“Prefiero los procesos artesanales a los químicos, porque estos mantienen vivo el espíritu de la planta”, sentenció, Sineida Viveros, una de las artesanas dela Asociación Iuiai Wasi delegada por ellas a esta salida de campo, al escuchar la introducción que nos hicieron Carolina y Julieth, las químicas del proyecto. Esto llamó mi atención en términos del tránsito de saberes y espacios al cual nos enfrentaba esta salida de campo, cuyo principal objetivo era desarrollar los procesos de transformación de la materia, en este caso de las semillas, la pulpa y el tinte del sirindango (Renealmia Alpinia), en el laboratorio.
La profesora Julieth, quien había elaborado junto con Carolina las prácticas que desarrollaríamos esos días, nos introdujo en el mundo de la transformación de la materia. Su detallado conocimiento sobre las plantas y los procesos de transformación, le permitió hacer el puente entre el conocimiento de manejo y transformación de plantas que Ana, Sineida, María y Mónica tienen, con las destrezas que requería lo que íbamos a hacer en el laboratorio. Su carácter amable y receptivo, nos introdujo en el mundo frío del laboratorio, haciendo que todo pareciera fácil, ameno y divertido. Primero, Carolina, nos contó cómo había sido el proceso de experimentación de productos sobre la base del tinte derivado de la cascarilla, que ellas habían ensayado primero. Nos comunicó que el pigmento, en el cual habíamos puesto unas altas expectativas, tenía una base ácida que lo hacía cambiar definitivamente de color (antrozaninas). En efecto, el labial que habían ensayado hacer ellas, daba un color muy café. También nos introdujo al proceso, recalcando que habían buscado estrategias que no implicaran tantos productos químicos.
El proceso de introducción al laboratorio de química continuó, dándonos ellas las indicaciones para llevar a cabo la destilación de las semillas. No obstante ambas químicas nos advirtieron que la cantidad de aceite por semilla era muy poca, en relación al poco aceite que tenía la a semilla de sirindango. Por eso propusieron que experimentáramos el proceso de destilación con otra planta. Ante esto Sineida expresó “Pa’ que destilar una cosa que no sé. Eso no tiene emoción”. Así que Julieth trajo hojas de eucalipto que Sineida y todas conocíamos, para hacer en simultánea ambas destilaciones y tener medios para contrastar.
Luego nos presentaron uno a uno los objetos del laboratorio, invitándonos a que dibujáramos cada uno y le pusiéramos su nombre al dibujo. Así anotamos las probetas, las pipetas, el beaker, el matraz aforado, la botella de mezcla (que para Sineida tenía cara de llamarse balón), el embudo de caña corta. Aprendimos cuál era el solvente orgánico o acetato de tilo, también supimos que el vidrio reloj permití emplear cantidades muy pequeñas de líquido, que la cápsula de porcelana era para secar, que el mortero y el mazo se emplean para disgregar o pulverizar sustancias y que la espátula acanalada permite sacar reactivos.
Características físicas del sirindango complementando el conocimiento de las artesanas y los resultados del laboratorio
Los comentarios que siguen a continuación complementan la comprensión de las características físicas del sirindango de acuerdo a los conocimientos de las artesanas sobre la siembra y cosecha del sirindango:
Dependiendo de los minerales del suelo, cambia el color de la pulpa. Como estamos en el cordón del fuego –tierra de volcanes– hay muchos minerales.
Lanura es la pepa que tiene textura rugosa. Cambia la textura de la cáscara según los suelos, según donde está sembrada la planta.
La cáscara es dura. Hay deformación, hay unas pepas que no tienen pulpa.
Olor a carne de monte y a monte. Astringente. Cítrico. A especie.
Sabor dulce, salado, unami, carne, especie.
Misquimicui, sabor delicioso.
El sirindango, tiene un composición química que lo hace un protector del organismo. Es multivitamínico.
Su hoja es firme, resistente y brillante.
Sobre el resultado de este análisis Anita opinó “No es la palabra de un indio pobre, sino que ya lo va a certificar la universidad”
Vamos a hacer la marca del proceso de la semilla.
Este espacio lo utilizamos para explorar y experimentar.
Las dos horas se nos pasaron rápidamente entre dibujos, medidas, sustancias y comentarios de unas y otras.