Los clústeres son agrupaciones de empresas que típicamente hacen parte de una misma industria y se encuentran en una región determinada. Las firmas que hacen parte de los clústeres están interrelacionadas y trabajan de manera colectiva para mejorar las condiciones de la industria. Los clústeres se destacan por mantener interrelaciones entre sus procesos productivos, lo que los economistas llamamos eslabonamientos productivos. Obtener un buen producto o servicio es como construir una cadena; las cadenas se caracterizan por construirse con eslabones y si uno de estos no está bien, la cadena no será de alta calidad. Los ejemplos típicos de clústeres son el Silicon Valley en California o el de las empresas automotrices en Detroit. Y estos clústeres no solo significa una gran concentración de empresas dedicadas a diferentes piezas esenciales de la cadena, sino también desarrollar todo el ambiente necesario para que los procesos productivos sean innovadores y continúen con su tren de innovación. Esto implica el desarrollo de investigación en centros especializados y en universidades, la formación del capital humano, el desarrollo de la infraestructura física necesaria y la construcción de un aparato público que entiende las necesidades del sector. Todo esto genera círculos virtuosos que se traducen en mayores mejores trabajos y mejor pagos, mas impuestos, más servicios sociales para la población y en general mejores estándares de vida.
El Valle del Cauca lleva ya un par de décadas detectando cuáles podrían ser estos sectores estratégicos para la región. Es decir, cuáles son esos sectores que les deberíamos apostar como sociedad vallecaucana. Los sectores elegidos son: Bioenergía, Proteína Blanca, Salud, Macrosnacks y Belleza y Bienestar. Esto implica una gran apuesta de todos nosotros.
La actual coyuntura económica que vive Colombia ha demostrado lo importante de estas apuestas como las del Valle. En los últimos 10 años el país realizó una gran apuesta al sector minero energético. Pero esta fue en una cadena no genera muchos eslabonamientos. Una apuesta en la que solo se extraen recursos natural y se exportan sin mucha transformación implica una apuesta que expone mucho el crecimiento local a lo que ocurra con el precio internacional del petróleo y del carbón.
Por otro lado, una apuesta en los clústeres escogidos por el Valle del Cauca, liderados por la Cámara de Comercio de Cali, implica una apuesta totalmente diferente. Implica jugarle a cinco sectores que generarán muchos eslabonamientos, empleo de buena calidad y productos que parecen estar a prueba de los ciclos que presentan los mercados internacionales de materias primas (como el petróleo). Ahora, es importante recordar que el éxito de estos clústeres dependerá de la acción de todos los vallecaucanos. Si hacemos bien la tarea, podremos garantizar nuestro futuro económico en el mediano plazo.
(Esta columna de opinión fue publicada en el diario El País de Cali el 5 de agosto de 2015)