En el marco del curso “Taller de formación profesional: Psicología educativa”, los estudiantes realizaron una visita al Jardín Infantil “Taller de Anik”. A continuación se recogen algunos relatos elaborados a partir de esta experiencia.
————————————-
Para mí, esta experiencia fue increíblemente enriquecedora tanto en mi formación profesional como en la personal. El Taller de Anik fue mi jardín infantil y desde que megradué de ahí en el año 1993 no había vuelto. Fue muy emotivo llegar y recordar algunos detalles del lugar donde pasé los años que más me han marcado la vida. Toda la filosofía educativa que maneja el Taller es lo que me hacen hoy ser quien soy. Me sentí muy identificada con esa libertad que tienen los niños en el Taller de explorar, de moverse, de ser totalmente polimórficos. Tener es a buena relación con la naturaleza y los animales creo que me hacen hoy una persona más sensible que quizás una persona que no tuvo mucho contacto ecológico. Siento que esta pedagogía educativa apuesta a que los niños sean muy seguros de sí mismos, tanto que sean arriesgados a conocer y explorar por sus propias manos, con esa guía que representan los profesores que los anima a seguir explorando más que a limitarlos.
En cuanto a mi formación profesional, siento que es una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido desde que estoy estudiando psicología. En realidad, es muy diferente leer y estudiar la teoría, que tenerla en vivo y en directo y manejarla desde lo práctico. Tener un grupo de 9 niños entre los 24 y 29 meses y poder ver exactamente como están en ese momento desarrollando su motricidad, como están siempre interesados en todo, curiosos, explorando, descubriendo, formándose sus propias representaciones mentales del mundo exterior; es asombroso. Yo creo que ya nos quedaba corto llevar al primito, sobrinito, vecinito de 2 años a una cámara de Gesell y observarlo ahí. En esta visita los pudimos ver durante todo un día en su ambiente natural de jardín, pudimos interactuar con ellos, pudimos decidir nosotros mismos y en base a la teoría previamente estudiada, en qué etapa de desarrollo se encontraban. Eventualmente cuando tengamos que poner en práctica nuestros conocimientos sobre el desarrollo infantil y sobre el vínculo educativo en estas edades, creo que esta experiencia nos servirá demasiado para no aterrorizarnos por la presencia de todo un salón de clase de bebés o niños pequeños. Catalina Dixon
————————————-
Considero que fue una experiencia muy enriquecedora, pues me permitió aterrizar todos los conocimientos obtenidos durante el semestre y analizar todo lo que observe a la luz de estos y aporta en mi formación profesional en la medida en que me permitió tener un acercamiento a lo que es una metodología distinta de aprendizaje. María Juliana Hincapié
————————————-
Me pareció muy enriquecedora esta actividad de observación, ya que me permitió familiarizarme con un enfoque pedagógico que trasciende la mirada centrada en el cumplimiento de las competencias de los aspectos del desarrollo, para considerar como importantes el papel que desempeña el agente educador (maestro), el espacio educador que se convierte en el lenguaje puesto en todos los espacios, los padres, la familia y la institución educativa como un elemento articulador de espacios y relaciones sociales. En definitiva, una propuesta enfocada en la participación y el compromiso social, como claves de pertinencia para la educación de los infantes.
Además, considero que esta experiencia me brinda elementos adecuados para mi formación como profesional porque me permite comprender el sentido de las actividades que se realizan en un contexto educativo específico, así como la importancia que desempeña el vínculo educativo en la “práctica del ser con el hacer”* para garantizar un aprendizaje íntegro basado en la experiencia. Paola A. Vargas
————————————-
Personalmente el encuentro con estos niños y la asistencia al Taller de Anik me hizo pensar que si es posible una educación que se centre en el sujeto, realmente interactuar con Yuli (maestra) me llenó de esperanza y pensar que si puede posible dejar que los niños y las niñas se expresen y piensen por si mismos sin dejar de tener una posición de autoridad legítima. Sin embargo toda esta experiencia me hizo pensar en que no solo debería ser así para los niños cuyas familias tienen los recursos para darles este tipo de educación en este taller, esto no debería ser un lujo, debería ser el derecho a la educación que todos tenemos sin importar los recursos con los que contemos. La educación pública y los jardines de los barrios populares también deberían ser lugares mágicos pensados para los niños.
Personalmente esta experiencia reafirma mi interés por trabajar con la infancia y la juventud de Colombia, me sentía feliz y creo que aportarle a esta población es una buena forma de construir una mejor sociedad, pero una construcción a la que todos tengan acceso, porque más que un lujo es un derecho.
María Camila, Carolina, Gabriela, José, Juan Sebastián, Samuel, Antonio, Laura, Sara y Andrea me enseñaron que se puede aprender con gusto e hicieron práctica la teoría, hicieron realidad las letras de los libros y dieron vida a las ideas de una mejor educación.
Personalmente creo que estoy de acuerdo con Anik: “Un niño feliz aprende”, de igual manera creo que es importante resaltar el trabajo estructural que se hace alrededor del niño en búsqueda de la coherencia entre los agentes que le rodean. Jimena Almario
El deseo de educar es lo opuesto a la homogeneización. (Tizio, 2001)
Referencias
TIZIO, H. (2003) (Coord.): Reinventar el vínculo educativo: aportes de la Pedagogía Social y del Psicoanálisis. Barcelona, Gedisa.
*Expresión de la directora del “Taller de Anik” en la charla de presentación institucional.