En el mes de enero Daniella Castellanos me hizo la invitación para participar en un compartir de experiencias en las instalaciones de la Universidad Icesi con los hermanos Indígenas Maoríes de Nueva Zelanda.
Se logra hacer el viaje hacia Cali los días 04 al 06 de febrero, una experiencia inolvidable para mi vida. Fueron unos días de grandes aprendizajes entre todos.
El día 04 de enero estuve lista para realizar el viaje hacia Cali con conexión, Villagarzón – Bogotá y Bogotá – Cali, durante el viaje disfruté al máximo cada espacio, pues de eso se trata, aprender y seguir fortaleciendo los conocimientos ancestrales. Una vez llegue al aeropuerto de Cali me recogió un taxi. Muy amable el señor conductor, me llevó al hotel Pance 122 ubicado cerca a la U. Icesi, que por cierto era todo elegante y tenía servicio de restaurante, me instalé en la habitación 209, espectacular todo. Logré descansar al máximo, pues al siguiente día tenía un espacio amplio de participación y compartir de nuestros proyectos con los hermanos Maoríes.
Día 05 de febrero, amaneció lloviendo, agradecí a Dios por un nuevo día de vida y trabajo, seguía lloviendo, mientras llamé a mi madre para saludarla e informarle que todo está bien. Cerca a las 7:30 am bajé al restaurante a tomar el desayuno, todo muy saludable. Luego ya me fue a la U Icesi, pues era primera vez en esas instalaciones, me sentía rara ahí en el espacio, pues al ser una U. Privada lleva a pensar diferentes conceptos de los estudiantes y en general. Resalto la entrega de la profe Daniella, quien siempre estuvo pendiente para que todo salga bien, ella salió a recogerme en la portería 3 de la universidad, me sentí feliz de volverla a ver, es una gran persona, una gran profesional y lo que inspira es aprender cada día de ella. Me llevó a la oficina de para dejar las cosas que teníamos para presentar en horas de la tarde, ahí conocí a Yuli, alumna de Danielita muy cordial, muy querida y atenta. Primeramente, me ofrecieron bebida caliente por la lluvia que hacía, luego un buzo o abrigo para cubrir el frío, pero sentía que iba a tapar mi traje, lo que en realidad iba a mostrar es mi identidad, que aún tenemos viva nuestra cultura por medio de la vestimenta.
Realizamos un pequeño recorrido por las instalaciones de la universidad, Danielita muy querida, me presentó casi a todo sus compañeros de trabajo, incluyendo al jefe. Conocí al profe Robin en personal, muy amable y atento, estaba haciendo el recorrido con otros hermanos indígenas visitantes, de igual manera conocí a Sergio, un joven super alto, muy querido y atento con los visitantes. Acompañé un rato el recorrido por la U, luego tenía que grabar el audio en lengua Inga de los acuerdos que surgieron en la salida de campo en territorio. Me llevaron al lugar de grabaciones para realizar el respectivo trabajo, sentía nervios, pues nunca había hecho eso.
Podemos apreciar el espacio de grabación acompañado por los profesionales competentes, estaba alrededor de 2 horas aproximadamente, se grabaron los audios por partes, luego Felipe Cañón, un joven estudiante, se encargó de editar y hacer el trabajo respectivo, una vez esté listo lo comparte a Lina.
Seguidamente, Sergio me lleva al salón donde estaban reunidos todos los visitantes, llegue y estaba perdida, pues en su gran mayoría hablaba en Inglés, no entendía nada. Había diferentes dialectos, diferentes pueblos indígenas de Colombia y de otro país, todo era nuevo para mí. Casi siempre trataban de traducir al español, pero igual no es lo mismo captar desde el primer idioma que se hable.
Fue super interesante el espacio, y se llega la hora del almuerzo, fuimos todos a almorzar en un pequeño restaurante de la U, minutos antes ya tenía comunicación con la profe Carolina para poder vernos y compartir. Llega al lugar y muy querida nos saludamos y logramos acordar para vernos en 15 minutos. Compartimos todos el almuerzo, y casi siempre la comunicación entre ellos era en inglés. ¡Logramos compartir con la profe Caro!, un hermoso recorrido por las instalaciones del campus universitario, y junto a este caminar un compartir de paleta de helado de mango viche con sal, deliciosas por cierto. Fuimos hasta las instalaciones del laboratorio de bioquímica y plantas piloto de transformación e investigación de los productos.
En el transcurso de la tarde realizamos junto con Danielita la presentación y socialización del resguardo inga Condagua, de la asociación Iuiai Wasi y del proyecto orquídeas. En este espacio estuvimos los 5 hermanos indígenas Maoríes de Nueva Zelanda y los monitores de la profe, yo hacía la socialización en español y Danielita traduce al inglés para que puedan comprender. Ellos estuvieron muy atentos en la exposición, preguntaban y participaban en el espacio, luego realizamos una práctica de demostración de oficio artesanal que entre todos elaboramos una pieza artesanal de acuerdo a su estilo, unos hicieron manillas, otros collares y en fin trabajamos bajo las semillas del Sirindango. Me encantó esta experiencia y más con diferentes hermanos indígenas, en agradecimiento ellos me dieron unos detalles muy significativos que me lleno de alegría y llanto a la vez, pues fue tan único que no podía describir la felicidad del compartir.
(Los hermanos Maoríes visten de polo gris)
En horas de la noche conocí la casa de Danielita y a su familia, muy queridos. Compartimos por varias horas en su hogar, una pequeña cena, una aromática y un espacio muy agradable para conocernos.
Fue una de las mejores experiencias de mi vida, agradezco a Dios por permitir estos espacios de encuentros y gracias a Danielita por estar siempre presente.