Por: Camila Torres
Si tuviera que resumir en una palabra la Study Tour Europa 2018, diría que fue una experiencia enriquecedora. Pues, todos aquellos quienes tuvimos la fortuna de participar en esta misión académica aprendimos de mil maneras diferentes y volvimos siendo capaces de ver el mundo desde una nueva perspectiva. Durante el viaje realizamos un recorrido por 4 capitales europeas, iniciando en Bruselas, Bélgica. Allí pudimos conversar con algunos de los funcionarios de una asociación política y económica única en el mundo, la Unión Europea, sobre la opinión que tienen de Colombia y los acuerdos de paz desde el exterior. Luego visitamos París, Francia que nos recibió con su bella arquitectura e infinidad de museos y donde conocimos de primera mano la labor diplomática que se lleva a cabo en la embajada colombiana. Nuestro tercer destino fue Berlín, Alemania aquí, entre otras cosas, recorrimos la Universidad libre donde aprendimos acerca del sistema educativo alemán y oportunidades de becas. Finalmente, llegamos a nuestro último destino: Praga, Republica Checa que nos brindó la posibilidad de discutir en un think-tank acerca de los retos que enfrenta la Unión Europea. En resumen, diría que todas estas actividades que fueron planeadas cuidadosamente desde el programa de ciencia política cumplieron cabalmente con su objetivo: abrirnos caminos como futuros profesionales y devolvernos a nuestras casas con nuevas inquietudes.
Pero también existen otro tipo de vivencias que en un principio no imaginaba me impactarían como lo hicieron. Las cuales tienen mucho que ver con romper la rutina y la vida cotidiana a la que estamos acostumbrados. Tuvimos que enfrentarnos a perdernos en el metro, a comprar en supermercados donde no puedes diferenciar la leche deslactosada de la entera y a cumplir con una agenda apretada mientras tratas de equilibrar el tiempo para realizar otras actividades turísticas. Todo esto represento un reto a su manera y, por lo tanto, un proceso de aprendizaje y descubrimiento. Nos dimos cuenta de que hay lugares en los que se vive, se piensa y se siente de forma muy distinta a la nuestra, pero nos gozamos cada paso y cada instante como lo que fue: un viaje maravilloso que seguro recordaremos por mucho tiempo.