Por: Juan José Mantilla
Autor: Antonio Copello Faccini, Jaime Pinzón López, Alberto Lozano Simonelli (2013), Editorial: U. Jorge Tadeo Lozano; Bogotá
Colombia y el fallo de la Corte Internacional de Justicia: Perspectivas y desafíos, escrito por los profesores de Relaciones Internacionales de la Universidad Jorge Tadeo de Bogotá: Antonio Copello Faccini, Jaime Pinzón López y Alberto Lozano Simonelli; es un libro que se divide en siete capítulos. Como bien lo indica su título, trata acerca de la situación que se presentó entre Colombia y Nicaragua con respecto a la soberanía sobre la isla de San Andrés y su territorio marítimo.
En mi opinión, lo substancial del texto inicia en La comedia de las equivocaciones, desarrollado por Antonio Copello Faccini. Aquí el autor se concentra en explicar cuáles son los antecedentes a la disputa que se presenta entre ambos países. Para argumentar su posición recurre a opiniones emitidas por figuras políticas importantes. Por ejemplo, la del fallecido presidente Alfonso López Michelsen, quien aseguraba la existencia de dos tratados a través de los cuales se le daba protestad a la Corte de aplicar su análisis sobre la problemática.
Siguiendo con ello, Jaime Pinzón López, en el capítulo Dialogar con Nicaragua para hacer frente a la inejecutable Sentencia de la Corte Internacional de Justicia; explica por qué el gobierno colombiano, durante el periodo presidencial de Andrés Pastrana, cometió un grave error al cambiar la posición de rechazo al fallo por uno de negociación. Por otro lado, también enfatiza que no está de acuerdo con las posiciones que sostienen el fallo de Corte Internacional de Justicia. Asegura que la sentencia desconoce otros tratados que ya se habían establecido en la zona.
Una cuestión que me parece que vale la pena resaltar es que los autores de este libro dirigieron una carta a la cancillería colombiana. En ella afirmaban que la mejor estrategia para hacerle frente a esta situación era traer a colación la importancia de los tratados internacionales. En su opinión era mucho más fructífero encaminar una acción diplomática en lugar de establecer un pleito penal para revisar la sentencia, cuestión que ya estaba haciendo la cancillería. El documento fue respondido por Sonia Marina Pereira Portilla, quien es experta en los temas relevantes al fallo. Ella afirma que el Gobierno colombiano se encuentra buscando soluciones legales al asunto.