viviendas y edificaciones cayó 7,1% frente al mismo periodo de 2016. En 2016, el crecimiento de la construcción de vivienda y edificaciones era un sorpresivo 11,5%. Claramente la vivienda no seguirá jalonando este sector en lo que resta del año. Las obras civiles mitigaron la caída de la construcción con un crecimiento del 3,5%. Así, la dinámica de la construcción dependerá en lo que resta del año de las grandes obras civiles conocidas como las 4G.
Ahora bien, estos resultados en el contexto internacional son malos. A diferencia de lo que observábamos el primer semestre del año pasado, cuando la economía colombiana solo era sobrepasada en su crecimiento por tres países: China, Perú y España. Este año, de los 27 países que ya reportaron cifras de crecimiento del PIB para el primer trimestre, nuestro resultado solo supera a cinco países: Noruega (0,9%), Francia (0,8%), Italia (0,8%), Chile (0,1%) y Grecia (-0,5%). Es decir, ¡del pelotón puntero hemos pasado a la cola!
Así, en ese contexto el resultado de 1,1% no es bueno. En conclusión, los datos oficiales muestran de manera clara que la economía colombiana se desaceleró y al final del año difícilmente alcanzaremos un crecimiento del 2%.
(Esta columna de opinión fue publicada en el diario el País de Cali el 25 de mayo de 2017)